Periferia

7 de Julio de 2024

La CNEA monitorea si existen residuos donde funcionaba una antigua mina de Uranio, en San Luis

El organismo científico y tecnológico inició la inspección del antiguo yacimiento, La Estela, en la Sierra de los Comechingones, ante la expansión de la planificación urbana.

Técnicos de la secretaría de Ambiente y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) hicieron un análisis de rutina en la antigua área de procesamiento del mineral ubicada en proximidades de Villa Larca, que está inactiva desde 1990. Fue en el marco del Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU).

El monitoreo fue encabezado por el director del Laboratorio Radiológico Ambiental de CONEA, Andrés Reyes, y contó con la participación del equipo técnico de la cartera ambiental provincial. El PRAMU es un programa de remediación y de disposición final adecuada de los residuos generados por las exploraciones hechas en el territorio federal.

Monitoreo clave para la planificación urbana

Las actividades incluyeron el monitoreo de aguas superficiales, subterráneas y sedimentos en las redes de muestreo ambiental y operacional del sitio de acuerdo al Programa de Monitoreo de Agua. También el seguimiento de parámetros radiológicos, determinación de tasa de emanación de gas Radón, Exposición de dosímetros de trazas nucleares y monitoreo de tasa de dosis por irradiación externa.

El yacimiento ‘La Estela’–Mina de Uranio (Lat 64º56’15.9’’- Log 32º35’5.64’’) se encuentra ubicado sobre el faldeo occidental de la Sierra de los Comechingones, cordón integrante del bloque puntano-cordobés de las sierras Pampeanas Sudorientales (SPSo), en el límite entre las provincias de San Luis y Córdoba, 155 kilómetros al noreste de la ciudad de San Luis; departamento Chacabuco, sobre la margen izquierda del río Seco, a cinco kilómetros de Villa Larca.

“Si bien el sector de residuos de minería y exprocesos industriales del complejo minero La Estela constituye una área restringida y prohibida para la ocupación humana de forma permanente, resulta fundamental definir las áreas de influencia primaria y secundaria al establecimiento a los fines de prever la organización territorial del sector y su eventual urbanización”, subrayó José Vara, responsable de Control Minero.

La CONEA compartirá el informe de monitoreo ambiental y el informe técnico resultante realizado sobre aguas superficiales, subterráneas, sedimentos y parámetros de seguridad radiológicos en las instalaciones del complejo.

Breve reseña histórica

En el yacimiento de fluorita conocido como La Marquesa, su propietario, José Antonio Hernández, descubrió en 1952 minerales oxidados de uranio, específicamente uranofano reconocido también como uranotilo o lambertita.

En 1953 subdividió su propiedad, dando origen al yacimiento de uranio ‘La Estela’, que hasta 1964 produjo 3400 toneladas de mineral de alta ley (4,000 ‰ U). Después de un período de inactividad, en 1980 la CNEA contrató la provisión de concentrados de uranio con la empresa minera Uranco S.A., la cual produjo alrededor de 22 toneladas de uranio hasta 1990.

Las actividades mineras de la empresa Uranco S.A. en el sitio ‘La Estela’ implicaron la apertura de dos canteras de ladera identificadas como Este y Oeste, la ejecución de los accesos a cantera y plataformas para los equipos de perforación.

En su conjunto, estas tareas, demandaron el arranque y remoción de 1.200.000 tonaladas, discriminadas de la siguiente manera:

Mineral de canteras Este y Oeste: 65.000 t(m).

Sobrecarga estéril canteras Este y Oeste: 1.143.000 t(m).

Accesos a cantera y sondeos: 20.000 t(m).

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