La presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Ana Franchi, la rectora de la Universidad Nacional de Río Cuarto Marisa Rovera firmaron, junto a la empresa Biofeed Tech S.A.S. representada por su presidente Guillermo Giraudo, la licencia de levaduras probióticas para el desarrollo de aditivos biológicos. La tecnología fue desarrollada bajo la dirección de la investigadora del CONICET -UNRC Lilia Cavaglieri, con la colaboración de las investigadoras Alejandra Magnoli, Valeria Poloni y Verónica Alonso.
El desarrollo consiste en la gestación en laboratorios y la multiplicación a escala industrial de un microorganismo con características probióticas que mejoran la salud intestinal y reducen el colesterol, entre otros beneficios. Además, estos probióticos pueden ser utilizados para la producción animal y reemplazar a los antibióticos como promotores del crecimiento, mejorando el bienestar del ganado.
Conocimiento para la productividad y la salud
Franchi felicitó al equipo de investigadoras, que tiene una trayectoria de más de quince años publicando y aportando conocimiento científico en el tema, y sostuvo: “El primer producto del CONICET es la gente que formamos, sabemos de su responsabilidad, trabajo en equipo y son un orgullo para la institución, porque el desarrollo de una tecnología transferible al mercado es un trabajo de años que implica desde la formación de recursos humanos hasta el diálogo con las empresas para arribar a los acuerdos y avances que permitan tecnologías amables con el ambiente y con la comunidad en general”.
Por su parte, Cavaglieri destacó la importancia de vincular al sector público, privado y al científico: “Es el virtuoso triángulo de Sábato, donde existen las mayores proyecciones y búsqueda de estos desarrollos que nos enriquecen profesionalmente y personalmente. Yo tengo casi 150 artículos publicados, me siento satisfecha, pero ¿qué le deja uno a la sociedad? Y, en este caso, se trata de probióticos que hoy se destinan para mejorar sanidad y productividad en animales y principalmente como reemplazo de antibióticos promotores del crecimiento”.
Acuerdo público-privado
Los acuerdos públicos-privados entre estas instituciones implicaron la introducción en el mercado nacional de un producto que hasta el momento había sido importado con valores costosos, debido a la escasez de su desarrollo en el mundo. “Cuando creamos la empresa de base tecnológica BioFeed y nos asociamos con Lilia, forjamos un producto validado que tiene todo el respaldo científico y proyecciones importantes. Hace más de seis meses se decidió armar una planta de biotecnología en la provincia de Córdoba, con la última tecnología para la producción de probióticos, ya que en Argentina no es fácil encontrar quien los produzca con la tecnología que nosotros queremos, y en poco menos de cincuenta días se empieza a levantar la planta, con un laboratorio a la vanguardia y cercano a la Universidad Nacional de Río Cuarto, ya que para nosotros es importante esos acuerdos y, como privados, aplaudimos esas articulaciones para generar proyectos que son buenos para el país y nos permiten crecer como sociedad”, afirmó Giraudo.
Cabe destacar que Biofeed Tech S.A.S. es la primera Empresa de Base Tecnológica reconocida por el CONICET en la provincia de Córdoba. Además, gracias a un convenio celebrado entre Consejo y la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba en 2022, las cepas probióticas producidas por la empresa podrán recibir certificación de cumplimiento del Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los recursos genéticos y participación Justa y equitativa en los Beneficios que se deriven de su Utilización.
Estuvieron presentes en la firma de convenio para la licencia de tecnología, la directora del CCT CONICET Córdoba María Angélica Perillo, la secretaria de extensión y desarrollo de la UNRC Fabiana D´Eramo y el vinculador responsable de la OVT de Córdoba, Daniel Majul.
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