En un nuevo aniversario de la fecha en que se dio golpe militar de 1976, la directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), Mariana Herrera Piñero, reafirmó la importancia de darle centralidad a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
La titular del BNDG consideró que, con la gestión de Alberto Fernández, se abrió un nuevo panorama para el organismo científico y tecnológico.
En ese sentido elogió a la actual administración a partir de que sus políticas dan “visibilidad” a la tarea de este organismo que en la actualidad trabaja en la incorporación de “nuevas tecnologías” para identificar a quienes fueron apropiados durante la última dictadura cívico militar.
Cambiemos “ignoró” al BNDG
Herrera Piñero reveló que, tras el cambio de gestión, el Banco Nacional de Datos Genéticos fue convocado a participar de los encuentros semanales del gabinete, encabezado por el ministro Roberto Salvarezza.
Pero, además, se refirió a la situación que atravesó el organismo científico y tecnológico durante los años del gobierno de Mauricio Macri.
“La decisión del presidente Alberto Fernández de considerar a los derechos humanos como la columna vertebral de Argentina, le da un nuevo impulso a las tareas que desempeña el Banco Nacional de Datos Genéticos”, dijo Herrera Piñero, en diálogo con Télam.
En ese sentido, manifestó que “privilegiar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia cambia y facilita nuestra tarea que llevamos adelante con la ayuda de Madres y Abuelas”.
Creado en 1987 por la ley 23511, impulsada por la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo, el Banco Nacional de Datos Genéticos desarrolló una base de información en muestras y realizó miles de análisis a personas sospechadas de ser hijos de desaparecidos o con sus identidades alteradas como resultado de apropiaciones.
Como parte de ese proceso de indagación que desarrolla la entidad, se lograron identificar más de 120 nietos, en una metodología que es auditada por diversas dependencias del Estado.
Mayor participación en el nuevo MinCyT
En ese sentido, la doctora en biología e investigadora del Conicet afirmó que, en la actualidad, el Banco tiene mayor participación en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que respeta la condición de organismo autónomo y autárquico que obtuvo por Ley en 2009.
“Siempre nos encargamos de resguardar las muestras que recibimos. Eso nunca corrió riesgo, pero ahora participamos de las reuniones de gabinete del Ministerio (que encabeza Roberto Salvarezza) y trabajamos en la incorporación de nuevas herramientas para ampliar nuestra tarea”, subrayó.
Nuevos marcadores genéticos
El genetista argentino Victor Penchaszadeh, exiliado en Estados Unidos, contactó en 1982 a integrantes de Abuelas con Mary Claire King, quien junto a un equipo de investigadores logró llegar a lo que se conocería más tarde como índice de abuelidad.
Esa metodología posibilita establecer la filiación de un niño en ausencia de sus padres mediante el análisis de material genético de sus abuelos y abuelas.
“Estamos tratando de desarrollar estudios de ancestrías, análisis estadísticos, matemáticos y nuevos marcadores genéticos. Las personas reciben la mitad de su carga genética por parte de cada uno de sus progenitores y los abuelos aportan un cuarto”, explicó Herrera Piñero.
Y al respecto, agregó: “Trabajamos ahora con muestras de ADN mitocondrial, con linajes maternos y cromosomas. Y tenemos que dar nuevas respuestas para ampliar la búsqueda a los bisnietos, que es algo con lo que vamos a tener que resolver en los próximos años”.
En ese sentido, la directora del Banco reconoce que, en Argentina, habrá en un futuro cercano personas de 70 u 80 años que seguirán buscando su identidad, como sucede actualmente en España, a raíz de los 40 mil niños apropiados durante el franquismo.
“Esa es una realidad con la que vamos a tener que convivir y tenemos que estar preparados. El Banco nunca va a dejar de trabajar por la identidad, la memoria, la verdad y la justicia. Es la respuesta científica que da el Estado a los crímenes de la última dictadura”, puntualizó.
Fuente: Télam.