El secretario de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, firmó un acuerdo para impulsar el desarrollo de la bioeconomía en América Latina y el Caribe.
El acto se realizó junto al director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agrícultura (IICA), Manuel Otero.
De esta manera se busca unificar la coordinación de programas gubernamentales en el sector, y que Argentina se instale como referencia regional.
Entre otros, se apunta a la promoción de experiencias, conocimientos en recursos, procesos, tecnologías y principios biológicos para la producción sostenible de bienes y servicios.
También buscará generar colaboración interinstitucional sobre plataformas virtuales para la gestión del conocimiento, como cursos, talleres y seminarios
“Este acuerdo con el IICA es un hito importante porque la región necesita la interacción coordinada a nivel tecnológico, productivo, sobre la producción de alimentos”, dijo Barañao.
“Estar insertados a nivel regional es una oportunidad para brindar el conocimiento que se genera de Argentina y recibir el aporte de otros países “, agregó el secretario.
Por su parte, Manuel Otero indicó que “desde el IICA estamos impulsando fuerte a la bioeconomía y queremos que Argentina sea cabecera en el tema?.
“Soñamos que la próxima Conferencia Mundial sobre Bioeconomía, la Global BioEconoy Summit, que se hace cada dos años, se haga en Argentina”, dijo Otero.
La firma del convenio se realizó en la Secretaría de Ciencia y Tecnología y estuvieron presentes Pablo Nardone, de la Unidad de Coordinación General de la Secretaría, y Maria Eugenia Tola, responsable del proyecto de Bioeconomía de la cartera.
Por el IICA asistieron el Asesor Especial del Director General, Jorge Werthein, y la especialista de políticas del IICA en Argentina, Edith Obschatko. (Télam)
Bioeconomía y transferencia
La bioeconomía es la categoría con que se define a las actividades que elaboran productos y servicios con una mirada “ecoeficiente y sostenible” de los recursos de origen biológico.
Entre algunas de esas áreas se encuentra la producción de alimentos, productos forestales, bioproductos y la bioenergía.
Todo ellos se obtienen mediante transformaciones físicas, químicas, bioquímicas o biológicas de materia orgánica que impactan en la producción y generación de conocimiento científico.
Es por eso que, potencialmente, se trata de un rubro que, desde el mercado puede “traccionar” la inversión estatal en investigación y desarrollo.
De hecho, la bioeconomía requieren tanto el sector público (impulsor y coordinador) como de los sectores productivos y tecnológicos (movilizadores), y del conjunto del sistema de ciencia y tecnología (generadores de conocimiento y del desarrollo tecnológico).
Claro que para ello el Estado debe encuadrar sus políticas de inversión en ciencia y tecnología por fuera de las contingencias del mercado o de la suerte económica de las empresas.
En ese camino, la bioeconomía puede contribuir al desarrollo económico en muchas áreas de actividad, potenciando la conversión de conocimiento científico en innovación tecnológica.
Impacto en los procesos productivos
Más allá de si se trata del sector agroalimenticio, forestal, recursos marinos, pesca, acuicultura, agua, química o bioenergía, la bioeconomía impacta en los procesos productivos.
Es decir que no se trata de un rubro económico en términos convencionales, sino que es una industria que apunta a volver ?ecoeficientes? los procesos productivos, organizativos y logísticos gracias a tecnologías e innovaciones en diferentes entornos.
Sea por el desarrollo de modelos para el ?secuestro de carbono? que usualmente se libera a la atmósfera; la mejora en la duración de los productos de la madera; la producción de biomasa como materia prima para la industria bioquímica y bioenergética; el conocimiento de la biología y de los ecosistemas marinos para su gestión sostenible o el aumento en el uso de recursos renovables, síntesis de biocombustibles con tecnologías termoquímicas o bioquímicas, la bioeconomía se caracteriza por ser una industria transversal a otras.
La bioeconomía dentro de la economía argentina
Según datos de la Secretaría de Agroindustria, la bioeconomía representaba, en el año 2012, el 15,4% del PIB, con un valor agregado de U$S 72.600 millones aproximadamente.
Allí, el sector primario (agricultura) presenta una participación del 58% del valor agregado y un 8.9% del PBI; y el 42% restante (6.5% del PBI) corresponde a la industria manufacturera.