La guerra del gobierno de Javier Milei contra las universidades nacionales, contra la comunidad académica en general, y en especial contra la comunidad científica no frenaron el ingreso de nuevos estudiantes, sino que lo aumentaron. La intención del gobierno nacional de situar a las universidades como “nichos de corrupción” y “cajas” de la política sobre las cuales sembrar sospecha parece que no tiene correlato en la realidad de la sociedad que sigue apostando por la educación superior como un horizonte aspiracional de ascenso social.
Periferia se comunicó con la Secretaría de Educación de la Nación, pero desde el área a cargo de la comunicación se negaron a ofrecer la información sobre los datos totales de las universidades, algo que debería ser público. Pues bien, en algunas universidades registran récords y allí reside el motivo de la resistencia libertaria a otorgar cifras. La tendencia se da de manera más marcada en carreras más cortas con rápidas salidas laborales.

Los salarios de docentes cayeron un 70% frente a la inflación desde que asumió el nuevo gobierno, la mayor pérdida salarial en 40 años de democracia. Se cortaron becas, programas de investigación, se frenaron obras, las tarifas de luz ya se cuentan en millones de pesos. Pero a pesar del mileísmo, la crisis socioeconómica y los aumentos en los costos de vida, las juventudes siguen viendo a la universidad como la posibilidad de crecer y desarrollarse. Así lo demuestran los números de inscriptos en 2025 en las instituciones de educación superior, algunas que incluso registraron records. No todo es odio, no todo vale nada.
Un informe de la Universidad Nacional de Hurlingham registra la tendencia:
https://unahur.edu.ar/wp-content/uploads/2024/05/LPE-Informe-1-Matricula-Universitaria.pdf
Las universidades grandes, en inscripción
Al igual que sucede con la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad de Buenos Aires, la más grande en estructura y presupuesto recién abrió la inscripción. Sin embargo, la Universidad Nacional de La Plata recibirá en 2025, a 40 mil nuevos estudiantes que se repartirán en las 150 carreras que dictan. Esto es algo similar al año pasado. Son diez mil inscriptos más de los que se registraban una década atrás.
En la de Rosario (UNR) para este año ya hay 27 mil preinscriptos cuando el promedio era de 19 mil ingresantes. «Dimos un salto histórico», subrayó el rector Franco Bartolacci. La apertura de nuevas propuestas académicas, como Ciencia de Datos, Turismo, Inteligencia Artificial o Diseño de Indumentaria, dispararon el gran aumento de estudiantes: «es la confirmación de que la puesta en marcha de nuevas carreras era una necesidad y la diversificación de las propuestas fue el camino correcto».

UNTreF
La Universidad de Tres de Febrero (UNTREF) es una de las más reconocidas del Conurbano. Se inscribieron casi 5000 aspirantes. “Es un número similar al de los últimos años –apuntan–. La novedad es que el curso que duraba cuatro meses se redujo a dos. Habrá que ver si tiene o no incidencia en la cantidad de aspirantes que se convierten en estudiantes”.
Lic. en Nutrición es la más elegida (13% del total). Algunos datos interesantes: el 34% de inscriptos es de Tres de Febrero, y el 12% proviene de CABA. El 21% tiene familiares a cargo; solo el 14% cuenta con padre o madre con título universitario; el 53% trabaja; solo el 14% tiene prepaga; y uno de cada cuatro inscriptos posee entre 25 y 34 años.
También dan cuenta de otro fenómeno: la educación a distancia. “Tenemos estudios online que ofrece Untref Virtual, ahí se observa un continuo crecimiento desde la pandemia. Se valora la flexibilidad, son más mujeres y la carrera más elegida es para contador”, añaden.
Avellaneda
En la de Avellaneda (UNDAV) alcanzan un número de inscriptos mayor al del año pasado. Así lo cuenta Antonela Capurro, subsecretaria de Administración Académica: “después de transcurrir un año con bastantes dificultades como el 2024, donde tantas veces tuvimos que salir y defender la universidad pública, decidimos hacer un cambio en nuestro ingreso. Los estudiantes en febrero están ya en la universidad, conociendo de qué se trata, en un taller que aborda la vida universitaria y un espacio de ciudadanía que recupera la historia de las universidades, las funciones que tienen a nivel social. Empezando a pensar cómo reconstruimos el discurso y la función de la universidad en nuestro país”.
UNaB
Las universidades del conurbano coinciden en ciertas particularidades: instituciones jóvenes, con carreras concretas que anclan en los territorios, atendiendo a las demandas de cada contexto, que construyen perfiles de egresados para el siglo XXI. En ese sentido, sobresale la de Almirante Brown (UNAB).
En octubre cumplirá diez años. “Ya tenemos más de 400 graduados”, apunta el secretario de Extensión, Ignacio Jawtuschenko. La UNAB enlaza estratégicamente con las necesidades laborales, el Municipio y el sector industrial del partido. Así surgen carreras como Ciencias de Datos, Programación, Logística y Transporte, Automatización y Control, Gestión de Organizaciones, junto a otras muy demandadas como Acompañante Terapéutico, Comunicación Digital y Diseño, y Desarrollo de Producto. Comparado al 2024 ya cuentan con un 15% más de anotados. Ignacio acota: “Tuvimos inscripción récord”.
UNICEN
En la Universidad del Centro (UNICEN) van camino a los 5000 ingresantes, superando los 4649 del 2024. “En años de crisis, lo que suele ocurrir es que hay un cambio en la conformación de la matrícula –reflexionó el rector, Marcelo Aba–. Recibimos algún estudiante menos de afuera de cada sede, porque están los costos de alquileres y de vivir afuera, pero se aumenta el número de los locales, entonces la matrícula tiende a compensarse”.
Se destacan las carreras tecnológicas de Exactas (Tandil cuenta con un clúster tecnológico, donde se asientan empresas internacionales del software), que aportan más de 1000 ingresantes anuales. De hecho, la carrera que más se expandió es la Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas. La subsede de Quequén (Necochea) dictará este año por primera vez la Tecnicatura en Equipamiento Agroindustrial, con una duración de 3 años.
UNS
La Universidad Nacional del Sur (UNS) con centro en Bahía Blanca, es fiel exponente de los efectos de la política libertaria. Con 6882 aspirantes, tiene menos que los 7420 de 2024, pero con una salvedad: hubo menos oferta. Este año no abrieron la inscripción en la licenciatura en Obstetricia, que había tenido enorme aceptación anteriormente. ¿La razón? La falta de personal.
“Obstetricia tiene 1099 estudiantes regulares, de los cuales 700 personas cursan primer año. Al dejar de recibir cargos docentes por parte de la Subsecretaría de Políticas Universitarias priorizamos sostener ese estudiantado”, aclaró Pablo Badr, decano del Departamento de Ciencias de la Salud.
Con 6800 estudiantes, el de Salud es el Departamento más grande de la UNS, aunque sin edificio propio: “teníamos aprobada la financiación para construir una sede de 2100 metros cuadrados, pero fue cancelada por el Ejecutivo nacional –se lamentó Badr–. Ahora tenemos la expectativa de que se cumpla la decisión del Gobierno provincial de incluirlo entre las obras que hará para las universidades nacionales que se encuentran en territorio bonaerense».
El problema ahora para las universidades será cómo responder a la alta demanda sin contar con mayores presupuestos, ante un Gobierno que promueve más ajuste, salarios a la baja y freno de obras de infraestructura. Aún en este contexto, Bartolacci ve un futuro auspicioso: “soy de los que cree que la universidad tiene un potencial enorme y maravilloso. Hay que darla vuelta y provocar una revolución académica, pedagógica y curricular. Eso implica discutir los planes de estudio, los modos de enseñar, los tipos de carreras que implementamos».
UNSAM
La Universidad Nacional de San Martín atraviesa un fenómeno similar. Es que desde hace unos años subió la cantidad de ingresantes y ahora se mantiene estable en alrededor de 7 mil. Se trata de 6879 aspirantes que buscan ingresar a las distintas carreras que este año ofrece la UNSAM. A esta cifra se sumará en marzo la correspondiente a aspirantes de dos nuevas carreras de grado: la Licenciatura en Desarrollo de Software (ECyT) y la Licenciatura en Economía del Conocimiento (EEyN).

Datos recoletactos por Gustavo Sarmiento para Tiempo.
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