La Universidad Nacional de La Plata (UNLP), a través de la Facultad de Ingeniería, participará activamente del desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II. Una de las claves del aporte de la universidad es el decano de esa facultad, Marcos Actis, quien se desempeña como presidente de la compañía estatal, VENG, a cargo del desarrollo del lanzador.
Actis, además, es director del Centro Tecnológico Aeroespacial, una de las unidades de la UNLP, asociada a la generación de tecnología satelital, e integra el directorio de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Fue el propio presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien encabezó en la provincia de Córdoba el acto de firma de contrato entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG para avanzar en esta etapa clave del Programa de Acceso al Espacio, en el que la casa de altos estudios intervendrá en materia de asesoramiento técnico.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, Marcos Actis, participó del acto en el que el Presidente anunció una inversión de casi $10 mil millones de pesos para avanzar en el desarrollo Tronador II.
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La actividad tuvo lugar en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en Córdoba. Allí el presidente Alberto Fernández dijo que “invertir en educación, en ciencia y tecnología es una gran inversión que el Estado puede hacer porque está invirtiendo en el futuro”.
Estuvieron presentes, además, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus, el gobernador cordobés Juan Schiaretti y el director Ejecutivo y Técnico de la CONAE Raúl Kulichevsky. En la ocasión se firmó un contrato entre la CONAE y VENG, dedicada a servicios y desarrollos tecnológicos, para llevar adelante el proyecto.
“Argentina es pionera en el desarrollo aeroespacial en nuestra región. Nuestro recurso humano es extraordinario. Recurso que es fruto de una educación pública de excelente calidad. Lo veo en mis alumnos y alumnas en la Facultad de Ingeniería desde hace más de 30 años”, expresó Actis, quien además dirige el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) en la UNLP, preside VENG y es miembro del directorio de la CONAE.
¿Qué papel tendrá la UNLP?
El decano de Ingeniería sostuvo que Argentina cuenta con la capacidad para fabricar un lanzador, pero para su concreción es necesaria una política de Estado a largo plazo. “Ningún país ni empresa hace un lanzador de un día para el otro. Es importante el acompañamiento del Estado en este tipo de proyectos. Para hacerlos realidad, Argentina necesita desarrollar su infraestructura aeroespacial y un presupuesto que se sostenga en el tiempo”.
En esa línea, el ingeniero agradeció al gobierno nacional y al ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación por el apoyo al proyecto.
El director ejecutivo y de carrera del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la UNLP, Juan Sebastián Delnero, detalló que, en este marco, a partir de un convenio de cooperación entre la UNLP y VENG, la Facultad brindará actividades de apoyo de ingeniería. “Haremos trabajos de asesoría técnica tanto para la empresa como para la CONAE en temas de desarrollo y diseño. En el CTA se está armando nuevamente un equipo integrado por ingenieros, becarios y muchos especialistas para desarrollar diferentes temáticas de índole aeroespacial. Se van a desarrollar componentes, diseños conceptuales, preliminares y de detalle, además del desarrollo de materiales, procesos productivos y calificación de componentes entre otros”.
Tronador II: Argentina desarrollará su primer prototipo de lanzador de satélites
Delnero, que es responsable técnico del convenio de cooperación junto al director del Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA), Pablo Ringegni, afirmó que el nuevo convenio es una continuación de otro firmado hace un año cuando se iniciaron las tareas preliminares para hacer resurgir el proyecto.
“En estos convenios las tareas son multidiciplinarias. Participan ingenieros aeronáuticos, aeroespaciales, mecánicos, electromecánicos, civiles y electrónicos, entre otros. Estamos muy contentos y con ganas de poder aportar, de colaborar con estas actividades”, manifestó Delnero.
Por último, Actis sostuvo que “está demostrado que la actividad aeroespacial puede generar un efecto derrame en otras industrias, multiplicando puestos de trabajo calificados y valor agregado a la economía”. En el proyecto satelital Tronador II trabajan de manera conjunta más de 50 instituciones y empresas del sector tecnológico nacional ubicadas en distintas provincias.
El futuro lanzador Tronador II podrá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kg, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra, en el marco de una inversión estimada en 9730 millones de pesos, en el marco del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas.