CanSinoBIO y Laboratorios Richmond —una empresa de capitales argentinos con presencia en la región desde hace más de 85 años— firmaron en 2022 un acuerdo para la producción y comercialización de distintas vacunas y esta es la primera sobre la que se realizó la transferencia tecnológica. La biotecnológica nacional informó que “el acuerdo potencia el desarrollo de conocimiento científico argentino y a su vez, permitirá sustituir importaciones y posicionará al país como referente de vacunas para América Latina”.
“Esta certificación es un paso más que damos en el desarrollo de vacunas con el objetivo siempre presente de velar por la salud de los argentinos. Somos una empresa farmacéutica argentina con presencia en la región que lleva varias décadas apostando a la ciencia, la tecnología y la industria como motores del desarrollo”, destacó Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond.
Además, Richmond anunció que, en este marco, “incorporará en diferentes etapas de producción tecnologías como adenovirus, proteínas recombinantes y ARN mensajero”.
Con el foco en Latinoamérica
Por su parte, el laboratorio argentino tiene el plan de exportar la vacuna a la región latinoamericana.
Convidecia® se encuentra aprobada por la OMS y su eficacia fue evaluada en estudios realizados en distintos países, entre los cuales se encuentra Argentina. Los resultados del estudio principal fueron publicados en la prestigiosa revista The Lancet.
Los datos de los ensayos clínicos mostraron que la vacuna Ad5-nCoV tuvo una eficacia del 58% contra la enfermedad sintomática y del 92% contra la COVID-19 grave.
El laboratorio informó que, en una primera etapa, completará la elaboración en forma local y luego realizará el ciclo productivo completo en la nueva planta VIDA, que se inaugurará este año y será la más avanzada de la región.
“Este año vamos a inaugurar el proyecto VIDA (Proyecto de Inmunización para el Desarrollo Argentino), que se convertirá en la planta de biotecnología más avanzada de la región. Y allí vamos a tener el ciclo completo de elaboración de esta y otras vacunas y de productos biotecnológicos, con el objetivo de proporcionar acceso a nuevos tratamientos al mercado interno, la región y a otros países del mundo”, agregó.
CanSino
El inoculante chino se basa en un adenovirus humano modificado que expresa la proteína Espiga del coronavirus SARS-CoV-2. Se administra en una sola dosis. Fue desarrollado por la empresa CanSino en colaboración con el Instituto de Biología de la Academia de Ciencias Médicas Militares de China originalmente.
La vacuna se aplica en una sola dosis y está recomendada para personas de 18 años y mayores, según la recomendación del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS.
La OMS explica en su web que tanto la vacuna de CanSino como AstraZeneca y Janssen son de “vectores víricos que emplean un virus seguro que no puede causar la enfermedad, pero que sirve de plataforma para producir proteínas de coronavirus con el fin de provocar una respuesta inmunitaria”.
Laboratorios Richmond recordó que, además de su inserción como productora de vacunas, cuenta con más de 80 productos complejos enfocados en antivirales para el tratamiento del VIH y del virus de la hepatitis C (VHC), oncológicos y oncohematológicos, cardiometabólicos y neuropsiquiátricos.
Seguí leyendo:
Richmond obtiene fondos de inversores locales para expandirse en Latinoamérica
CanSino busca que Argentina se convierta en “un centro de producción de vacunas”
Richmond firmó un acuerdo con CanSino, y producirá vacunas para Latinoamérica