Periferia

2 de Julio de 2024

La UNaB abre su propio programa de Comunicación Pública de la Ciencia

Desde este viernes 5 de julio, la universidad pone en discusión la emergencia de creencias en la cultura contemporánea. Pensamiento mágico, terraplanismo y teorías conspirativas, en debate.

La UNaB inicia su Programa de Comunicación Pública de la Ciencia abriendo, el viernes 5 de julio en la Casa de la Cultura de Adrogué, el debate sobre cómo y por qué diversas creencias usualmente marginadas por la cultura, aunque siempre han estado ahí, hoy emergen en la vida pública

Hemos convivido desde siempre con creencias rodeadas de un halo de temor, misterio y fascinación a las que la cultura basada en la idea de lo racional habitualmente rechaza o mira de costado. Hoy algunos advierten sin embargo que esta tendencia al pensamiento mágico o conspirativo y la convicción de ser protagonistas o testigos de una historia alucinante se desborda y llega incluso al ámbito público y en la toma de decisiones que afectan a todos: ¿Qué lugar ocupan estas creencias en nuestra vida? ¿Cuál es el lugar del pensamiento crítico ante este fenómeno?

«Terraplanismo, visitantes de otros mundos, tarot y demás yerbas: ¿lo irracional salió del closet?» es justamente el título de la charla con la que la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) pone en marcha su Programa de Comunicación Pública de la Ciencia, una iniciativa abierta por la Secretaría de Extensión para producir y compartir el conocimiento con la comunidad.

La cita es el viernes 5 de julio a las 17:00 en la Casa de la Municipal de la Cultura de Almirante Brown (Esteban Adrogué 1224, Adrogué) con entrada libre y gratuita, y el invitado de lujo para tratar el tema es el destacado periodista Alejandro Agostinelli, quien tras décadas de trabajo e investigación se ha transformado en uno de los mayores expertos en el estudio del fenómeno ovni, las creencias paranormales y el impacto social y cultural de las pseudociencias.

Las cosas del creer

Para empezar, determinar qué es lo “irracional” no es tan obvio como parece. Según Agostinelli, «creemos en lo sobrenatural cuando esperamos que sucedan cosas que violan los principios de la física o la biología, o que contradicen lo que es ampliamente conocido, como levitar o leer la mente, y no más; en cambio, el armado la complejidad y el grado de adhesión que se necesitan para apoyar una teoría conspirativa exige razonamientos más elaborados».

El terraplanismo es un ejemplo muy actual de es conspiracionismos emergentes: «La simpatía militante por el terraplanismo es algo más que una mera transgresión de lo que sabemos sobre la forma de la Tierra –aseguras–: este tipo de teorías cuajan si están basadas en argumentos que aparentan ser racionales y que son más fáciles de entender y de transmitir que las teorías científicas». El resultado de este grado de elaboración es que, lo que desde una perspectiva científica puede sonar a disparate, para un conspiracionista es un modo de pensar obvio: una lógica compacta, sin fisuras por donde pueda colarse la duda o el cuestionamiento necesarios para conocer y aprender.

La razón humana no tiene dueños

Agostinelli ha trabajado como periodista y editor en algunos de los principales diarios y revistas de todo el país desde 1982. Desencantado muy tempranamente de su pasión por la ufología, cofundó en los años ’80 el Centro Argentino para la investigación y Refutación de Pseudociencias (CAIRP) e integró el staff de la revista El Ojo Escéptico, que contaba con el apoyo de figuras como Carl Sagan y Mario Bunge. Hoy entre otras actividades se lo puede escuchar los miércoles a la madrugada con Cali Fidalgo en «El Alargue» (AM910 La Red) y leer en Factor 302.4. Y es autor de los libros Invasores. Historias reales de extraterrestres en la Argentina (2009) e Historias extrañas, de próxima aparición.

La preocupación por las múltiples formas de aprovechamiento –político, comercial– de las diversas formas de la credulidad es un núcleo central de esta problemática. Sin embargo, estudiar y tratar de comprender estos fenómenos en su faceta más profundamente humana no necesariamente debe asumir la forma de una suerte de “lucha de la razón contra la ignorancia”: «A mi modo de ver las perspectivas maravillosas o mágicas del mundo no tienen que ser desestimadas: al contrario, nos enseñan casi todo lo que vale la pena saber sobre la naturaleza humana –afirma Agostinelli–. Hay muchas cosas que aún no sabemos sobre esos aspectos de nuestra especie y me parece aún más absurdo el escepticismo que se ríe de todo eso».

El antídoto contra ese “racionalismo burlón”, sostiene, «es investigar nuestras creencias usando los métodos de la ciencia: lo que hoy es inexplicado, mañana puede encontrar alguna explicación». La actividad del viernes 5 en la Casa de la Cultura está organizada en articulación con la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires (UBA Investigación).

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