Satellogic, la empresa argentina especializada en imaginería aeroespacial y desarrollo de nano-satélites, está poniendo en marcha una fábrica en Holanda, para escalar su producción y poner en órbita unos 300 satélites. Toda una constelación.
Se trata de un gran hito para una empresa que nació y se sigue considerando argentina. Sus programadores están en Buenos Aires. La planta, con 5.200 metros cuadrados en la que Satellogic ensamblará los satélites, se encuentra en Berkel en Rodenrijs, un lugar estratégico, rodeado de universidades y colegios que son una cantera de talentos y muy próximo al puerto de Rotterdam, lo que facilita la logística.
Allí hay partes vitales para satélites, con el tamaño de una cocina pequeña. Es el caso de las ópticas y la electrónica. La planta ocupará de manera permanente a 80 personas. Su jefe de operaciones es Gustavo Wenhold, considerado uno de los mayores expertos globales en la especialidad. “Nos preparamos para ofrecer imágenes de alta frecuencia y de alta resolución”, dice.
Satellogic comenzó a cotizar en el Nasdaq.
La actual localización en la zona franca de Montevideo seguirá siendo un piloto para introducir nueva tecnología en la próxima generación de satélites. El objetivo de ambas será el mismo en un proceso de estandarización de la compañía con el foco puesto en cero defectos.
Inspiración de un matemático
Satellogic nació en 2010 de la inspiración del matemático y emprendedor Emiliano Kargieman que se animó a las ciencias del espacio. Con los micro satélites de bajo costo se estudian todo tipo de fenómenos en tiempo real, desde el cambio climático hasta el tráfico en las rutas o la producción agrícola del planeta. Ya lanzó al espacio 20 mini satélites con nombres muy argentinos: Fresco y Batata, Capitán Beto, Tita, Manolito y Milanesat, por citar algunos.
En poco tiempo logró reconocimiento internacional. Hasta tal punto, que el fondo Liberty Strategic Capital del ex secretario del Tesoro de EE.UU. Steven Mnuchin invirtió US$ 150 millones y está a punto de convertirse en el unicornio número 12 de la Argentina. Mnuchin es banquero, productor de cine y administrador de fondos. Fue canciller de Trump y cuando pone el ojo en una empresa marca tendencia.
“La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo”, es uno de los lemas de Kargieman que empezó a programar a los 8 años, creó su primer emprendimiento a los 15, fue hacker, trabajó para la DGI probando sus sistemas mientras estaba en el secundario y estudió Matemática y Filosofía por vocación. A Satellogic la imaginó como una empresa de observación de la Tierra integrada verticalmente. Diseñan y fabrican cada uno de los sensores y componentes.
Alianza con Elon Musk
La compañía aeroespacial de Elon Musk se encarga de poner en funcionamiento sus satélites. Esa alianza le permite a Satellogic reducir los tiempos entre el desarrollo y la puesta en órbita gracias al programa de lanzamientos frecuentes del multimillonario sudafricano y dueño de Tesla.
Estos micro satélites pueden producir videos en movimiento completo de hasta dos minutos de duración. Y dan vuelta a la tierra cada 90 minutos para recolectar información a través de sus cámaras. Luego, transmiten las imágenes a las dos estaciones de la empresa, una en el Polo Sur y otra en el Polo Norte.