La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires pusieron en marcha un plan estratégico para desarrollar vehículos eléctricos destinados al transporte público de pasajeros en la región.
En este sentido, la Facultad de Ingeniería de la UNLP apunta a transformar 20.000 buses que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) a cero emisiones.
“Cada año 2.000 unidades, el 10% de la flota, dejan de circular porque llegan al fin de su vida útil, que son diez años”, explicó Guillermo Garaventta, investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) y miembro del Centro Tecnológico Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, al portal Movilidad.
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“Apostamos a reconvertirlos a eléctricos y generar un horizonte de diez años más a un costo muy inferior en comparación a lo que costaría comprar uno nuevo desde el exterior. Mientras que una conversión puede costar 150.000 dólares, adquirirlo son 450.000.”, aseguró.
Buses cero emisión
Por otra parte, cabe destacar que actualmente la UNLP trabaja en un bus cero emisiones junto a la empresa Nueve de Julio. Si bien aún no hay fecha definida para que entre en circulación, se espera que comience a funcionar en el corto plazo.
La unidad ya fue comprada, se está desarmando para quitarle peso y así agregarle el de las baterías, que son unos 3.000 kilos. Es por ello que se descarta la caja de cambio, los tanques de combustible y otras partes que no sirvan.
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“El objetivo no es llegar a un plazo sino a un objetivo. La Nueve de Julio está poniendo a trabajar gente fuera de horario y desde la UNLP los mismos profesionales que dan clase se trasladan a cooperar con el proyecto. Lo estamos haciendo con mucho esfuerzo de todas las partes”, indica el Ingeniero.
Esta iniciativa surgió a partir de la reconversión de un primer bus eléctrico de tamaño pequeño que circula por La Plata pero sin pasajeros, dado que el motor no cuenta con la potencia necesaria.
“El decano de la Facultad de Ingeniería, Marcos Actis, y el presidente de la Nueve de Julio comenzaron a trabajar en conjunto. Nosotros teníamos comprados algunos motores eléctricos de alta potencia y paquetes de pilas sueltas destinados a la construcción de un micro fabricado íntegramente en la facultad. Pero como surgió esta cooperación, Actis optó por realizar las pruebas primero”, sostiene Garaventta.
Y añade: “Así que empezó a trabajarse colocando los motores que, si bien no son de las potencias necesarias, permitieron definir ciertos parámetros, mover la unidad y determinar los números en potencia eléctrica y en energía eléctrica de las baterías, claves para movilizar un bus de aplicación real”.
¿Cuáles son las barreras a las que se enfrentan?
Si bien el objetivo es producir más unidades, Garaventta reconoce que “depende de cómo evolucione la economía del país”. “En este momento muchos de los materiales que utilizamos se compran afuera en dólares. Las baterías, las pilas y los motores aún no se fabrican acá. Aunque los motores podrían desarrollarse en Argentina, no hay motivo para que las compañías lo hagan porque para captar el interés de un empresario debe haber una demanda de entre 100 y 150 por año”, explica el Ingeniero.
Otra dificultad a la que se enfrentan se vincula con la infraestructura de carga. “El cuello botella no es el uso de las baterías sino cómo cargarlas. Cada vez que una compañía enchufa un colectivo, el impacto que genera en la red es importante. Entonces, debemos estudiar cómo distribuir la carga”.
Nota original publicada por el portal Movilidad