A pesar del desfinanciamiento al sistema universitario y al sistema científico de parte del gobierno de Javier Milei, en la Argentina viene sosteniendose desde hace algunos años una tendencia creciente al crecimiento de la matrícula, y el 2026 no es la excepción.
Las casas de estudios superiores nacionales, agrupadas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) son foco de los ataques discursivos (y presupuestarios) de parte de la administración libertaria que se niega a otorgar el financiamiento aprobado por el Congreso este año, y se empeña en intentar deslegitimar a una de las instituciones que tiene mayor índice de transparencia en el uso de los fondos.
Argentina es el segundo país en Latinoamérica con mayor porcentaje de estudiantes en universidades públicas, según datos publicados por la UNaHur en mayo de 2024. El sistema universitario se multiplicó por más de siete desde el retorno de la democracia. Las cifras relevadas indican que prácticamente 8 de cada 10 estudiantes asisten a instituciones públicas del nivel superior, mientras que en México lo hacen poco más de 6, en Colombia 5, en Brasil y Perú algo menos de 3, y en Chile apenas 1,6 de cada 10 estudiantes son cubiertos por el sistema estatal.
Los datos surgen de un informe elaborado por el Laboratorio de Políticas Educativas (LPE) de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), que dan cuenta que desde el retorno de la democracia, en 1983, y hasta 2022, último año con reportes oficiales, el sistema universitario argentino “experimentó una significativa expansión, logrando masificar su matrícula”.
Las universidades, claves en el horizonte aspiracional de la sociedad
Si bien el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no tiene un registro unificado de la matrícula de las 70 universidades, Periferia reunió algunas cifras parciales registradas por cada universidad sobre la tendencia de la matrícula para 2026, y detectó que a pesar del ajuste y el desfinanciamiento, las universidades parecen mantenerse alto en la valoración social como horizonte aspiracional para la sociedad argentina.
Mas allá da pirotecnia verborrágica del gobierno (y de un ajuste presupuestario sin precedentes en salarios, infraestructura, investigación, extensión y funcionamiento, claro), los números registran crecimiento sostenido de la matrícula practicamente en todas las universidades estatales nacionales y provinciales.
El derrumbe presupuestario y la resistencia al financiamiento de parte del gobierno nacional a las universidades parece no frenar la tendencia al crecimiento de la matrícula. Es más, la crisis económica y social que avanza con la gestión de Javier Milei parece provocar la aceleración del proceso. Esto no es de ahora, claro, puesto que con las crisis económicas en nuestro país siempre se dio la tendencia a la suba de la matrícula en las universidades, que siguen apareciendo cada vez con más fuerza en el horizonte aspiracional de la sociedad.
Cifras y tendencias
Si bien no hay un número final de inscriptos, por ejemplo, en la UBA, se espera que siga la tendencia de años recientes (unos 54.000 en 2024), con un fuerte interés, especialmente por UBA XXI que batió récords en 2025 con un 18% de aumento (más de 75.000 inscritos). Allí, las carreras más elegidas suelen ser Medicina, Psicología y Abogacía, y las inscripciones se realizan online a través de la web del CBC.
Es más, algunas facultades experimentaron grandes crecimientos recientes (Odontología, Ciencias Exactas) y otras caídas (Ciencias Sociales, Filosofía y Letras), con Medicina y Enfermería destacando entre las más elegidas, indicando que el crecimiento depende de la carrera y modalidad, aunque la tendencia general post-pandemia apunta a un repunte en la presencialidad y virtualidad de la UBA.
Por su parte, la matrícula de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para 2026 está experimentando un crecimiento significativo, con más de 35.000 ingresantes confirmados hasta ahora (cerca de 35.500), proyectándose como una matrícula récord, superando las cifras anteriores, destacando facultades como Medicina, Artes y Psicología como las más elegidas, según información de diciembre de 2025.
Otra universidad de las emblemáticas a nivel nacional es la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Para el ciclo 2026, muestra un crecimiento significativo en las preinscripciones, superando el 50%, lo que indica un aumento importante en el interés, aunque los números finales de matrícula dependen del proceso completo.
Estas tres casas de estudio superior son las que agrupan la mayor población estudiantil, los recursos y los centros de investigación del país y son termómetro de una tendencia general, que para 2026 parece mostrarse en alza en las universidades públicas argentinas a pesar del ajuste deliberado del gobierno nacional.

Otras universidades, con matrícula récord
Otras universidades en Argentina también muestran crecimiento en la matrícula para 2026, con aumentos significativos en preinscripciones, especialmente en la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), que creció un 50%, y la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB), con casi 4000 nuevos inscriptos; se observa una fuerte demanda en carreras de salud (Enfermería) y tecnología (Programación).
Mientras la tendencia sigue en aumento, el gobierno de Javier Milei insiste con resistirse a financiar el sistema universitario a pesar que el Congreso votó en noviembre la Ley de Financiamiento Universitario, que ayer recibió el aval de la Justicia.
El contexto de asfixia presupuestaria no frena la inscripción en las universidades
Las universidades elaboraron un presupuesto que demanda unos 72 mil millones de pesos para poder funcionar con normalidad, pero en el diseño del Presupuesto 2026, el gobierno nacional propuso que se le asigne fondos por 45 mil millones a las 70 casas de estudios superiores.
El ajuste además se da en salarios de docentes y nodocentes que ya perdieron cerca de cien puntos contra la inflación, y a ese foco apunta la habilitación de la cautelar que el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal número 11 avaló ayer.
Según el Grupo Economía, Política y Ciencia del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (EPC-CIICTI) el 2024 culminó con una caída de la inversión del 41,8% en las universidades con un retroceso en el bienio que alcanza 46,3 puntos reales.
El principal ámbito de aplicación del presupuesto educativo en la Administración Pública Nacional es el “Programa 26” (Desarrollo de la Educación Superior), que por sí solo supone el 78,3% de los fondos para el área.
Para este año el crédito vigente agudiza su deterioro al presentar una pérdida de 5,8 puntos reales, incluyendo los 190 mm$ de la ampliación presupuestaria del Dto. 849/25, mayormente para cubrir gastos salariales en UUNN, plantea el Grupo EPC-CIICTI y apunta que “
Es más, las transferencias a universidades en el contexto del Programa 26 descendieron un 21,9% en 2024, en la ejecución acumulada contra el 2023.
Pero, además, contra ese mismo año en el total del acumulado a noviembre de 2025 se observó una pronunciada caída, hasta alcanzar un deterioro del 28,5% en el acumulado del año (+0,2 pts. contra el mes anterior).
Pues bien, el derrumbe presupuestario y la resistencia al financiamiento de parte del gobierno nacional parece no frenar la tendencia al crecimiento de la matrícula universitaria. Es más, la crisis económica y social que avanza con la gestión de Javier Milei parece provocar la aceleración del proceso. Esto no es de ahora, claro, puesto que con las crisis económicas en nuestro país siempre se dio la tendencia a la suba de la matrícula en las universidades, que siguen apareciendo cada vez con más fuerza en el horizonte aspiracional de la sociedad.
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