Periferia

30 de Julio de 2020

Fernando Peirano: “Cuando el conocimiento se une con la producción tenemos una potencia muy grande”

El presidente de la Agencia I+D+i se refirió a la relevancia que están cobrando las empresas de base tecnológica nacionales, en la pandemia, y ante el lanzamiento de una nueva convocatoria para estimular su expansión.

Por Estefanía Cendón

A fines de marzo de este año la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) presentaba la Convocatoria a las Ideas-Proyecto (IP) COVID-19. La iniciativa abría la posibilidad de financiamiento para desarrollar proyectos realizados por investigadores del sistema de Ciencia y Tecnología y también empresas de base tecnológica (EBT) nacionales. 

Los proyectos presentados fueron orientados en el estudio, diagnóstico, control, prevención y el tratamiento de la COVID-19. Según confirmó la secretaría, el monto destinado a esta convocatoria fue de 265.330.000 pesos contemplando los 54 proyectos que ya se encuentran en marcha y los cinco que fueron sumados por consideración. 

Entre las iniciativas seleccionadas, las EBT alcanzaron un rol protagónico mostrando su versatilidad, capacidad de adaptación y respuesta a las necesidades surgidas como consecuencia de la pandemia. Capacidad de respuesta equiparable con la desarrollada por los países centrales, con el plus que representa haber logrado resultados óptimos tras el derrumbe presupuestario sufrido por el sector científico y tecnológico a lo largo de la gestión macrista. 

“Buscamos que la Agencia I+D+i vuelva a ocupar su rol en el sistema. Ante la falta de acompañamiento político se había desdibujado esta función principal que es transformar el compromiso y las capacidades que existen en Argentina, dentro del sistema de Ciencia y Tecnología, en soluciones aplicadas. Ampliar las oportunidades de empleo y también la oferta de bienes y servicios”, afirmó Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i.

Peirano definió a la Unidad Coronavirus COVID-19, conformada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el CONICET y la Agencia I+D+i, como una instancia que permitió ampliar la “caja de herramientas” con la que el Estado salió a dar respuestas ante el actual contexto. Asimismo, destacó el rol de las EBT en este proceso: “Muchas iniciativas dieron resultados: desde los kits rápidos de diagnóstico, hasta tratamientos como el plasma hiperinmune y elementos de protección provenientes de distintos campos. Cuando el conocimiento se une con la producción tenemos una potencia muy grande”.

RedoblAR la apuesta

La convocatoria IP COVID-19 permitió poner el foco sobre un sector con posibilidades de expansión a nivel local e internacional. También cabe destacar que en los últimos años las EBT se han convertido en un ejemplo de colaboración exitosa entre la industria y las universidades, abriendo posibilidades de inserción laboral para los estudiantes de carreras vinculadas al sector científico-tecnológico.

“Nuestra función como Agencia no es sólo aportar financiamiento, también estructurar iniciativas. Somos un país con recursos naturales importantes, una tradición productiva apoyada en el agro y la industria y el beneficio de contar con un sistema de Ciencia y Tecnología. Es clave enlazar estas tres piezas. En ciertas pymes, universidades e instituciones las EBT pueden ser un espacio común que permita esa conexión”, sostuvo quien preside la institución.

Las Idea-Proyecto surgidas ante la pandemia parecen constituir la antesala de una convocatoria que la Agencia I+D+i lanzó la semana pasada, a través del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) dirigido por Laura Toledo. Esta nueva iniciativa está orientada puntualmente a las EBT que podrán presentar proyectos destinados a construir nuevas capacidades nacionales en sectores dinámicos, desarrollando innovación en productos, procesos y servicios.

“Tenemos que saber cómo financiar y promover la ciencia y la tecnología. Las EBT deben tener su especificidad y por eso el FONARSEC les da este respaldo. Abrimos una convocatoria que busca construir capacidades nacionales en sectores de alta demanda y rápido crecimiento, fomentar proyectos que traduzcan resultados de investigaciones de laboratorio en el desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios de base científico tecnológica”, fueron las palabras de Toledo en el marco de la apertura de la nueva convocatoria.

ADN de la iniciativa

El FONARSEC financiará bajo la modalidad de Aportes No Reembolsables (ANR), subsidios, sumas que van desde los 4.000.000 hasta los 16.000.000 de pesos por proyecto. En total, el Fondo dispone de 200.000.000 de pesos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), siendo que la convocatoria no presenta topes por rubro siempre que los proyectos estén alineados con los objetivos que plantea la propuesta.

La directora del Fondo Argentino Sectorial mencionó: “Contaremos con un consejo asesor y es de destacar, como novedad, que los proyectos puedan ser presentados 100% en forma digital vía trámites a distancia (TAD). También logramos simplificar junto al BID los procesos de adquisiciones”.

Serán priorizadas aquellas iniciativas vinculadas a sectores o actividades ligadas con soluciones novedosas que se expresen a través de productos, procesos o servicios orientados a: distanciamiento físico; diagnósticos o nuevos tratamientos; prevención o monitoreo; nuevos dispositivos o recursos de protección personal; nuevas aplicaciones o recursos digitales aplicados a trabajo, educación, comercio, transporte o salud. 

De igual manera las iniciativas deberán encuadrarse dentro de uno o varios de los siguientes campos tecnológicos: Nanotecnología, nuevos materiales, Biotecnología Moderna, Ciencias Ómicas (Genómica, Proteómica, Transcriptómica y Metabolómica), Bioingeniería e Ingeniería Biomédica, Bioinformática, sistemas embebidos, Mecatrónica e Inteligencia Artificial.

¿Quiénes serán los beneficiarios y cuáles son los plazos de ejecución?

La convocatoria contemplará a EBT nacionales, con 8 años de antigüedad como máximo, cuyo personal esté directamente involucrado en proyectos de I+D acreditados en instituciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. También la iniciativa incluye a empresas nacionales en formación cuyo personal esté directamente asociado a proyectos de I+D acreditados en instituciones del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. De resultar adjudicada una propuesta para este último caso mencionado, la empresa contará con hasta seis meses para formalizar su situación y quedar constituida. 

Los proyectos tendrán un plazo máximo de ejecución técnica y financiera de 12 meses, contados a partir de la fecha de la firma del contrato. “La evaluación de los proyectos no sólo contempla los antecedentes de innovación, también deberá existir una coherencia entre el alcance, los costos planteados y plazos proyectados. Asimismo, serán parámetros de análisis los resultados económicos comerciales de los proyectos así como la sostenibilidad del proyecto con el ambiente”, especificó Laura Toledo.

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