Desde sus comienzos en 2017, los fondos de coinversión implementados por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender financian a emprendimientos en estadíos iniciales con la condición de tener asimismo un inversor privado.
Es una de las herramientas claves que están en observación en el resto de las provincias, por el impacto y la captación de conocimiento científico desde el sector privado.
El programa implica convocar a un inversor ángel o una institución de capital emprendedor, es decir, una institución jurídica, fondo o fideicomiso constituído en Argentina con el objetivo de aportar recursos a un conjunto de emprendimientos, y por ende, a constituirse como co-inversores.
El inversor privado debe tomar participación en el capital social de la startup (presente o contingente del futuro). Mientras que, la Agencia apoya con la herramienta de Asistencia Financiera a Mejor Fortuna (AFMF), debiendo devolver los fondos recibidos sólo si ocurre un evento de liquidez durante los primeros 5 años.
72 emprendimientos
Es en este marco, que la Agencia junto al sector privado coinvirtió en 72 emprendimientos de la provincia de Córdoba. El financiamiento público a los 72 emprendimientos fue de 2,4 millones de dólares y el privado de 5,2 millones de dólares. En otras palabras, por cada dólar que aportó la Agencia, el sector privado duplicó su apuesta, invirtiendo 2,2 dólares.
En este sentido, el 80% de las coinversiones se realizó con inversores ángeles, con un ticket medio de 64.500 dólares por emprendimiento. En las restantes coinversiones participaron instituciones de capital emprendedor, cuyo ticket medio fue de 106 mil dólares.
El hecho de ser beneficiarios de los fondos constituye una buena señal, que genera confianza y seguridad al momento que las startups enfrentan futuras rondas de inversión. En efecto, el 44% de los coinvertidos volvió a levantar capital luego de la intervención de la Agencia, y la mitad de ellos lo hizo en más de una oportunidad.
El perfil de las startups invertidas
Con respecto al modelo de negocios, el B2C (empresa a consumidor final) es el menos frecuente entre los emprendimientos, ya que lo tienen solo 1 de cada 10. Mientras que, el formato B2B (empresa a empresa) se observa en 4 de cada 10 casos. De esta forma, el que más se da entre las startups es el B2B2C.
Teniendo en cuenta la vertical principal en la que se clasifican los 72 emprendimientos apoyados por la Agencia, se contabilizan al menos 18 verticales diferentes. Sin embargo, 5 de ellas totalizan casi el 70%. Estas son Agtech, Health Tech, Biotech, E-Commerce y Sas/Enterprise.
Dentro de este universo de startups, algunas fueron coinvertidas hace más de 5 años y otras fueron apoyadas recientemente. Muchas lograron consolidar una trayectoria positiva en su desarrollo, mientras que otras cerraron (7 en total) y otras aún se encuentran en un estadío inicial. Es por ello que, si bien estos fondos apoyan a las startups en estadío semilla, en la actualidad coexisten emprendimientos en diferentes estadíos y también con distintos grados de desarrollo de sus mercados. En este sentido, el 70% de los emprendimientos tenían 2 años o menos al momento de recibir el apoyo de la Agencia.
En el mercado interno y la región
Cuando se analiza el mercado alcanzado, 1 de cada 10 emprendimientos no realiza ventas aún, mientras que en el otro extremo, también 1 de cada 10 tiene clientes fuera de América Latina, A su vez, el 40% de los coinvertidos exporta a países de Latam, y el resto, tiene ventas a nivel nacional.
Por otra parte, los socios fundadores de los emprendimientos coinvertidos son, en su mayoría, varones. De un total de 180 founders, solo 18 están representados por mujeres. Aún así, la participación femenina mejora entre los miembros de los equipos de trabajo, allí el 44% es mujer.
En lo que respecta al empleo, se caracteriza por demandar mano de obra calificada, con una alta participación de profesionales con título universitario y, por lo tanto, con salarios que se encuentran por encima de la media del mercado. Los equipos de trabajo de las startups coinvertidas están conformados, en promedio, por 16 personas sin tener en cuenta a los fundadores. Éstos, por su parte, suman en promedio 2,5 personas más por emprendimiento.
Emprendimientos coinvertidos
El valor de los emprendimientos coinvertidos y de la cartera “teórica” de la Agencia son indicadores que permiten dimensionar el alcance y el impacto de estos Fondos de Coinversión.
Debido a esto, se relevó la valuación de los emprendimientos coinvertidos. Para esto, se tuvo en cuenta que 7 startups cerraron y de otras 13 no se dispone información. De esta manera, se tomó el dato de 14 emprendimientos al momento de coinversión y de los 38 restantes se sumó la valuación actual, lo cual se obtuvo como resultado un valor total de 242 millones de dólares en 52 startups.
Si la Agencia hubiera tomado equity en la misma relación en la que lo hicieron los inversores privados con los que coinvirtió, ajustando la participación por monto invertido, la cartera de la Agencia tendría un valor de 13,3 millones de dólares.
“Desde la Agencia apostamos y creemos en la articulación público-privada para financiar startups, y así aportar a la innovación y el crecimiento del ecosistema de emprendimiento de la provincia de Córdoba. Además, esto representa una invitación para que las instituciones de capital de riesgo y los inversores ángeles continúen apoyando a nuestros emprendedores. De esta forma, entre todos generamos un impacto positivo en la economía, en el empleo, en la facturación de cada startup, en las exportaciones, en futuras rondas de inversión y en el hecho de ser capaces de resolver desafíos globales”, sostiene Diego Casali, presidente de la Agencia.
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