La calidad del aire en Corrientes se vio severamente afectada por la triplicación de gases contaminantes, productos de los incendios. Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), confirma que se dañaron casi un millón de hectáreas en Corrientes entre enero y febrero.
Por este motivo, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) activó un protocolo de monitoreo satelital de los incendios que afectan a la provincia de Corrientes.
Se trata de un organismo argentino avocado al desarrollo de la industria satelital, centros espaciales y estaciones terrenas e institutos de formación abocados al estudio atmosférico.
La calidad del aire
Fernanda García Ferreyra, experta en calidad de aire y monitoreo de emergencias de la Conae, dialogó con Radio Unne sobre los últimos datos relevados.
“Desde mediados de enero nos encontramos recolectando datos en la zona, elaboramos mapas en el marco de una activación de emergencia para brindar imágenes satelitales y apoyar la toma de decisiones de distintos organismos, tanto provinciales como nacionales”, explicó.
“Valores alarmantes”
García Ferreyra indicó que las imágenes satelitales demuestran que la calidad de aire en Corrientes tiene valores alarmantes de gases generados por el fuego, que impactan sobre la salud humana y el calentamiento global.
Se trata de emisiones de monóxido de carbono (CO) y de dióxido de nitrógeno (NO2), producto de la quema de vegetación y la propagación de extensas columnas de humo que recorren cientos de kilómetros de distancia, como se comprobó en las últimas semanas.
“Son dos de los contaminantes más importantes, que son producto de los incendios, afectan la calidad del aire y que deberían ser de interés para los Estados”, advirtió la especialista, que señaló que “este año superó cualquier situación anterior que hayamos visto”.
Las cifras
En los mapas se observa la densidad de la columna atmosférica total de monóxido de carbono acumulado, entre el 13 de enero y el 19 de febrero del 2022, que superó los 1,20 moles/m2 sobre una extensa área, contra valores de entre 0,40 y 0,80 registrados en el mismo período del 2021, previo a los incendios.
En el caso del dióxido de nitrógeno, la densidad de columna troposférica acumulada sobre el territorio afectado fue de 1000 micromol/m2 entre el 13 de enero y el 12 de febrero del 2022, en comparación con los valores de entre 100 y 300 obtenidos un año atrás.
El monóxido de carbono presenta un riesgo para la salud de las personas con enfermedades cardíacas y el dióxido de nitrógeno para aquellas con asma. Ambos contaminantes participan de la formación de gases de efecto invernadero, con impacto sobre el calentamiento global.
El dióxido de nitrógeno también se produce a partir de las emisiones de tránsito vehicular y de la industria, que en el mapa se observan en grandes cantidades sobre Buenos Aires y otros centros urbanos.