La inversión en investigación y desarrollo clínico que realizan empresas privadas aumentó 25% en un año en Argentina, según una encuesta realizada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
La Encuesta sobre I+D del Sector empresario Argentino (ESID) realizada por el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, relevó que 53 empresas con actividades de Investigación Clínica invirtieron 11.708 millones de pesos en actividades de I+D en 2019, equivalente a un crecimiento interanual del 25%.
Cabe destacar que el sector ligado a la salud es, históricamente, el que más dinamiza la inversión privada en Investigación y Desarrollo, con las empresas farmacéuticas a la cabeza.
Su liderazgo comenzó a ser superado en los últimos años por las empresas de software, teniendo en cuenta que se trata de un sector cuya inversión inicial es baja, a diferencia de los laboratorios y farmacéuticas.
En este sentido, la encuesta destaca que estas 53 firmas (farmacéuticas y de laboratorios), que representan el 5% de las que hacen investigación y desarrollo en el país, “concentran el 32,5% del esfuerzo en I+D de todo el sector empresario”, indicó la cartera.
La ESID, recientemente publicada por la cartera de Ciencia y Tecnología, se realiza anualmente desde 2014 con el objetivo de “relevar la inversión en I+D que realizan las empresas radicadas en el país, así como también los recursos humanos afectados a dichas actividades”.
Esta encuesta anual permite “relevar información para construir las estadísticas oficiales de I+D, para entender lo que implica la realización de este tipo de actividades en el sector productivo, identificar los principales sectores que llevan adelante las actividades de I+D y compararnos internacionalmente”, indicó Gustavo Arber, director nacional de Información Científica del Ministerio.
“La importancia que tiene el desarrollo de estas entidades de investigación clínica lo mostró la pandemia con la posibilidad de llevar adelante ensayos clínicos de medicamentos para el tratamiento del Covid-19”, aseguró Arber.
Las vacunas y los insumos médicos impulsaron la inversión
Además, enfatizó la importancia de “avanzar a instancias que implican un gran esfuerzo como las de testear la efectividad de cualquier medicamento que se desarrolle para la aplicación en las personas”.
En este sentido, Susana Baldini, directora médica de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme), expresó que “investigar medicamentos y vacunas en el país, para Covid-19 o para cualquier otra enfermedad, trae múltiples beneficios, tanto para los pacientes, como para la formación de los profesionales de la salud involucrados y para la economía en su conjunto”.
El informe detalló que casi el 64% de las empresas de investigación clínica “realizan sus actividades con fondos provistos por sus casas matrices ubicadas en el extranjero”.
Al respecto, Baldini dijo que esta inversión extranjera “se traduce en un ingreso genuino de divisas al país, producto de la exportación de servicios”.
Arber resaltó, también, que hay “un número importante de empresas nacionales que están llevando adelante actividades de investigación clínica” y que la idea es “generar un abanico cada vez más amplio de empresas y sectores que inviertan en I+D”.
Alimenticias, Químicas, de Semillas, con inversión a la baja
El informe indicó que un total de 2.751 personas trabajan en Investigación Clínica, sector que moviliza el 16,2% de los recursos humanos que realizan actividades de I+D en el total de empresas del país.
Por último, en cuanto a la evolución de la I+D en el sector privado en general, Arber dijo que aún no se puede “determinar cómo ha impactado la pandemia” en lo que refiere a investigación clínica, y consideró que “seguramente ha crecido en términos reales, ya que ha tenido una actividad mayor con el testeo de algunas vacunas y otras actividades”.
Sim embargo, el registro del informe elaborado por el área de Estudios y Prospectiva del Ministerio de Ciencia, destaca que las empresas de Alimentos, de Semillas, Químicas y de Servicios de I+D, mantuvieron una constante tendiente a la baja de la inversión, en el sector privado.
