La Provincia de Buenos Aires relanzó su programa de reciclado de envases vacíos de fitosanitarios que implica la instalación de Centros de Acopio Transitorio (CATs) para optimizar la gestión integral de residuos agroindustriales.
Estos centros están distribuidos en diferentes puntos del territorio bonaerense en donde se recolectan los envases que luego son retirados por camiones especializados. A su vez, estos lugares cuentan con el apoyo de Puntos de Recolección Itinerantes (PRIs) donde los productores pueden acercar sus envases para que sean trasladados a los CATs en las denominadas Campañas de Recolección Itinerantes (CRIs), en las que se busca que los productores acerquen los envases en determinados días y horarios. Actualmente se están llevando adelante campañas en municipios como Pringles, Daireaux, Puan, entre otros partidos del sudoeste bonaerense. Los envases recolectados se trasladan finalmente hacia plantas industriales donde son reciclados o destruidos dependiendo del material.
Dos laboratorios para gestionar los residuos agroindustriales
En esta línea, un proyecto impulsado por el Centro de Emprendedorismo y Desarrollo Territorial Sostenible (CEDETS, dependiente de UPSO-CIC) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI, de UNS-CONICET) busca optimizar la recolección de envases vacíos de fitosanitarios en particular y la gestión de residuos agroindustriales en general a través de herramientas digitales de apoyo a la toma de decisiones, para que las entidades responsables de gestionar tales desechos puedan planificar el sistema de forma mucho más eficiente y rápida. El grupo que motoriza el proyecto busca aplicar las herramientas de toma de decisión mediante Modelos Matemáticos, Ciencia de Datos y Machine Learning.
El estudio aborda los aspectos económicos, ambientales y sociales de la gestión de residuos y se focaliza en la problemática asociada a los productores y municipios de la Provincia contemplando todas las fases del manejo y logística de los residuos. De esta manera, el proyecto busca desarrollar estrategias para la gestión integral sostenible de residuos agroindustriales mediante el uso de la programación matemática y técnicas complementarias de ciencia de datos.
Estas herramientas, basadas en criterios matemáticos, se rigen por “funciones objetivo”. “Dependiendo del problema que se tenga y el objetivo que se persiga, uno puede representar el sistema mediante ecuaciones, incluyendo los criterios de desempeño que tenga el tomador de decisión, y buscar con un algoritmo implementado en computadora la mejor solución para el problema que se está abordando”, sintetiza la doctora Antonela Sorichetti, una de las integrantes del proyecto.
¿Cómo funciona este modelo matemático inteligente?
“Si alguien busca minimizar, por ejemplo, el consumo de combustible para reducir el impacto ambiental de la emisión de dióxido de carbono, el modelo matemático inteligente puede determinar la mejor manera de trasladar el vehículo de un lugar a otro utilizando la menor cantidad de combustible posible”, explica Alberto Bandoni del PLAPIQUI. Los resultados generados por esta herramienta pueden ser un insumo para otros modelos del sistema de residuos, por ejemplo, el de localización de infraestructura de CATs.
Para lograr un sistema de gestión sostenible, los modelos matemáticos a ser desarrollados por el proyecto tienen previsto incluir objetivos económicos, ambientales y sociales como criterios a optimizar. “Estos objetivos, a su vez, se clasifican en objetivos individuales o múltiples, de manera que la persona que toma la decisión pueda balancear todos los puntos”, explica Sorichetti sobre este punto.
El objetivo económico se focaliza en minimizar los costos asociados al diseño y operación de la red de recolección. El objetivo ambiental busca cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) implicadas en el transporte y la instalación y operación de los CATs y unidades de procesamiento. Por último, en el objetivo social se busca incorporar aspectos que faciliten el manejo del residuo por parte de los generadores, minimizando los riesgos a su salud y a la de la población en general.
La nota completa de Juan Vera Visotsky, publicada por la Comisión de Investigaciones Científicas Bonaerense en:
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