Periferia

13 de Noviembre de 2020

CONICET: nuevo encuentro para discutir un convenio colectivo sectorial

Un grupo de trabajadores y trabajadoras del organismo y de la Agencia I+D+i expusieron casos para fundamentar el reclamo para que avance un convenio colectivo sectorial.

Un grupo de trabajadores y trabajadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), organizaron el segundo encuentro virutal para discutir las condiciones de trabajo existentes en el organismo, en el marco del reclamo para que se avance con un convenio colectivo para el sector de ciencia y técnica. 

Hoy, las relaciones laborales de los trabajadores y trabajadoras están regidas por un Estatuto, una figura que impide a los empleados discutir sus complejas y diferenciales condiciones laborales. Periferia retomó algunos de los testimonios sostenidos en el encuentro, respecto de este tema vertebral del sistema de ciencia y tecnología.

Por eso, en un segundo encuentro virtual presentado por Federico Rudinstein, trabajador administrativo del IBioBA-CONICET, convocó a que personas de diferentes estamentos laborales del organismo expliquen y den fundamento al reclamo para que un convenio colectivo sectorial regule las relaciones de trabajo. 

La primera expositora fue Ianina Harari, doctora en Historia e Investigadora Adjunta del CONICET, quien publicó trabajos vinculados con la gestación del poder sindical.  

¿Por qué un convenio colectivo? 

Harari explicó y resaltó la importancia de un convenio colectivo de trabajo para regular las relaciones laborales: “Un convenio colectivo de trabajo es un contrato de trabajo que se negocia colectivamente que se negocia entre trabajadores y empleadores, y los trabajadores lo negocian a través de su representación sindical”. 

Además, afirmó que “la firma de convenios colectivos, para negociar colectivamente las condiciones de trabajo y de contratación y salarios de forma colectiva y no individual, le da mas fuerza a los trabajadores y es una conquista de la clase obrera”. 

“Nosotros hoy estamos regidos por un estatuto, que tiene la desventaja de que su modificación es más difícil, en cambio un convenio colectivo se negocia periódicamente y puede ser modificado”, dijo.  

“Los trabajadores tienen menor incidencia en la modificación de un Estatuto”, dijo Harari, y lo diferenció del convenio colectivo porque “establece su ámbito de aplicación, lo que incluye los lugares de trabajo abarcados y qué trabajadores serán incluidos y cuáles excluidos del mismo”. 

“Los convenios colectivos van a regular varios aspectos de la relación laboral, como condiciones de contratación, salario y condiciones de trabajo, y todo eso va a depender del resultado de la negociación, es decir de la correlación de fuerzas”, explicó Harari. 

“El convenio colectivo se puede modificar, es decir que está en discusión constantemente”, dijo Harari, e incluye a cámaras empresarias y sindicatos con personería jurídica. 

Ianina Harari explicó que por lo general existe un sólo gremio con personería jurídica, a diferencia de lo que pasa en el Estado, y que, en este caso, UPCN, por tener mayor cantidad de afiliados, tiene mayor peso en la negociación. 

Cuatro formas de contratación 

A su turno, Dolores Rodríguez, profesional de gestión de la Oficina de Vinculación de CONICET Mar del Plata, aseguró que “para el estamento de los trabajadores administrativos es indispensable formar parte de un convenio colectivo de trabajo para pensar las diferentes problemáticas laborales”. 

Por ejemplo, explicó que “en muchas oficinas de distintos CCT del país conviven hasta cuatro formas de contratación de personal de administración, para un mismo tipo de función, ello con distintos beneficios y escalas salariales y eso genera desigualdades, inequidades y malestar”. 

Rodríguez validó la posibilidad de que la actividad esté regida por un convenio colectivo porque “no hay ningún convenio colectivo que naturalice que el personal esté precarizado con una contratación así”. 

Investigadores en Formación 

Francisco Gelman Constantín, becario doctoral del CONICET propuso, por su parte que “que exisitera la figura de investigadores e investigadoras en formación” como parte de una discusión potencial de un convenio colectivo de trabajo y consideró “un absurdo histórico para la institución las becas siguen pareciendo privilegios que nos otorgan como jóvenes estudiantes para formarnos cuando los becaries trabajamos 40 horas, o más, por semana con investigadores del organismo, produciendo conocimiento”. 

A su turno, Carolina Castagnet, integrante de la Carrera de Personal de Apoyo del CONICET, aseguró que “lo más importante de un convenio colectivo de trabajo es que nos reconocemos como trabajadores con derechos y con reivindicaciones”, y agregó que “en nuestro caso con un organismo que genera divisiones entre trabajadores de primera y de segunda, avanza en reconocernos como trabajadores con derechos en igualdad de condiciones con respecto a los investigadores (CIC)”.

La integrante de la Carrera de Personal de Apoyo ejemplificó que “excluirnos de las jubilaciones del 85% fue una enorme injusticia, una discriminación y una desvalorización de nuestro trabajo” por lo que agregó “que la expectativa del sector de Personal de Apoyo es “tener igualdad escalafonaria, salariales, de carrera con respecto a los otros trabajadores e investigadores”.

“Para nosotros tiene que haber un convenio único para todos los trabajadores que impida que haya trabajadores de primera y de segunda, a personal de apoyo, administrativos, becarios e investigadores”, concluyó.   

Mirá el encuentro completo en: 

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