A pesar del “impacto hidrológico y el potencial riesgo socio ambiental” que un informe de la Universidad Nacional de La Plata realizó sobre la edificación del barrio náutico Amarras, en Pueblo General Belgrano, las obras avanzaron al mismo tiempo que la disputa entre vecinos, la Municipalidad, la Justicia y la Empresa.
En el día de ayer los vecinos de Gualeguaychú se movilizaron para reclamar al barrio por el impacto consignado en el informe elaborado por el equipo de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la UNLP.
La disputa judicial
En el año 2015, el entonces secretario de Ambiente, Fernando Raffo, emitió una autorización aprobando “provisoriamente” el Estudio de Impacto presentado por la empresa Altos de Unzué para Amarras, y avaló la construcción del barrio.
Sin embargo, tras una presentación judicial en Gualeguaychú, el fallo en primera instancia dispuso que Amarras no era viable ambientalmente y ordenaba a la Empresa suspender definitivamente las obras y la obligaba a dejar todo el terreno como estaba antes de empezar.
Esta medida fue apelada por la empresa ante el Superior Tribunal de Justicia y ahora el expediente está en la Corte Suprema.
Es en este marco y para dar cumplimiento al decreto del gobernador Gustavo Bordet, que se encargó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata un análisis de todo el Proyecto Amarras.
El estudio de la UNLP
El estudio, realizado bajo la coordinación de Pablo Romanazzi y Patricio Narodowski reunió a un equipo de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la UNLP que tenía como objetivo establecer si el “barrio náutico” tenía impacto ambiental negativo.
Sus conclusiones, en 2016 fueron contundentes: el emprendimiento genera un alto impacto ambiental negativo.
El informe de 150 páginas comprendió la evaluación del impacto de una intervención inmobiliaria sobre la costa del río Gualeguaychú, pero también aportó otros elementos como la cuestión del humedal, los “servicios” ecológicos del mismo y los indicadores para medirlo, además de las regulaciones recomendadas.
En este marco, se tomó como antecedente la cuenca baja del río Luján, para comprender que en el desarrollo inmobiliario se debe tener en cuenta el concepto de “intervenciones acumulativas”.
Los investigadores platenses abordaron, además, el análisis del ecosistema con todos sus antecedentes, como las características del suelo e hidráulicas hasta el río como humedal y el valle de inundación, entre otros puntos neurálgicos.
Pero, además, incluye los modelos de simulación hidrodinámica y la verificación en campo de la información planialtimétrica suministrada.
La segunda parte del Informe abarca una serie de propuestas para mitigar los graves problemas detectados a raíz del emplazamiento de Amarras.
“El principal impacto es la modificación en la cota del terreno, de máxima peligrosidad por el proceso erosivo ya presente y la calidad erosiva de las costas. En ambos casos, son efectos desde el inicio, duraderos y con una imposibilidad absoluta de recuperación”, establece el estudio.
EL informe concluye que “se debe conservar la cota natural” y se sugiere, a partir de las conclusiones “no modificar la línea natural de la costa, ni producir lagunas internas”, además de “ejecutar un plan de recuperación de largo plazo del bioma (especies forestales) perdido en todo el predio, más allá de los espacios que ya figuran? en Amarras.
La obra
A pesar de las sugerencias y conclusiones del informe multidisciplinario de los especialistas, la obra continuó su curso.
Hoy los vecinos denunciaron “la destrucción del humedal, la deforestación y la ausencia de planes de contingencias frente a inundaciones”
A esto hay que sumarle la apropiación de hecho que pretende realizar de una porción del río Gualeguaychú, “claramente violatoria de leyes, pero también de toda traza de sentido común”, aseguran los vecinos.
Es que varios vecinos padecieron inundaciones, especialmente los de la zona Norte de Gualeguaychú. Por ello, ayer volvieron a marchar para protestar por la construcción del barrio Amarras.
La movilización reforzó el pedido que realizó la Municipalidad de Gualeguaychú al Gobierno Provincial para paralizar total y definitivamente las obras del barrio.
“Zona de sacrificio”
Todo desarrollo inmobiliario cuenta con un predio de 110 hectáreas, donde se han establecido aproximadamente 300 lotes de alrededor de 900 metros cuadrados y “requiere”, por su magnitud, una “zona de sacrificio”.
La “zona de sacrificio” elegida por la Municipalidad de Pueblo General Belgrano y los empresarios son los vecinos del Barrio La Cuchilla, tal vez una de las barriadas más pobres de la ciudad y que en estos días ya están “pagando” una cuota de ese sacrificio al verse inundados.
La movilización de ayer fue convocada por varias ONG, entre ellas la Barrial Norte y La Cuchimarra del barrio La Cuchilla, además de otras organizaciones ambientales, que expresaron claramente que este emprendimiento no goza de la licencia social y avanza violando las más elementales leyes y normativas en la materia.