Periferia

3 de Junio de 2021

Coronavirus: Presentan los avances de ArgenVac, la vacuna que desarrolla la UNLP

Los científicos del CONICET a cargo de la iniciativa, Guillermo Docena y Omar Azzaroni, explicarán la importancia sanitaria de contar con vacunas propias para los años que vienen.

En el marco de la semana de la Vinculación Tecnológica, que conmemora el nacimiento del tecnólogo argentino Jorge Sábato, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) presentará el estado de avance en que se encuentra la vacuna ArgenVac, desarrollada por científicos y científicas del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas y Teóricas (INIFTA) y el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP). 

El encuentro “La vacuna ARGENVAC221 y otros desarrollos de la Universidad Nacional de La Plata contra el SARS- CoV-2”, será presentado mañana viernes por los científicos que coordinan la iniciativa, Omar Azzaroni y Guillermo Docena.  

Guillermo Docena es Investigador principal del CONICET, especializado en bioquímica e inmunología, en elIIFP, y Omar Azzaroni es Doctor de la UNLP e Investigador Principal del Conicet- INIFTA. El encuentro tiene por objeto dar a conocer los desarrollos más importantes que se están llevando a cabo en relación a temas de inmunización y diagnóstico contra el SARS- CoV-2. 

Periferia dialogó con el Doctor Omar Azzaroni, quien contó que “contaremos en que estado estamos con el desarrollo de ArgenVac, que está transitando la fase preclínica, trabajando con animales, que tuvieron una respuesta inmune interesante, ahora estamos trabajando en la optimización de la formulación”, y explicó que “ahora estamos armando una “librería” de formulaciones para ensayar las formulaciones con mejor respuesta, pensamos transitar esto y completar la fase pre-clínica en 2021, y esto implica que para el segundo semestre entraremos en la fase dónde con las formulaciones que mejor respuesta dieron vacunamos a los animales y los exponemos al virus vivo”. 

La vacuna Argenvac221 contra el SARS-CoV-2 se encuentra hoy en la etapa pre-clínica y los investigadores buscan llegar a un plan de vacunación en ratones con reacciones adversas mínimas y máxima inmunogenicidad.  

ArgenVac surgió por el trabajo conjunto y colaborativo que llevan adelante los grupos del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA – UNLP/CONICET) y del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP- UNLP/CONICET/CIC), y tuvo su puntapié inicial tras la conformación del grupo “Covid-Exactas”. 

Los colaboradores del proyecto son, además, el Doctor Sebastián Cavalitto, del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI- UNLP/CONICET), el Doctor Javier Santos del Grupo Anticovid de la UBA, y el Doctor Alejandro Aiello del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC -UNLP/CONICET). 

Docena es uno de los directores del proyecto y explicó que “esta iniciativa surge de trabajos previos de colaboración del INIFTA y el IIFP desde el 2018, en los que se sumaron capacidades complementarias para el desarrollo y optimización de inmunoterapias para enfermedades inflamatorias y enfermedades infecciosas”.  

¿Cuándo iniciaría la fase en humanos? 

En esas investigaciones, el grupo del Doctor Omar Azzaroni aportó un sistema adyuvante basado en la tecnología de nanopartículas.  

Azzaroni, doctor en Química e investigador principal del CONICET, le explicó a Periferia que “lleva muchos meses pasar de una etapa a otra porque ahora, por ejemplo, estamos haciendo, en paralelo, el plan de vacunación en animales”, y explicó que “un plan de vacunación con una primera y segunda dosis a los 20 días es la que da la mejor respuesta en animales”, y eso hay que testearlo hasta encontrar la respuesta inmune más considerable.  

“Esto lleva todo un proceso de optimización, no sólo de la formulación, sino también del plan de vacunación”, explicó Azzaroni, y dijo que “si todo sale bien la fase en humanos será en 2023”. Se está optimizando el plan de vacunación en ratones de manera de llegar a un plan de vacunación con reacciones adversas mínimas y máxima inmunogenicidad. 

Docena, por su parte, expresó: “Se están ajustando diferentes variables de manera de generar los mecanismos efectores de protección deseados para llegar finalmente a los ensayos de desafío. En ellos se vacunarán los ratones y luego se evaluará si al exponerlos al virus vivo del SARS-CoV-2 los animales se enferman o no. Para esto debemos utilizar ratones especiales, genéticamente modificados y esperamos poder realizar estos ensayos durante el corriente año”. 

“Recién una vez superada esta etapa estaremos en condiciones de analizar la posibilidad de aplicar la vacuna en un ensayo clínico de fase 1, es decir en humanos”, remarcó el científico de la UNLP. 

¿Por que es estratégico contar con vacunas propias para los próximos años? 

Omar Azzaroni se refirió a la importancia de contar con una vacuna de producción local para los años subsiguientes de evolución de la pandemia de coronavirus, luego de que hayan pasado los primeros acuerdos con los laboratorios para inmunizar masivamente a la población. 

“Hay que pensar en el mediano plazo, porque vamos a tener problemas post-pandémicos“, dijo Azzaroni, y sostuvo que “el año que viene la gente vacunada va a comenzar a transitar infecciones porque esas vacunas (la Sputnik, Pfizer, AstraZeneca, Sinopharm), fueron desarrolladas pensando en la identificación genética de una especie particular donde vos tenés una cepa nueva con estilos de identificación genética diferente dónde tiene una estructura protéica diferente la spike, y eso te va a llevar inexorablemente a tener que adaptar la vacuna para una cepa nueva que tiene ya muchas mutaciones”. 

“Cuando eso pase vos ya tenés que tener instalada una vacuna que en pocos meses vos puedas reconfigurar la matriz de la vacuna para adaptarla a una cepa nueva, y así está diseñada ArgenVac”, explicó Azzaroni, pero además explicó que “otra cosa importante es el tema de la conservación por la heterogeneidad de capacidades infraestructurales que existen en el país para refrigerar, por ejemplo, una partida de vacunas a 80 grados bajo cero”. 

“La vacuna ArgenVac está pensada para que se refrigere en una heladera común, que vas y comprás en una casa de electrodomésticos”, dijo Azzaroni y agregó que “se pensó en una vacuna que proteja a la gente, que la podamos almacenar en cualquier lugar de la Argentina”. 

El escalado de la producción 

Azzaroni explicó que para la etapa de escalamiento de la producción ya existen diálogos con actores privados que permitirían multiplicar la producción de la vacuna ArgenVac, una vez que se haya superado, o bien durante el transcurso de la fase de prueba en humanos a gran escala (Fase 3).  

“Los ensayos de fase clínica cuestan miles de millones de dólares y el privado tiene capacidad de producir la vacuna”, explicó Azzaroni, aunque afirmó que “si bien son incipientes los diálogos, están bien encaminados”. 

“La idea es ingresar en la fase clínica acompañados de un privado con la intención de armar un consorcio público-privado donde el ámbito público desarrolle la vacuna y le transfiere la tecnología al ámbito privado”, le dijo Azzaroni a Periferia. 

La tecnología utilizada por ArgenVac 

Sobre el proceso de desarrollo y la tecnología que serán utilizados para la producción de la nueva vacuna con el sello de la UNLP, el Doctor Docena describió: “las vacunas contra el COVID-19 conocidas hasta hoy se han diseñado en base a dos tipos de plataformas: las basadas en el empleo de proteínas (proteínas, fracciones de proteínas y virus completo muerto), y las basadas en el empleo de ácidos nucleicos (vectores virales, vacunas a ARN).  

A modo de ejemplo algunas de estas vacunas son: Sinopharm (virus muerto), Sinovac (proteínas virales), Moderna o Pfzier/BioNtech (ARN) y Sputnik V o AstraZenaca/Oxford (vectores virales). 

“En este proyecto seguiremos la estrategia basada en el empleo de proteínas virales, específicamente fracciones de la proteína S, encapsulas en nanopartículas. La proteína S se encuentra en la cubierta del virus y es la estructura que el virus emplea para poder invadir las células blanco (células del epitelio nasal y pulmonar principalmente). La proteína S se une al receptor de angiotensina 2 o ACE 2 e ingresa a la célula que le permitirá dividirse o multiplicarse para luego invadir otras células”, detalló Docena. Y añadió: “actualmente estamos estudiando distintos protocolos de administración de la vacuna. Básicamente lo que buscamos, como en la totalidad de las vacunas para COVID-19, es inducir la generación de inmunidad protectiva y generación de anticuerpos específicos de la proteína S para bloquear la entrada del SARS-CoV-2 a las células blanco del organismo. También se busca la producción de linfocitos de memoria para la inmunidad protectora en el tiempo”, concluyó el científico. 

Para participar de la reunión, pueden ingresar con el ID 914 3777 9829 (código de acceso 849813)

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