Periferia

21 de Mayo de 2020

El INTA creó un biolarvicida contra el mosquito transmisor del dengue

Es un desarrollo biotecnológico que permite controlar las larvas del mosquito Aedes Aegypti. El avance tiene potencial para su industrialización y podría sustituir su importación.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), anunció el desarrollo de un biolarvicida que permite controlar las larvas del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue, el zika y el chikunguña. 

Se trata de una formulación líquida, “elaborado a base de Bacillus thuringiensis israelensis (Bti) para el control del mosquito transmisor de la infección viral”, explicaron desde INTA Informa.  

El desarrollo fue presentado por el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA) del INTA Castelar. “Es uno de los productos que surgieron a partir de una importante colección de bacterias entomopatógenas constituidas principalmente por cepas nativas y exóticas de Bacillus thuringiensis”, indicó Roberto Lecuona, director del IMYZA donde se desarrollaron muchos bioinsumos de origen microbiano como biofertilizantes, biofungicidas y bioinsecticidas. 

Potencial industrial y comercial, y sustituto de importados 

Desde el INTA, explicaron que con la tecnología, la fórmula y los procedimientos “se puede avanzar en la transferencia para el desarrollo con éxito de una formulación líquida de este biolarvicida destinado al control del mosquito transmisor del dengue”. 

Así lo afirmó Diego Sauka, responsable del laboratorio Insumos Bacterianos e investigador INTA ? CONICET. 

Si bien, en el país, actualmente existen productos biológicos similares para el control de este mosquito, según Lecuona la novedad “es tener disponible para la industria un biolarvicida igualmente eficaz, como los mejores productos de importación, pero utilizando un protocolo de producción con insumos más económicos y de fácil acceso”. 

Se trata de “un preparado estable y efectivo bajo condiciones similares a las de campo que podrá sustituir a productos importados”, agregó Sauka. 

Buscando candidatos 

Desde el INTA explicaron que “esta tecnología, desarrollada por el INTA, es un método de control eficaz para combatir las larvas del mosquito transmisor y está disponible para ser licenciada a empresas interesadas en producirlo y comercializarlo”. 

El organismo científico y tecnológico explicó que “durante el importante brote de dengue del 2009 se inició la transferencia desde el IMYZA de los protocolos de producción a una empresa privada”, aunque actualmente buscan llegar a otros sectores interesados en este avance. 

Así, destacaron que “el INTA cuenta con un desarrollo biológico contra las larvas del mosquito Aedes aegypti y el know how para avanzar rápidamente en su industrialización”. 

Validaciones y permisos 

Graciela Benintende, investigadora del IMYZA, explicó que “este bioinsecticida colabora con otras medidas de control para reducir las poblaciones del mosquito vector, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud”. 

Asimismo, los especialistas entienden que el control químico del vector debe hacerse con productos autorizados por la ANMAT, tanto en el combate de la fase acuática como aérea y, a su vez, utilizar biolarvicidas para el control de larvas en la fase acuática. 

Este biolarvicida es el resultado de investigaciones con esta bacteria de origen natural y de la cual surgieron otros prototipos de bioinsumos destinados al control de plagas, como insectos lepidópteros, coleópteros y dípteros. 

Se conoce que el mosquito Aedes aegypti, además de ser el vector del dengue, también transmite otras enfermedades como la fiebre amarilla, la producida por el virus de zika y la fiebre o artritis epidémica chikungunya. 

Protección ambiental y de la salud 

Una de las principales características de este biolarvicida es que la larva del mosquito muere, pero es inocuo para el ambiente donde se aplica. Además, debido a que es seguro, tanto para las personas como para los animales, se puede incorporar en agua potable si se respetan las indicaciones del marbete ?etiqueta?, en cuanto a las dosis recomendadas. 

“No presenta inconvenientes al usarlo de manera permanente ya que la radiación solar lo elimina del medio”, explicaron desde el organismo.  

“Se considera que una vez aplicado, si está expuesto al sol, debe ser repuesto después de 10 o 15 días de aplicado, aunque demostró una vigencia de hasta 30 días cuando los ambientes acuáticos son sombreados o semisombreados”, especificaron los investigadores del INTA. 

Los investigadores del IMYZA recuerdan que este tipo de productos son reconocidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al establecer que el éxito de los bioinsecticidas se basa en dos pilares fundamentales: su eficacia y la seguridad ambiental. 

En ese sentido, la OMS concluye que los productos a base de Bti son seguros para ser utilizados en el control de larvas de mosquitos en ambientes acuáticos, incluyendo reservorios de agua potable. 

Fuente: INTA Informa.

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