Periferia

13 de Mayo de 2021

El Instituto Nacional del Agua pronosticó una peor bajante del Paraná

Por la continua escasez de lluvias en la Hidrovía Paraná-Paraguay, al norte del país, el Instituto Nacional del Agua sugirió "un escenario de mayor gravedad" en comparación con 2020.

El Instituto Nacional del Agua (INA) diagnosticó un escenario “de mayor gravedad” que el año pasado, respecto a la bajante histórica que está padeciendo el Río Paraná, y que afecta la navegación del río, y la llegada al puerto de Rosario, entre otras consecuencias.  

Desde esa terminal marítima sale a la exportación el 40% de los granos que extrae el país, lo cual afecta, incluso a la balanza comercial. Pero, además, genera impacto ambiental, social y de calidad de vida en los pobladores de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes y Misiones, por los inconvenientes en acceso al agua potable y generación de energía eléctrica.  

El Instituto Nacional del Agua dio a conocer un nuevo informe, “Posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata durante el período mayo-junio-julio 2021”, y sus conclusiones no son optimistas sobre los niveles del río Paraná para los próximos meses. 

A partir de un escenario “de mayor gravedad que en 2020” en los caudales en Brasil, el organismo nacional estima que la bajante podría “agravar la situación durante” el trimestre aguas abajo, en el Litoral argentino. 

Entre las conclusiones del comportamiento del clima en los meses venideros, el INA advierte que en el norte del litoral argentino se habrá “condiciones deficitarias de precipitación” en mayo, junio y julio, mientras que para el centro-sur del litoral argentino se espera un trimestre con condiciones normales. 

Debido a las lluvias -o a la falta de ellas, según el tramo-, el estudio publicado el fin de semana pasado concluye que las cuencas de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay esperan un trimestre “con condiciones normales a deficitarias”. 

“El escenario registrado a la fecha es similar al registrado en 2020, con una tendencia climática desfavorable que podría agravar la situación durante el trimestre. Los aportes de caudal desde la mitad norte de la cuenca del Plata continuarán siendo muy inferiores a los valores normales correspondientes a otoño / invierno”, precisa el informe. 

El organismo repasa que abril resultó un mes de condiciones “muy desfavorables, caracterizadas por una anomalía negativa de lluvias en toda la alta cuenca del río en Brasil”. Esto redujo el aporte de todos los afluentes y disminuyeron las reservas en los embalses emplazados en la mitad superior de esa región. Por lo tanto, augura que el escenario de escasez de agua observado, sumado a la perspectiva climática, “define un cuadro de mayor gravedad que el registrado en 2020”. 

En el tramo argentino del río Paraná, se vieron en abril “anomalías negativas de precipitación” y los niveles del río disminuyeron unos 75 centímetros (promediando todas las secciones de control), acentuando la condición de aguas bajas en todo el tramo. Los promedios se mantienen alrededor del 40% por debajo de lo normal. La altura del río será “inferior a lo normal por lo menos hasta julio”, esboza el informe nacional, que observa “un comportamiento similar al ocurrido en la misma época en 2020”. 

En Santa Fe, el nivel registró del Paraná tuvo un “acotado ascenso” durante la primera quincena de abril, por efecto de importantes lluvias locales. Luego pararon las lluvias y fue retornando el descenso. Y el nivel continuará disminuyendo las próximas semanas. 

En el tramo del Delta el río Paraná permaneció en baja durante todo abril y la escasez de lluvias, según el estudio del INA, “agrava la condición, permaneciendo niveles inferiores a los medios de otoño”. Además, de acuerdo con la baja probabilidad de lluvias normales se espera que continúe la condición de aguas bajas “manteniéndose en acotado descenso”. 

En el río Uruguay durante marzo predominaron las anomalías negativas sobre la cuenca alta y media, mientras se observaron anomalías positivas o levemente positivas sobre la cuenca baja. 

Aguas abajo de Salto Grande, hubo lluvias significativas y se dieron, incluso, “repuntes notorios” en algunos tramos. Aun así, el efecto dominante fue más bien de atenuación, según evaluó el Instituto Nacional del Agua. 

Finalmente, el INA indica que el curso de agua que moldea a Entre Ríos al este seguirá en “fase recesiva o estable en valores de aguas bajas” y “lo más probable es que predomine la tendencia al descenso sobre los niveles del tramo medio inferior”. 

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