La empresa mixta Combustibles Nucleares Argentinos (Conuar) exportó a Canadá 260 kilómetros de tubos sin costura de tipo Zircaloy para su uso en reactores nucleares, lo cual representó su segunda exportación de alto valor agregado para estas centrales.
Los tubos son utilizados para reactores tipo Candu (Canada Deuterio Uranio), y Conuar los vendió por un total de US$ 8 millones.
“Argentina en el sector nuclear ha demostrado no tan sólo poder desarrollar la tecnología, sino también poder desarrollar proveedores confiables para el mundo”, destacó esta mañana la secretaria de Energía, Flavia Royon en declaraciones a Télam Radio.
La secretaria remarcó que “el desarrollo de conocimiento de expertos en la materia, así como el desarrollo de proveedores nacionales, también hace posible que podamos estar llevando adelante uno de los pocos reactores modulares nucleares que se construyen en el mundo, con más del 90% de proveedores nacionales”.
“Con esto, una vez más, se demuestra que el sector nuclear no sólo es un sector que Argentina lideró como un proveedor confiable para el mundo, sino que también es un sector que industrializa nuestro país”, sostuvo la funcionaria.
Tubos sin costura curvados
La exportación consistió de tubos sin costura curvados en forma de U, fabricados en aleación 825, los cuales serán utilizados para fabricar intercambiadores de calor del sistema moderador de un reactor Candu, similar al de la Central Nuclear de Embalse.
Los reactores tipo Candu hacen que los tubos de presión trabajen en condiciones de alta exigencia durante toda su vida útil, ya que en su interior se encuentran los canales combustibles en los que se produce el proceso de fisión.
Así, durante 30 años -vida útil del reactor- deben operar a temperaturas de entre 250 y 300 grados centígrados, soportar 100 atmósferas de presión interna y estar constantemente sometidos al flujo neutrónico producto de la fisión del uranio.
“Cualquier reactor del mundo, sea canadiense u otro, tiene que hacer la transferencia del calor del circuito de agua primario, derivado de la fisión del uranio, a un circuito secundario que es el agua que mueve la turbina. Ese vapor está a más de 200 grados y, por lo tanto, los tubos necesitan estar bajo una presión muy importante causada por el calor”, explicó a Télam el presidente de Conuar, Pablo Vizcaíno.
Alto valor agregado
Esto requiere tubos especializados, realizados en base de níquel y tecnología de zirconio, resistentes a la corrosión y las altas temperaturas
“Son caros y de los mejores del mundo. Se usan también porque no se pueden cambiar cada cinco o seis años porque requeriría paralizar y gastar mucho dinero. En Embalse, por ejemplo, duraron 30 años” indicó.
Precisamente, Embalse y el desarrollo de centrales nacionales le brindó la experiencia a Conuar para exportar sus productos al resto del mundo.
“La extensión de la vida útil de Embalse implicó un retorno, después de mucho tiempo, de la importancia de la producción de combustibles y componentes nucleares. Conuar fabricó prácticamente todos los componentes internos de la central de Embalse”, recordó el titular de la empresa.
En el caso de Canadá, Conuar resulto ganadora de la licitación para fabricar los tubos, los cuales serán producidos hasta noviembre del año que viene y dirigidos a la extensión de vida útil de cuatro reactores del Complejo Nuclear Bruce, localizado a orillas del lago Huron, en la ciudad de Ontario.
Exportación a China y canadá
Conuar también exportó recientemente tapones de blindaje (shield plugs) a China, siendo la primera vez que el país exportó productos nucleares al país asiático.
Del mismo modo, fue proveedor de componentes de los reactores Westinghouse en Estados Unidos, una de las principales firmas productoras del área en el mundo, y exportó anillos de sello de cavidad (cavity seal rings), aros de acero inoxidable de compleja construcción que se sueldan a los reactores.
Por otra parte, la empresa argentina, de propiedad mixta, tiene planeada una exportación “muy importante” para este año y el próximo a India de tubos similares a los enviados a Canadá, con otras medidas específicas.
Este pedido –señalaron desde la firma- está cifrado en más de US$ 20 millones y equivaldrá a 340 kilómetros de tubos, con posibilidades de ser ampliado.
Conuar se creó en 1982 a partir de la unión entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dueña del 32,7%, y el Grupo Pérez Companc, dueño del 67,3%.
Con una trayectoria de 41 años en la producción de reactores, tubos y componentes nucleares (como pastillas de uranio) y la concreción de exportaciones a 32 países, sus productos tienen aplicación en los sectores nuclear, aeroespacial, industria química y petroquímica.
Dentro de Conuar se encuentra Fabricación de Aleaciones Especiales (FAE), una fábrica de tubos sin costura realizados con los más altos requerimientos de calidad en su tratamiento, realizados específicamente con materiales resistentes a la corrosión y para procesos críticos.
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