El Museo Botánico de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) inauguró el 5 de junio la experiencia “BIODIVERSA, miradas sobre bosques nativos”. El recorrido, que incluye tecnologías inmersivas con luces y sonidos, pone en valor el patrimonio natural y cultural asociado a los bosques nativos y su biodiversidad. Una propuesta disruptiva y original en el ámbito de los museos universitarios.
Destrucción sin precedentes
Los bosques nativos sufren una destrucción sin precedente, producto del desmonte, el avance agropecuario, la urbanización, la frecuencia e intensidad de los incendios y la invasión de especies exóticas.
Este impacto también se refleja en las contribuciones de la naturaleza a la sociedad (alimentos, medicinas, regulación del clima, aire y agua). Así, la alteración de los bosques afecta directa o indirectamente a las personas y comunidades que dependen de ellos.
En este marco, el Museo Botánico de la Universidad Nacional de Córdoba (Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales – Conicet) preparó una iniciativa pionera entre los museos universitarios, que apuesta a promover la reflexión hacia una convivencia armoniosa entre las personas y la naturaleza.
Biodiversia
“BIODIVERSA, miradas sobre bosques nativos” quedó inaugurada el 5 de junio -Día Mundial del Medio Ambiente- en la sala Magna de la Academia Nacional de Ciencias, con entrada libre y gratuita, y permanecerá abierta durante todo ese mes.
“La idea es poner en perspectiva del público el valor del ambiente natural y su problemática a través de una creación que fusiona el arte con la ciencia. Para esto se logró convocar tanto a equipos de investigación expertos en temas socio-ambientales como a artistas con sensibilidad ambiental”, adelanta Andrea Cocucci, doctor en Ciencias Biológicas y director del Museo Botánico.
Además de un llamado a la reflexión, Cocucci espera que la experiencia inmersiva sirva “para reconocer que la ciencia y el arte no son ámbitos desconectados de la cultura, sino que pueden nutrirse y enriquecerse recíprocamente”.
En la misma línea se expresa el escultor Simón Ibáñez Durán, que en “BIODIVERSA” tiene un importantísimo aporte: “Es más que interesante la conjunción del arte y la ciencia: nacen del ser humano y se desarrollan paralelamente, e incluso muchas veces se vinculan. Son dos ramas muy diferentes en apariencia, pero que también pueden convivir y encontrarse en un mismo proyecto, como este”.
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