Un estudio sobre parásitos intestinales que afectan a comunidades originarias del norte de Salta, mediante información ambiental provista por sensores remotos satelitales, es llevado adelante por el Instituto Gulich, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), y la Fundación Mundo Sano.
“Nuestro estudio se concentra en las parasitosis intestinales, una de las enfermedades desatendidas en la Argentina, generada por la pobreza estructural”, dijo el licenciado en nutrición Matías Scavuzzo, quien actualmente realiza un doctorado en Ciencias de la Salud en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), con una beca del Conicet y lugar de trabajo en el Instituto Gulich.
Agregó que “trabajamos con niños y niñas de 1 a 15 años de poblaciones olvidadas por el Estado, donde la falta de políticas de saneamiento ambiental genera las condiciones necesarias para que se expandan estas enfermedades”, y agregó que de ahí “la importancia de hacer una ciencia comprometida y con sensibilidad social”.
Desde el Instituto Gulich y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), se desarrolla una línea de trabajo denominada epidemiología panorámica, con más de 20 años de historia, que elabora mapas de riesgo sobre zonas susceptibles de ser afectadas por enfermedades transmitidas por el agua, el aire o vectores, y los resultados son utilizados por instituciones nacionales y provinciales, para implementar políticas de prevención.
Una de las investigaciones actuales se concentra en geohelmintos, parásitos transmitidos por el suelo que afectan mayoritariamente a las comunidades del norte del país.
Relevamiento
El proyecto involucra el relevamiento de las condiciones socioeconómicas de comunidades originarias de la localidad de Tartagal, en Salta, así como el uso de herramientas satelitales para modelar los ambientes donde se desarrollan las enfermedades.
“Con este trabajo -iniciado en 2019- logramos aportar nuevos conocimientos que demuestran la relevancia de los datos recolectados con sensores remotos para predecir una enfermedad”, indicó Scavuzzo.
Victoria Periago, investigadora del Conicet y coordinadora científica de Mundo Sano, expresó que “el objetivo es hacer un relevamiento para evaluar si en esos lugares hace falta poner en marcha un programa de desparasitación a nivel municipal o provincial, y con qué periodicidad”.
Los geohelmintos tienen la particularidad de que, para infectar a las personas, deben antes cursar parte de su desarrollo por el suelo.
La CONAE dará imágenes satelitales a San Juan, para controlar el efecto del cambio climático
En poblaciones vulnerables, sin acceso a servicios básicos, como agua potable o baños, “estos parásitos pueden entrar en contacto con la piel o ser ingeridos y provocar una infección”, explicó la investigadora y advirtió que la presencia de parásitos en personas que tienen otros problemas de base, como desnutrición, agrava los riesgos para la salud.
Caracterización
Además de la información tomada in situ, se realiza una caracterización del ambiente con técnicas de sensado remoto.
Scavuzzo se mostró sorprendido con la información preliminar disponible, por “la alta prevalencia parasitaria que se encontró en los niños” y lamentó: “Cuando hay pobreza estructural, no hay saneamiento básico y hay necesidades básicas insatisfechas, por falta agua segura, electricidad y recolección de basura, por ejemplo, las primeras enfermedades que aparecen son las parasitarias”.
“Para realizar este trabajo contamos con un flujo de datos de acceso libre y gratuito en la Estación Terrena de la Conae ubicada en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en Córdoba. Estamos utilizando imágenes de las misiones Landsat 8 y Sentinel, y a futuro prevemos sumar a la constelación Saocom”, detalló.
El proyecto incluye la provisión de medicamentos para la población de Tartagal, a partir de un acuerdo con el hospital local.