En el marco de la importante bajante del río Paraná, se lleva adelante una negociación entre Argentina, Paraguay y Brasil, a fin de lograr que se libere cierta cantidad de agua razonable que permita a los tres países sobrellevar la sequía.
Así lo aseguró Juan Carlos Bertoni, presidente del Instituto Nacional del Agua, quien también comentó que desde el Ministerio de Obras Públicas del Gobierno Nacional se mantienen en constante contacto con Brasil para realizar el seguimiento de la evolución de este proceso, además de llevar adelante en conjunto la gestión del río Paraná.
En lo que respecta a la bajante de los ríos, esto es producto de una sequía muy extensa en toda la región que comenzó hacia fines del 2019 y se extendió hasta la actualidad, lo que torna la situación cada vez más crítica.
De esta manera, durante el 2020 se registraron importantes bajantes en el Río Paraná y en el Río Paraguay, casi comparables con la bajante histórica en los ríos de la Cuenca del Plata registrada en 1984, según Bertoni.
“Todo indica que nos estamos aproximando a aquello que ya ocurrió en 1984, que fue la bajante más crítica de toda la historia”, indicó el ingeniero en Recursos Hídricos.
Además, el presidente del INA subrayó que la situación no solamente es crítica en cuanto a la severidad de la bajante, sino que también es crítica en lo que respecta a la duración. Asimismo, adelantó que la sequía se extendería hasta avanzada la primavera, es decir, hasta octubre aproximadamente.
En este contexto, Brasil ya declaró la emergencia hídrica en la zona productora de caudales hasta noviembre.
Ante la consulta de si las represas agravan esta situación de bajante en los ríos, el ingeniero comparó el concepto de represa con el tanque de agua de una vivienda.
“Una represa es como el tanque de agua de una casa, es decir, cuando en algún momento hay una falta provisión se puede aprovechar el volumen del tanque; de la misma manera, las represas contribuyeron a lo largo de muchos años a que algunas bajantes de los ríos no se hayan sentido”, explicó Bertoni.
“Lo que ocurre en este momento, es que la sequía es muy prolongada, por lo que Brasil debe reducir sus caudales”, se explayó.
Por otra parte, Bertoni afirmó que se analizan las necesidades de adaptar las obras de tomas de agua en algunas localidades, como Puerto Iguazú o Puerto Esperanza, donde ya se trabaja para minimizar esos problemas.
En este sentido, recomendó a la población hacer un cuidado más estricto del agua, teniendo en cuenta que “todos tenemos un rol” a nivel nacional, provincial y municipal.
La organización ecologista El Paraná No se Toca advirtió que si continúa la bajante del río Paraná, por la escasez de lluvias en Brasil y Paraguay, en los próximos días “podría repetirse el pico histórico” del 2020 cuando alcanzó los 0,08 metros de altura.
El 22 de mayo del 2020 el río Paraná llegó a la bajante histórica de 0,08 metros en Rosario, «ahora estamos a 22 días de esa fecha, y el río marca hoy a 0,87 metros?, dijo a Télam Pablo Cantador, de la agrupación ecologista.
“De seguir cayendo en picada su caudal, pronto se repetirá el pico (de baja) del año pasado. Lo que se prevé es que en los próximos días la bajante del río será igual de pronunciada que el año pasado”, advirtió.
Las represas en suelo brasileño de la cuenca del Paraná tienen un almacenamiento apenas superior al 38 por ciento de su capacidad, según informó la Entidad Binacional Yacyretá. El organismo anticipó que se profundizará la bajante.
La bajante del río y sus afluentes además afecta el abastecimiento de agua, ya que en muchas localidades las bombas de extracción han quedado casi apoyadas en el lecho, provocando problemas tal como ocurre en Puerto Iguazú entre otras ciudades ribereñas.
