La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) alertó este miércoles de la escasa inversión en ciencia y tecnología en Iberoamérica, que solo representó en 2020 el 0,81% del PIB de la región, de acuerdo a un informe auspiciado por ese organismo regional y la Unesco.
Se trata del informe anual “El estado de la ciencia”, publicado por la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT), en el que han participado la OEI y la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de la Unesco.
El estudio, que recopila la información estadística más actualizada en esos ámbitos, ofrece datos sobre la inversión en I+D de Iberoamérica en 2020 que fue de 89.000 millones de dólares, lo que significó un crecimiento del 16% con respecto a los más de 77.000 millones que la región invirtió en 2011, según señala la OEI en un comunicado.
Más bajo en América Latina y el Caribe
Este monto, sin embargo, representa solo el 0,81 % del Producto Interior Bruto (PIB) iberoamericano, cifra que cae al 0,65 % si solo se mira a América Latina y el Caribe.
El informe indica que la inversión regional iberoamericana en ciencia y tecnología representa solo el 2,3 % del total mundial y que, al contrario del resto de regiones del mundo, durante 2020, Iberoamérica tuvo una caída en su inversión del 3 %, en relación con 2019.
Esta caída, atribuida a los embates de la pandemia por la covid-19, representa el 6 % cuando se trata solo de los países latinoamericanos y caribeños que se caracterizan, además, por un fenómeno de concentración de recursos en Brasil, México y Argentina, que engloban el 84 % de la inversión total.
Asimismo, se pone de manifiesto que, en 2020, el 54 % de la inversión fue financiada por los gobiernos y el 40 % por las empresas, mientras el 6 % restante correspondió a otros sectores.
En cuanto a quién ejecuta los recursos de ciencia y tecnología, el estudio evidencia una distribución distinta, donde los gobiernos ejecutan el 19 % de los montos financiados, mientras que las instituciones de educación superior y las empresas el 33 % y 46 %, respectivamente.
Al igual que lo que ocurre con la inversión en I+D, la región muestra una distribución de recursos humanos muy desigual entre los países. Brasil y España concentran la mayor cantidad de investigadores, seguidos de Argentina.
En 2020, la cantidad de mujeres que trabajan como investigadoras fue menor al 50 % en la mayoría de los países de la región. Solo Argentina, Uruguay y Venezuela tienen más mujeres entre su recurso humano investigador. EFE