Periferia

3 de Agosto de 2020

Coronavirus: crean un horno convectivo para la reutilización de barbijos

Es un desarrollo público-privado entre el IPATEC (CONICET), la Universidad Nacional del Comahue y el Grupo PSA Argentina, para generar soluciones que mitiguen el contagio por COVID-19.

Un equipo conformado por investigadores e investigadoras del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC) del CONICET y la Universidad Nacional de Comahue (UNCo), desarrollaron un horno convectivo que permite la reutilización de barbijos.  

El desarrollo, que fue posible tras la articulación entre el centro de investigación, la UNCo y el área de Ingeniería de la empresa PSA Argentina, consta de un dispositivo para la reutilización de barbijos, y, desde la empresa, anunciaron “la producción de hornos para ser donados a instituciones públicas”.  

La articulación partió de un informe realizado por los investigadores del IPATEC, en el que se analizaba y recopilaba información científica con el aporte de expertos epidemiólogos sobre los posibles beneficios que podía generar el uso comunitario de máscaras caseras como medida complementaria ante el COVID-19.  

Además, contaba con un análisis sobre los diferentes materiales, limpieza y re-utilización de los barbijos, así como la eficiencia, comodidad y durabilidad dependiendo del tipo de material con que se realizan.  

Tras concluir que los materiales evaluados tenían una alta eficiencia para la retención del virus, la empresa “Groupe PSA Argentina” contactó a los microbiólogos e ingenieros del IPATEC en busca de un trabajo conjunto. 

Articulación público-privada

“A raíz de ese informe, la empresa Peugeot Argentina, en función de la gran cantidad de empleados que tiene ?que ronda el millar?, comenzó a evaluar la manera de producir los barbijos para equipar a sus trabajadores en el contexto laboral”, relató Diego Libkind, Director del IPATEC. 

La compañía comenzó analizando la alternativa de producir cantidades industriales de barbijos porque en su idea se trataba de un producto descartable y presentaron la consulta a los investigadores para diseñarlos de manera adecuada. 

Fue así que, desde el Instituto, se constituyó un equipo coordinado por el Dr. Luis Juanicó para ofrecer asesoramiento a la empresa, surgiendo la propuesta de crear este horno de reutilización de barbijos.  

Reducción de costos

Desde la empresa explicaron que la implementación del horno de reutilización de barbijos permitirá disminuir considerablemente los costos asociados al consumo de material sanitario utilizado para la prevención del COVID-19.  

El tiempo de trabajo que insumió la propuesta, hasta ahora, fue de casi seis semanas para la realización de cálculos y pruebas necesarias que posibiliten un sistema confiable capaz de descontaminar completamente las mascarillas para su pronta reutilización. 

“En función de eso, se empezó a charlar sobre cuestiones alternativas considerando que una producción de esa cantidad de barbijos y después de descarte sería de impacto ambiental muy fuerte, además del costo que implica la fabricación y así es que apareció la idea de desarrollar alguna estrategia de reutilización”, agregó Libkind. 

Según el científico, hay varias formas de descontaminar los barbijos y una de ellas implica obviamente la aplicación de calor: por esa vía se planteó un trabajo conjunto entre ingenieros, técnicos y diseñadores de la empresa junto con ingenieros y microbiólogos del Ipatec para diseñar un horno que cumpliera ese rol sanitizante. 

Este horno, a través del calor seco cercano a ochenta grados y un sistema conectivo, que le permite que la temperatura sea homogénea en todos los puntos del compartimento, puede descontaminar más de cien barbijos por hora, resolviendo la higiene y el cuidado del ambiente al mismo tiempo para los empleados de la empresa. 

“Gracias a esta interacción, lo que se planteó fue tratar de hacer un diseño de bastante fácil acceso, sin complejidades tecnológicas pero eficaz, y dejando los datos más importantes del equipo abiertos para que cualquier interesado, empresa o individuo, lo pueda utilizar para hacer su propio horno de reutilización”, dijo el biólogo. 

Donación a instituciones

Por otro lado se planteó que la empresa fabricará un número mayor de los hornos de los que necesita, para donar los restantes a instituciones públicas: “Ese fue el acuerdo del intercambio”, aseveró Libkind. 

“La fabricación del horno quedará en manos de la empresa y no del Ipatec, pero poniendo a disposición tanto los planos como los detalles del diseño de manera que cualquiera pueda replicarlo sin más costo que el de los materiales y la fabricación en sí”, agregó el investigador. 

Mientras un instituto del Conicet y de la CONEA en Bariloche van a certificar que los ciclos de calor que se le va a imponer con estos hornos efectivamente no perjudiquen la mecánica de los barbijos de mayor demanda en salud, que son los N95, y definir un número máximo de reutilizaciones posibles para este tipo de barbijo. 

“Con esta información y estos protocolos que surgirán de este estudio se podrá donar, seguramente, no solo el equipo, sino la forma de uso y la certificación de efectividad a las instituciones de salud que requieren mayor rigurosidad”, agregó a Télam el científico. 

PSA y el IPATECA 

Groupe PSA es una empresa fabricante de automóviles y “soluciones de movilidad” que trabaja con marcas como Peugeot, Citroën, DS, Opel y Vauxhall. El Ipateca (Unco-CONICET) es un Instituto creado conjuntamente por dos instituciones de amplia trayectoria en la región Patagónica como son la Universidad Nacional del Comahue y el CONICET, que han tenido en cuenta las necesidades de los sectores científicos y productivos. Está dedicado a tareas de índole práctica en áreas de biotecnología y geología ambiental aplicada entre otras.  

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