Periferia

29 de Agosto de 2022

El INTA analizará cannabis de cultivadores y empresas sanjuaninas

El organismo científico ofrecerá a los usuarios un servicio para que puedan conocer las características de sus flores, aceites, cremas y demás productos que elaboren a partir de sus propias cosechas.

Los cultivadores de la provincia de San Juan podrán analizar sus cosechas de cannabis, aceites y extracciones en el laboratorio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

La novedad, difundida por la Estación Experimental Agropecuaria de la provincia se dio luego de la sanción de la ley nacional que regula la producción de cannabis con fines medicinales y cáñamo industrial. El INTA adaptó sus instalaciones y ahora incorporarán también análisis de cannabinoides.

La ingeniera Vanina Cornejo, coordinadora del área de Bioindustria de la EEA San Juan, en diálogo con el Diario Huarpe, contó que se instalarán Cromatógrafos de alta eficiencia y un extractor de aceites.

“El laboratorio tiene equipamiento ya instalado como cromatógrafos gaseosos, líquidos, balanzas de alta precisión, tiene extractores para separar grasas de materiales vegetales. Próximamente, se va a instalar un cromatógrafo gaseoso con un detector masa y un cromatógrafo líquido, más un extractor de aceite de las inflorecencias de cannabis, para hacer toda la parte analítica y la caracterización de esa clase de aceite”, explicó la especialista.

Pruebas con aceite de cannabis en el laboratorio EEA del INTA

Gracias a esta tecnología y al personal calificado del laboratorio, se podrán analizar muestras tanto de usuarios particulares, como también de las empresas que realizan investigaciones en el predio de Cannabis Medicinal Sociedad del Estado (CanMe).

San Juan trabaja en dos laboratorios para producir aceite de cannabis

“Las empresas o personas que lleven algún desarrollo de este cultivo podrán tener los servicios del laboratorio para poder caracterizar y conocer como son las cualidades de su material vegetal. Pueden ingresar flores, aceites, cremas, tinturas, y nosotros podemos analizar el contenido de cannabinoides. Posteriormente, vamos a hacer una evaluación del perfil de terpenos que son los componentes más importantes para el área medicinal”, comentó la Ingeniera.

THC vs CBD

La ingeniera a cargo de este laboratorio explicó que la legislación actual permite niveles muy bajos de THC en los productos medicinales. “Los niveles de THC para cremas o aceites o lo que sea tiene un límite extremadamente bajo del 0.3%. Muy pocas variedades tiene ese contenido de THC, sobre todo porque es un compuesto psicoactivo, pero no deja de ser medicinal. La combinación de estos compuestos hace que dé una respuesta al ser humano y que tenga un comportamiento más beneficioso para algunas patrologías que otras. Por el momento está bastante restringido el contenido de THC. No sé si más adelante se va a flexibilizar o no”, dijo Cornejo.

¿Qué pruebas se han realizado hasta ahora?

El laboratorio de la EEA comenzó a realizar pruebas con un equipo portátil llamado GEMACERT que permite realizar una medición aproximada del porcentaje de THC y CBD presentes en cada variedad. Este equipo puede analizar muestras de materia vegetal (flores), extractos y aceites.

Para estos análisis, las empresas que investigan este cultivo en el predio de CANME aportaron la materia vegetal. Así, los especialistas del laboratorio pudieron calibrar el equipo.

“Además, hemos empezado a hacer una comparación de las extracciones con alcohol a baja temperatura, con aceite de oliva, a baño de maría, con agitación, sin agitación. También con un equipo de ultrasonido. Hasta ahora hemos hecho varias comparaciones de las formas de extracción y se está evaluando para comparar cuál de los métodos es más efectivo, cómo se comporta el material vegetal. Hemos hecho análisis de esos aceites de estabilidad oxidativa”, detalló Vanina Cornejo.

Y agregó: “Esos parámetros que vamos evaluando nos hacen ver todas las bondades que tiene el cannabis para aportar antioxidantes, estabilidad a este tipo de aceites y es bastante nuevo porque los materiales se van degradando con el tiempo. Al poder darles más estabilidad y vida útil, esto hace una diferencia muy significativa a la hora de usar por ejemplo un aceite de oliva para un uso medicinal o un uso casero. Por ahí las personas tienen más acceso al aceite de oliva para hacer una extracción de cannabis que un aceite de sésamo que tiene un costo superior”.

“Hay muchas cosas que se pueden ir haciendo y ya hemos empezado a trabajar de esa manera, probando, aprendiendo. Y cuando tengamos el equipamiento instalado vamos a poder hacer toda la parte analítica para brindarle a la comunidad y cualquier persona que en su domicilio prepare algún compuesto lo pueda llevar a analizar”, señaló.

“Para llevar una muestra al laboratorio van a tener que seguir un instructivo que va a estar en la página del INTA. Va a depender de si es material vegetal, aceite u otra composición, el recipiente en el que lo tienen que llevar”, aclaró la Ingeniera.

Investigación

Vale mencionar que, en un principio, el laboratorio va a estar a disposición de las actividades de investigación que llevan a cabo las empresas de CANME y luego para los usuarios particulares. “Cuando lo autorice el gobierno nos vamos a abrir a la comunidad y las personas inscriptas en el REPROCANN”, comentó.

Por último, la investigadora destacó el aporte de CANME para la adaptación del laboratorio y la incorporación de recurso humano calificado en el área.

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