Las científicas María Laura Zulaica y Celeste Molpeceres, investigadoras del CONICET, del Centro Científico y Tecnológico de Mar del Plata, se encuentran realizando una cartografía local de las iniciativas agroecológicas existentes en el partido bonaerense de General Pueyrredón.
La región es la segunda en importancia a nivel nacional en términos de producción frutihortícola, y allí registraron que este modelo representa a un 5% del total de los productores locales.
Se trata de iniciativas de pequeños productores, en no mas de 6 hectáreas o en espacios aún más pequeños, de 20 metros por 6, que plantean un modelo de producción agrícola alternativo al que hegemoniza la producción en Argentina, basado en el uso intensivo de agroquímicos para la agroexportación y, fundamentalmente, en el monocultivo de soja.
Zulaica y Molpeceres, se encuentran desarrollando el trabajo con la finalidad de cuantificar el fenómeno y , también, de que estos pequeños productores puedan tener acceso al crédito de una manera más dinámica.
Este mapa de productores “agroecológicos”, cuenta para su trazado con el acompañamiento del INTA y la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). María Laura Zulaica es doctora en Geografía e investigadora adjunta del Conicet, y Celeste Molpeceres es magíster en Agroeconomía, y becaria del organismo.
Molpeceres le dijo a la Agencia Télam que “el fin de generar una base de datos georeferenciales que permita aportar información de acceso abierto, sistematizado y actualizado para los productores”, quien trabaja además con un grupo interdisciplinario de investigadoras y extensionistas de CONICET/UNMdP y del INTA (Marisa Rouvier, Laura Cendón y Paula Barral).
“Los productores agroecológicos hoy en día están llevando a cabo una tarea con lógica comercial o simplemente una forma de consumo y de vida que los une en el rechazo del uso de agroquímicos”, dijo Molpéceres.
Sobre este proyecto, explicó que su línea de investigación apunta a “conocer la promoción, el modelo y la productividad del trabajo que hacen más de 30 productores del distrito que se encuentran en la zona de Sierra de Los Padres, Playa Los Lobos, Acantilados y Chapadmalal, con el objetivo de conocer las tendencias y aspectos ligados a la producción hortícola”.
Así, recorriendo esos sembradíos, la becaria descubrió que “muchos productores en espacios de 6 hectáreas o un terreno de 20 metros por 6, cultivaban hortalizas de estación en especial verduras de hojas verdes como espinaca, lechuga, acelga, coles, tomates y hasta trigo o girasol en pequeña escala, sin el uso de los agroquímicos y cumpliendo las reglas de la agroecología”.
En las iniciativas, alejadas del modelo de producción por monocultivos, producen espinaca, lechuga, acelga, coles, alcahuciles, tomates y hasta trigo o girasol en pequeña escala, lo que incentiva la rotación y el incremento de nutrientes para la tierra.
Datos inexistentes
Particularmente sobre su proyecto, la becaria del Conicet explicó: “El trabajo que estoy realizando permitirá obtener datos inexistentes en este momento, contribuyendo a revalorizar los saberes de los agricultores y a socializar experiencias exitosas aplicadas al sistema productivo y comercial”.
Además, “esta información, en el marco de un proyecto de promoción de la agroecología a nivel nacional, podría contribuir a fortalecer el sector y a facilitar la toma de decisiones para la resolución de problemáticas locales, como es el conflicto por las fumigaciones, que persiste desde hace casi dos décadas”, puntualizó.
La pandemia, motor de pequeños productores
Con la llegada del coronavirus al país, Molpeceres descubrió que “muchas personas han comenzado a realizar sus pequeñas huertas en los patios y jardines de sus casas o en pequeñas macetas para el consumo inmediato y cotidiano”.
Y en ese sentido, destacó que tanto el Gobierno de la provincia de Buenos Aires como el de la Nación “están trabajando mucho en la promoción de la agroecología y llevando poco a poco programas concretos que nunca habían existido”.
Para ella, la tarea de registro de productores redundará en que, en un futuro cercano, esos productores “tengan la posibilidad de acceder a un crédito o préstamo para poder realizar mejor su labor”.
Testimonios recogidos por Natalia Duhalde, para Télam.