Periferia

22 de Diciembre de 2024

Con nanotecnología, desarrollan un repelente de larga duración que es clave para combatir el Dengue

Es un emprendimiento de investigadores del CONICET y la Universidad Nacional de Hurlingham basado en principios activos nanoencapsulados, que logró apoyo bonaerense a través del FITBA y la empresa Adox.

Un proyecto de investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de Hurlingham para desarrollar repelentes de mosquitos con larga duración consiguió financiamiento en su etapa inicial del Fondo de Innovación de la provincia de Buenos Aires (FITBA), para avanzar el escalado hacia la etapa industrial.

La iniciativa, ideada por el investigador independiente del CONICET, Jorge Montanari, contó con el apoyo del Laboratorio de Nanosistemas de Aplicación Biotecnológica (LANSAB) de la UNAHUR y será impulsado hacia su fase de industrialización por la empresa radicada en Ituzaingó (Provincia de Buenos Aires), Adox.

ADOX se constituyó como la empresa líder dentro del área de cuidados críticos para la salud y se expandió a áreas como alimentos y agroindustria. Hoy, tiene alcance en otros mercados conexos y una amplia gama de productos y desarrollos tecnológicos para diferentes sectores.

Junto a Montanari, se encuentran en el proyecto Marina Turrado, biotecnóloga formada en la UNAHUR y becaria doctoral; Cristian Lillo, como codirector; y los investigadores Natalia Callenni, Luciano Gabbarini, Ana Sanguinetti, Laura Astorga y Emiliano Nicodemo (miembros de LANSAB).

Encapsulados con nanotecnología para mayor duración

En diálogo con Periferia, Montanari explicó que el desarrollo tecnológico de estos repelentes naturales se basa en encapsulados en nanosistemas que hacen que se liberen de modo más prolongado y que protegen a la molécula antes de su liberación. La consecuencia es generar un efecto mucho más largo que los repelentes convencionales al momento de la aplicación.

La clave está en la duración del efecto y en la posibilidad de tener una relación más efectiva de las dosis y a la vez combinar activos naturales que reduzcan o reemplacen al principio activo sintético que se usa hoy en día.

Por qué es clave reemplazar los ingredientes activos sintéticos

Los repelentes de insectos pueden contener ingredientes activos naturales o sintéticos. El problema con los sintéticos, como es el caso de la picaridina, el DEET, la permetrina o el IR3535 es que si no se usa en las proporciones sugeridas puede ser peligroso para niños pequeños si se exponen a él de manera prolongada, o bien puede ser irritante ocular.

Por un lado utilizamos un tipo particular de sistemas nanoparticulados para cargar los principios activos que se utilizan actualmente en los repelentes comerciales protegiendolo, bajando la carga del principio activo dado que está más protegido, haciendo que haya una ´liberación sostenida´ del mismo a lo largo de varias horas para aumentar la eficacia, y por otro lado vamos a encapsular aceites esenciales que ya sabemos que tienen actividad repelente para mosquitos y son ideales para incluirse en estos nanosistemas por sus características aceitosas“, explicó Montanari. Es decir, que harán una combinación de activos naturales y sintéticos pero, también, buscar nuevos compuestos que tengan la acción de repeler a los mosquitos desde la primera aplicación.

Para esto último fabricarán nuevos extractos vegetales y es hacia allí donde irán los fondos obtenidos a través del FITBA.

Este un proyecto que venimos planificando hace diez años. Este año la UNAHUR manifestó interés en desarrollar repelentes para la prevención del Dengue. Así desde el grupo de investigación les planteamos la idea de hacer los repelentes nanotecnológicos“, le dijo Jorge Montanari a Periferia.

La nanotecnología se afirma como disciplina desde la que se enfrentarán los desafíos del futuro.

Soluciones científicas con base en Nano y biotecnología

Marcela Pilloff, la directora del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional de Hurlingham, fue quien le planteó el interés de la universidad en la creación de un repelente para la prevención del Dengue. “Ahí le manifesté mi interés en hacer algo en nanotecnología aplicada que venía siguiendo, y que me encantaba la idea”, explicó Montanari.

La Secretaría de Investigación y la oficina de vinculación tecnológica de la UNAHUR, consiguieron avanzar con Adox en la aplicación del proyecto al Fondo de Innovación Tecnológica del gobierno bonaerense, que con un fondo total de 1700 millones de pesos está respaldando 68 iniciativas científico-tecnológicas con impacto productivo, sanitario, social y ambiental.

El apoyo a estos proyectos es clave, más en un contexto a nivel nacional en el que el desfinanciamiento a programas y proyectos se manifiesta en una crisis sin precedentes para la producción de conocimiento científico y su transferencia a la actividad productiva.

Jorge Montanari, investigador independiente del CONICET a cargo del proyecto.

Adox, una compañía que apuesta a la generación de I+D

La iniciativa tiene el apoyo de la empresa Adox, desde donde buscarán industrializar la iniciativa que podría alcanzar un impacto considerable teniendo en cuenta que la incorporación de nanotecnología extiende la duración del efecto del repelente al momento de ser aplicado y permite el reemplazo de principios activos sintéticos por activos naturales.

ADOX es una empresa que impulsa el desarrollo de proyectos asociados al área médica y de salud, como es la fabricación de respiradores destinados al suministro de anestesia y, en este caso, se asoció con la la propuesta de la Universidad Nacional de Hurlingham para la etapa de escalado e industrialización.

El aporte es clave, más si se tiene en cuenta que en Argentina (y en la región) el impulso del sector privado a procesos de agregado de valor con conocimiento científico es tenue. Al revés de como sucede en los países centrales, el aporte de las empresas en cuanto a incorporación y apoyo a proyectos basados en capacidades de investigación y desarrollo es del 30% en relación con el PBI. Es decir que la I+D es incorporada en un 70% por el Estado Nacional. Así, Adox se destaca como compañía que está en busca de proyectos que tienen alta incorporación de capacidades en ciencia y tecnología para llevarlos hacia “la última milla” de la innovación y convertirlos en productos que se puedan comerciar.

La empresa tuvo una participación importante durante el avance de la pandemia de coronavirus en nuestro país, con la adaptación de los respiradores de anestesia presentes en los quirófanos. Por otra parte, apoyó otras iniciativas como Hybridon, un recubrimiento antimicrobiano para superficies desarrollado una empresa de base tecnológica que nació con el patrocinio de la UNSAM y el CONICET y que está, también, basado en nanotecnología.

Apoyo bonaerense, mediante el FITBA

El desarrollo de este “Nano-repelente” fue reconocido y obtuvo financiamiento en la tercera convocatoria del Fondo de Innovación Tecnológica de Buenos Aires que, en esta edición, estuvo orientada a desarrollar tecnologías que resuelvan problemáticas del sector productivo y fortalezcan políticas públicas provinciales y municipales.

El premio es organizado por el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica con un fondo para financiar proyectos por 1700 millones de pesos a través de aportes no reembolsables asignados a la Provincia por el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

El programa FITBA promueve que universidades e instituciones de ciencia y tecnología desarrollen innovaciones para incrementar la competitividad de las pymes y cooperativas industriales, para aportar al diseño e implementación de políticas públicas, o para resolver problemáticas de los municipios bonaerenses.

Aprovechar el conocimiento para la actividad productiva

Desde su lanzamiento en 2022, el FITBA lleva financiados 118 proyectos de desarrollo tecnológico con impacto en 72 pymes y 46 políticas públicas provinciales y municipales. Y ha vinculado a más de 43 universidades e institutos de investigación con asiento en la provincia de Buenos Aires con las demandas del sector productivo

En esta última edición se presentaron 352 proyectos, una cifra que duplica el número de propuestas recibidas en 2023 y representa un aumento del 170% en relación a 2022. El monto total destinado a las iniciativas, que asciende a $1700 millones, es la mayor inversión en financiamiento provincial para desarrollo tecnológico de la historia.

Los proyectos a financiar involucran a 26 instituciones beneficiarias. Estas incluyen centros tecnológicos de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires, universidades nacionales y provinciales, Institutos del CONICET e incluso organismos nacionales con asiento en la Provincia, como el INTI o el INTA.

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