Para impulsar emprendimientos de base científico-tecnológica, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) constituyó una sociedad anónima unipersonal (SAU), una figura jurídica que permite a la casa de estudios crear una empresa universitaria para agilizar las transferencias al sector privado y generar recursos propios.
De esta manera la SAU, denominada “Emprendimientos y desarrollos universitarios – UNC (EDU-UNC)”, los habilita a separar una parte de su patrimonio para dedicarlo a una actividad comercial sin que los riesgos afecten al resto del acervo de la universidad, aportando asi una gran flexibilidad en la gestión de fondos.
La SAU está compuesta por un solo socio: la UNC. “Es un instrumento institucional moderno que nos da versatilidad para que finalmente hagamos transferencia y podamos trabajar en proyectos muy concretos que tenemos previstos. En la UNC no existía hasta el momento un esquema apropiado para hacerlo porque esto no se encuentra dentro de la misión que fijan sus estatutos”, precisó al medio, La Voz, de Córdoba, Daniel Barraco, secretario de Ciencia y Tecnología de la UNC y uno de los miembros del directorio de la SAU.
En concreto la empresa universitaria está en proceso de inscripción de su personería jurídica, por lo que aún no ha comenzado a funcionar pero los cinco integrantes del órgano de administración ya están nombrados. Marcelo Adrián Sánchez, secretario de Gestión Institucional de la UNC, es el presidente del directorio, mientras que el resto de integrantes son: Santiago Daniel Palma, secretario de Innovación y Vinculación Tecnológica; Patricia Silvetti, actual decana de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf); Jorge Omar Dutto, decano de Facultad de Ciencias Agropecuarias y Barraco. Además de este organismo, se creará una Comisión de Seguimiento de Gestión que fiscalizará el cumplimiento del objeto social de la SAU y un comité de ética y transparencia con el fin de evaluar el funcionamiento general de la misma.
Patrimonio inicial
De acuerdo con el estatuto de la SAU el capital social de inicio para realizar sus actividades es de $ 96 millones el cual “puede ser aumentado por decisión de la asamblea ordinaria, hasta el quíntuplo de su monto, conforme al artículo 188 de la ley 19.550″.
“Cada secretaría aportó unos $ 30 millones. La SAU también podría recibir un espacio físico de la UNC pero es un instrumento de tecnología social nuevo para hacer otras cosas, por lo que vamos a intentar que tenga el menor tamaño y cantidad de personas posible”, aclaró Barraco.
En cuanto a las fondos generados, la SAU podrá decidir el a dónde se destinarán las utilidades de los proyectos que acompañe. Podrían mantenerse como ganancia de la propia sociedad como también a su principal dueña que es la UNC. También podrían usarse para financiar otros proyectos o bien reinvertirse en el mismo proyecto que generó esas utilidades.
“La SAU depende directamente del Consejo Superior de la UNC por lo que tendrá que rendir cuentas a este por cada movimiento que haga y está regulado a dónde se destinarán los fondos generados. También será auditado periódicamente”, señaló Barraco al respecto.
Proyectos destino
Otros objetivos de la SAU son desarrollar instrumentos de inversión público-privada, incrementar el nivel de empleo de calidad, aumentar las exportaciones y colaborar para cambiar la matriz productiva.
“Al podernos manejar con mayor libertad administrativa con la SAU vamos a poder establecer sociedades con entes privados y públicos para desarrollar proyectos. También podemos formar fideicomisos de ser necesario, gestionar fondos de terceros y administrar fondos de inversión. De esta forma podemos crear startups o hacer nuevas inversiones en proyectos de avanzada, lo cual es la idea a largo plazo”, afirmó el secretario. La UNC creó una sociedad anónima unipersonal para financiar proyectos de base tecnológica.
Un ejemplo de lo que podría hacerse con la SAU es el Laboratorio de Hemoderivados, institución que produce medicamentos y derivados de tejidos humanos esenciales para la salud. Hoy el laboratorio es el único productor de medicamentos hemoderivados del país y la planta fraccionadora de plasma con mayor capacidad de producción y comercialización de Sudamérica. También colabora en la sustitución de importaciones de medicamentos de alto valor terapéutico y regula los precios del mercado. “El potencial es enorme, podremos financiar todo tipo de proyectos que pueden surgir de un pedido puntual, de personas que se acercan con una idea o de iniciativas que seleccionemos. Se mantiene el modelo de una universidad pública y gratuita pero que genere cosas para la sociedad y dinero para la propia universidad”, sumó Barraco.
Otras tareas en la que puede incidir la SAU son fomentar y apoyar actividades culturales lo que puede incluir la organización de eventos culturales, exposiciones, talleres, programas educativos y otras iniciativas o emprendimientos que promuevan la cultura.
Testimonios: La Voz del Interior.
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