La empresa de alta tecnología rionegrina, INVAP, finalizó la instalación del tanque reflector del nuevo reactor nuclear multipropósito de la Comisión Nacional de Energía Atómica, RA-10, que permitirá que Argentina se autoabastezca de radioisótopos, un hito tecnológico nacional que podría impactar en actividades productivas como el agro, la electrónica y la medicina nuclear.
Si el actual Gobierno sostiene la inversión (a contramano de lo que se viene dando a nivel nacional en organismos de ciencia y tecnología y en institutos del CONICET) los alcances de esta obra única, permitirían avanzar en el dopaje de 80 toneladas de silicio por año, algo que tiene implicancias en la industria electrónica.
Alcances
El silicio dopado es un material semiconductor particularmente crítico para dispositivos de electrónica de alta y muy alta potencia, con una demanda creciente. Desde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) sostienen que el reactor, en funcionamiento, podría generar ventas anuales por US$ 90 millones y exportaciones de alta tecnología, algo que requiere de una inversión fuerte y decidida del Estado Nacional para ocupar nichos en los que pocos países se insertan.
Otra de las implicancias de este avance tecnológico es el impacto en un área que también tiene fuerte potencial exportador y es la medicina nuclear. La medicina nuclear es una especialidad médica que utiliza radiofármacos para evaluar las funciones corporales y para diagnosticar y tratar enfermedades. Cámaras especialmente diseñadas permiten a los doctores rastrear la ruta de estos radiofármacos. En términos concretos, permitiría avanzar en áreas de trascendencia mundial como el diagnóstico de tumores complejos y tratamientos contra el cáncer.
Argentina tiene desarrollo tecnológico en esta área ya que inauguró el primer Centro de Protonterapia de todo el hemisferio sur. En el mundo hay 300 de su tipo, todos en países desarrollados como Estados Unidos, Japón y en regiones de Europa.
La implicancia tecnológica de este hito, anunciado la semana pasada por la Comisión de Energía Atómica también apunta al agro, una actividad productiva de carácter primario, con claro potencial exportador y con alcance al mercado interno, que este desarrollo podría acompañar generándole valor agregado.
Foto para capitalizar el hito tecnológico
El jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, y al vicejefe Ing. José Rolandi, visitaron la obra inaugurada con motivo de la instalación del tanque reflector en el Reactor Multipropósito RA-10. y fueron para salir en la foto durante la instalación, en busca de capitalizar políticamente el avance tecnológico, en un marco en el que el gobierno de Javier Milei está desfinanciando el sistema científico y tecnológico con una magnitud sin precedentes.
Es que según estimaciones del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación El Gobierno se encamina a ajustar un tercio el presupuesto de Ciencia y Tecnología, en 2024 . Esto es la tendencia general de lo que se observa en la CNEA y en el resto de los organismos de ciencia y tecnología del país.
Junto con autoridades nacionales, de la CNEA y de las empresas del sector nuclear, recorrieron en el Centro Atómico Ezeiza las instalaciones del que será el reactor productor de radioisótopos más grande de América Latina.
“Nuestro país siempre ha sido distinguido entre los países con capacidad nuclear en el mundo -dijo Francos-. Este reactor es un avance importante para el desarrollo y el crecimiento de la ciencia. Un proyecto de esta naturaleza es un orgullo para todos los argentinos”.
Por su parte, el presidente de la CNEA, Guido Lavalle, agradeció el acompañamiento del Gobierno nacional y señaló: “Para realizar este tipo de proyectos de primer nivel tecnológico en el mundo, que sirven al país, a la medicina y a la industria, son necesarios el apoyo del Gobierno nacional y también gente formada que tiene la capacidad de llevarlos adelante”.
RA 10
El RA10 garantizará que la Argentina se autoabastezca de radioisótopos, principal insumo de la medicina nuclear y de amplia aplicación en la industria y el agro. Abrirá también una atractiva ventana de exportación.
“Este es un proyecto cuya inversión retorna, no sólo en cuanto a capacidades, sino económicamente. Hay en el mundo una demanda de molibdeno y de silicio dopado y el RA-10 va a generar exportaciones de 80 a 100 millones de dólares anuales. Así vamos a retornar la inversión que hizo el Estado nacional”, dijo Guido Lavalle. Y destacó que este hito celebrado este viernes se debe al “trabajo y esfuerzo continuado de científicos y tecnólogos de la Comisión Nacional de Energía Atómica durante décadas”.
El gerente del Proyecto RA-10, Ing. Herman Blaumann, también agradeció la presencia de las autoridades nacionales y los visitantes de entidades y empresas del sector nuclear y dio detalles del avance de la obra. “Estamos previendo la puesta en marcha del reactor RA-10 para finales del año que viene”, dijo. “La obra civil está terminada y todos los componentes están montados. Las provisiones nucleares, combustibles, sistemas de protección e instrumentación nuclear están en marcha, así como la instalación de todos los frentes de montaje mecánico, ventilación, sistema eléctrico e instrumentación. Además, tenemos al plantel de operadores en formación”, detalló.
Proyección internacional
En operación conjunta con la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión, el RA-10 tiene capacidad de producción para abastecer un 20% de la demanda mundial de radioisótopos, con exportaciones estimadas en US$ 90 millones anuales.
Además, permitirá ofrecer al mercado mundial otros productos comerciales de alto valor agregado como el silicio dopado, un insumo crítico para la transición energética, y el servicio de irradiación de barras combustibles de reactores de potencia. En el plano científico, se posiciona como el principal actor regional en I&D en neutrones térmicos y de bajas temperaturas y, por los laboratorios que tendrá asociados, se convertirá en un complejo de ciencia y tecnología único en la región, que abrirá un nuevo horizonte en el sistema científico-tecnológico nacional.
Tanque reflector
El tanque reflector, instalado esta semana, junto con el núcleo, conforman el corazón del reactor. Es su componente más complejo. Su función será proveer un volumen adecuado con neutrones de baja energía en una estructura capaz de contener los dispositivos que permitan aprovechar esos neutrones en las diferentes aplicaciones previstas en la instalación.
El tanque pesa 2.540 kilogramos, tiene 2 metros de diámetro y uno de alto y su construcción demandó 32 meses de trabajo. Es una pieza de ingeniería única en su tipo y está hecha en una aleación de zirconio (Zircaloy), material que permite optimizar la cantidad de neutrones en su interior. Su diseño fue definido en función de los requerimientos de los futuros usuarios del reactor y sus implicancias en cuanto a volúmenes, flujo neutrónico y condiciones de operación. Fue fabricado por INVAP en el Centro Atómico Bariloche y atravesó cientos de kilómetros de rutas en marzo para llegar al predio del Centro Atómico Ezeiza.
El primer paso de la instalación fue colocarlo dentro de la pileta del reactor, para luego proseguir con el montaje de los componentes internos. Una vez completado ese trabajo se procederá al llenado de la pileta y en julio de 2025 se estima que comenzarán los ensayos preoperacionales que conducirán a la puesta en marcha del reactor.
¿Operativo en 2026?
Se proyecta que el RA-10 estará completamente operativo en 2026. Esto, claro, siempre que el gobierno de Javier Milei no siga desfinanciando el sistema científico y tecnológico, algo que haría retrasar la carrera tecnológica del país, y tirar por la borda un proyecto de élite a nivel mundial. Es que la tendencia actual de la gestión libertaria no ayuda a pensar que se avance con los plazos estipulados. En principio porque la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que financia el proyecto, tiene los fondos congelados a valores de 2023 con una inflación del 250% proyectada para este año, y con ampliaciones presupuestarias periódicas.
En caso de que no se siga con la tendencia de la política actual del gobierno de Javier Milei, el RA-10 tendrá como instalación asociada el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN), donde se podrán desarrollar avanzadas técnicas de investigación útiles en los campos de las ciencias básicas, la salud y la industria. También contará con un Laboratorio para Estudio de Materiales Irradiados (LEMI), que permitirá que la CNEA amplíe sus capacidades para producir y calificar nuevos combustibles y componentes para futuros reactores nucleares experimentales y de potencia.
Completan el hub la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión (PPRF) y la Planta Industrial de Elementos Combustibles para Reactores de Investigación (PIECRI). Estas instalaciones, con eje en el RA10, formarán un centro único, de vanguardia en América Latina, que brindará servicios a científicos de todo el mundo para las investigaciones más diversas.
Participaron de la visita de hoy autoridades de Jefatura y Vicejefatura de Gabinete, Cancillería, CONICET, la Autoridad Regulatoria Nuclear, Invap, las empresas asociadas a CNEA: Conuar, Dioxitek y Nucleoeléctrica Argentina, y personal de CNEA.
RA-10 en números:
OBRA CIVIL: 100% terminada
AVANCE GLOBAL ACUMULADO: 80%
1.000.000 de horas/hombre invertidas
10.000 documentos técnicos generados
80 empresas participantes
90% de suministros son de provisión nacional.
INVERSIÓN HASTA HOY: US$ 370 millones
INICIO DE ETAPA DE PUESTA EN MARCHA: FINES DEL AÑO 2025
Fuente: Comisión Nacional de Energía Atómica
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