Periferia

21 de Febrero de 2023

Mar del Plata: Desarrollan apósitos que ayudarían a la regeneración de la piel

Un equipo de investigadores del CONICET estudia las propiedades de membranas de nanofibras con fotoprotectores naturales que podrían servir para la protección contra los rayos UV.

Un equipo científico de Mar del Plata trabaja en el desarrollo de apósitos de nanofibras con fotoprotectores naturales que podrían ayudar a la regeneración de la piel dañada como consecuencia de quemaduras o heridas. Hasta el momento, han observado que los compuestos naturales les confieren a las nanofibras características fotoprotectoras contra la radiación UVA y UVB.

“Las nanofibras se fabrican a base de polímeros biodegradables y biocompatibles con gran afinidad por el agua, por lo que pueden mantener la humedad de las heridas”, señala a Bacap Guadalupe Rivero, doctora en Ciencia de Materiales, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNMdP y líder de este estudio.

Regeneración de la piel

El proyecto de investigación es llevado adelante desde la División Polímeros Biomédicos del INTEMA. Una de las líneas de investigación del mencionado laboratorio consiste en el desarrollo de apósitos electrohilados para aplicaciones dérmicas que ayudan a la regeneración de la piel.

“Son membranas formadas por nanofibras, 2.000 veces más pequeñas que un cabello humano, que se ´enmarañan´ dejando poros interconectados, permitiendo que la piel respire y que existan intercambios de humedad. Se fabrican con una técnica llamada electrohilado, donde se aplica tensión eléctrica a una solución de polímero que se impulsa por una boquilla”, detalla la especialista.

En este sentido, la investigadora indica que en este proyecto fabrican nanofibras con agentes fotoprotectores naturales inmovilizados en su interior, y evalúan la protección de las membranas frente a la radiación UV.

Este trabajo cuenta con la participación de profesionales de distintas instituciones: Gustavo Abraham (director de la División Polímeros Biomédicos), Sandra Churio (IFIMAR), Florencia Fangio (IFIMAR) y Dalila Orallo (Departamento de Química y Bioquímica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNMdP).

Potenciales beneficios para la salud

Los compuestos fotoprotectores que utilizan son aminoácidos tipo micosporina (MAAs, por sus siglas en inglés), extraídos de algas rojas halladas entre las rocas de la zona sur de la costa marplatense. Las investigadoras Churio, Fangio y Orallo estudian desde hace años las propiedades fotoprotectoras de estos compuestos naturales desde el Grupo de Fisicoquímica de Sistemas de Interés Ambiental del Instituto de Investigaciones Físicas de Mar del Plata (IFIMAR).

Un equipo científico de Mar del Plata trabaja en el desarrollo de apósitos de nanofibras con fotoprotectores naturales
“Creemos que estas membranas pueden ser ideales para su uso como apósito en heridas, quemaduras o tatuajes. Cuando la piel está dañada, no es aconsejable su exposición al sol, ya que la radiación puede dañar los tejidos o afectar su correcta cicatrización. Para el caso de los tatuajes, se recomienda evitar el sol durante algunas semanas, ya que también podría afectar los pigmentos de las tintas”, comenta Rivero.

En esta línea, resalta que “estas membranas proporcionan una barrera contra la contaminación, pero a su vez, al ser porosas y no oclusivas, permiten el intercambio de aire y humedad, y adsorben exudados”. Además, subraya que “la incorporación de estos compuestos naturales dentro de las fibras les confiere características fotoprotectoras contra la radiación UVA y UVB”.

En tanto, Rivero destaca que estas membranas pueden manipularse como vendas flexibles y adaptarse a heridas con distintas formas, pliegues y tamaños. “Esta estrategia permite combinar la arquitectura biomimética de las membranas electrohiladas con las propiedades fotoprotectoras de los aminoácidos tipo micosporina”, asegura.

Al mismo tiempo, sostiene que “al tratarse de matrices poliméricas biodegradables y biocompatibles, y compuestos naturales, estos materiales resultan una alternativa para casos donde no es posible aplicar formulaciones de cremas solares comerciales, por diferentes motivos (por ejemplo, ingredientes alérgenos)”.

La continuidad de las investigaciones

El proyecto llevado adelante por el equipo marplatense se encuentra actualmente en fase de laboratorio y busca adquirir conocimiento sobre este desarrollo y el potencial de sus propiedades para regenerar la piel.

“Estamos aumentando la carga de micosporinas para evaluar cuál es el factor de protección ultravioleta (UPF) máximo que podemos lograr. Para ello, tras fabricar las membranas, se iluminan con lámparas que simulan la radiación solar, y se determina qué tanto estos materiales son capaces de absorber la radiación, tanto UVA como UVB”, explica Rivero.

Asimismo, la doctora en Ciencia de Materiales advierte que “el uso industrial de MAAs no está aún extendido, y los métodos de aislamiento y purificación aún requieren optimización en términos de producción a gran escala”.

“Es fundamental seguir investigando para desarrollar formulaciones seguras y eficientes, que permitan explotar el gran potencial de estos materiales para aplicaciones de la piel”, concluye.

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