Empresarios del sector biotecnológico expusieron en un evento ante científicos, emprendedores privados, académicos e inversores y presentaron sus proyecciones para la próxima década para el país, en caso de mantenerse las condiciones de inversión pública y privada en el área.
Argentina atraviesa un momento de surgimiento fuerte de startups vinculadas a la ciencia, y desde el sector de las empresas de base tecnológica asociadas a la biotecnología estiman que, por los bajos costos y la capacidad científica, podrían darse inversiones por u$s1500 millones y la generación de miles de empleos”.
“La biotecnología es necesaria y es posible. El mundo necesita transformar su matriz productiva. No resisten estos medios de producción para los cambios que vienen”, dijo Matías Peire, vicepresidente de Capital Semilla de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla.
Desde el sector, coinciden en que el país cuenta con las ventajas comparativas necesarias para avanzar en ese sentido.
El encuentro se realizó en el Hotel Meliá, donde confluyeron académicos, científicos, emprendedores e inversores. Quien abrió el juego fue el propio Peire, quien remarcó el rol de la ciencia y el capital de riesgo y adelantó que el país “tiene una gran oportunidad a largo plazo”.
“La ciencia y el venture capital es importante para el desarrollo del país. En los últimos años han surgido cientos de startups biotecnológicas en todo el mundo. Actualmente hay unas dos mil a nivel global”, dijo.
Creciendo, sin tener en cuenta al macrismo
En la evaluación, el sector privado, remarcó las dificultades generadas durante los años de gobierno de Mauricio Macri, a pesar que desde sus inicios el propio Macri se había pronunciado a favor de desarrollar el sector agrobioindustrial: “Queremos ser el supermercado del mundo”, había dicho el mandatario apenas iniciaba su gestión.
“¿Es posible participar de esa conversación en Argentina?”, se preguntó Peire y añadió: “Sí, sin duda podemos. Y en los últimos años viene creciendo la ciencia y el desarrollo, a excepción del período 2015 y 2019”.
34 mil investigadores
Puntualmente, el directivo de ARCAP, otrora fundador de Gridx, manifestó que, según UNESCO, en 2018 el país tenía 34 mil investigadores. Al respecto dijo que “si trabajamos con el 10% de ellos podríamos generar un cambio contundente”.
Según los cálculos de ARCAP, en la próxima década, de continuar por la misma senda en la relación venture capital y biotecnología “podemos pensar en crear 300 empresas”. Sin embargo, son conscientes que no todas prosperarán. “Unas 100 fracasarán, otras 150 se convertirán en medianas y pequeñas empresas”, dijo.
200 empresas de base tecnológica
Si se cumple la proyección, Argentina cuenta con la posibilidad de crear 200 startups, de las cuales 50 podrían convertirse en grandes compañías, estimó Peire. “Podrían traccionar u$s1.500 millones en inversiones”, adelantó.
Además, el desarrollo le permitiría al país generar miles de empleos y brindar soluciones multidisciplinarias en salud, agro, alimentación y demás. Y como correlato, las empresas estarían en condiciones de facturar cientos de millones de dólares, algo siempre necesario para el país.
Uno de los puntos clave es la capacidad científica. Argentina cuenta con investigadores e investigadoras destacados en el mundo, con raigambre en instituciones privadas y también públicas como el CONICET.
Pero también, otro de los aspectos resaltados por los presentes tiene que ver con el bajo costo que tiene el sector en Argentina. Así lo explicó Marcos Bazán, de Deloitte, quien dio un adelanto del reporte que divulgarán en las próximas horas.
“En Argentina hay una ventaja. Los costos son casi un quinto de los que hay en el mundo”, dijo y resaltó la importancia del agro “como industria clave” para la biotecnología, y de la ciencia y la educación local: “Tenemos una sólida tradición en ese sentido”.
Del evento participaron también Adriana De Siervi (Fundadora y CSO de Oncoliq), Eduardo Peña (Co-fundador y CSO de Ergo Bioscience), Carlos Perez (Co- fundador y Director de Estrategia de Bioheuris) y Daniela Teplitzki (Co-fundadora COO de Kresko RNA TECH), además de Graciela Ciccia, fundadora de la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB) y , Coordinadora General de CAB Startup, quien manifestó que más allá de la cuestión coyuntural, el sector continúa su camino hacia el crecimiento.
Beneficios fiscales
El encuentro se dio a horas de que la Cámara de Diputados diera media sanción al régimen de promoción y Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna y la Nanotecnología. Se trata de una iniciativa prevé extender hasta el 2034 la vigencia del programa actual de beneficios fiscales. Además, extiende su alcance a las actividades que incorporan nanotecnología.
Entre los restantes puntos del proyecto, se contempla otorgar beneficios de amortización acelerada del Impuesto a las Ganancias en una cuota para quienes accedan l régimen, así como también la devolución anticipada del IVA y el otorgamiento de un bono de crédito fiscal correspondiente al 50% de los gastos pagados destinados a las contrataciones de servicios de investigación y desarrollo (I+D) con instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. La iniciativa pasó al Senado para su tratamiento definitivo.
Con ello, se busca continuar promoviendo uno de los sectores de mayor potencial del país. Para Peire, de ARCAP, el camino de acá a diez años se presenta como una posibilidad que no se debe dejar pasar. “Si pensamos en el largo plazo, tenemos una gran oportunidad”, concluyó.
Testimonios: Ambito.Com.