La presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Ana Franchi, volvió a destacar la inequidad de género existente en el sistema de ciencia y tecnología, y en las universidades, como factor que entorpece el desarrollo profesional y científico de las investigadoras.
En diálogo con el medio El Territorio, de Misiones, Franchi, aseguró que “en este momento tenemos un plantel de 11.000 investigadores en el Conicet y el 53 por ciento son mujeres. En el ámbito de los becarios del Conicet, que son también cerca de 11.000 también, el porcentaje de mujeres asciende al 60 por ciento. En cambio, se nota que somos muy pocas a nivel de mayor jerarquía. Por ejemplo, de todas las universidades del país, sólo un 12 por ciento tiene rectoras mujeres”.
En este punto, de las 66 universidades públicas del país, siete están dirigidas por mujeres -cinco de ellas elegidas y dos normalizadoras-, entre ellas Alicia Bohren, quien es rectora de la Universidad Nacional de Misiones (Unam).
“Tenemos un estudio en marcha desde la gerencia de evaluación del Conicet sobre los caminos recorridos por nuestros investigadores e investigadoras desde el regreso de la democracia en 1983 hasta la actualidad, que nos va a mostrar el tiempo que les lleva llegar a las metas, cruzando disciplinas y localización geográfica, para después poder apuntalar en base a esos resultados los sectores o lugares que necesitan más ayuda para lograr alcanzar los objetivos”, anticipó en diálogo con El Territorio.
Franchi sostuvo que “En este campo más de la mitad de nuestros investigadores son mujeres (un 53 por ciento), pero muchas no llegan a terminar sus investigaciones o tardan más tiempo que los hombres en lograrlas, en parte porque sabemos que las mujeres tenemos otras muchas obligaciones sociales”, explicó Franchi.
“Si comparamos nuestro país con Estados Unidos, donde sólo el 35 por ciento de la población científica son mujeres, o con Japón, donde sólo un 17 por ciento de esa población científica son mujeres, podemos estar satisfechos con los números absolutos. Pero es necesario trabajar para que esa presencia de mujeres también escale en jerarquía de mandos y para que se igualen los tiempos de las trayectorias profesionales. Ese es hoy nuestro techo de cristal”, consideró al respecto quien preside el Conicet.
En tal sentido, la titular del CONICET sostuvo que “la agenda científica con perspectiva de género es una cuestión que se impone cada vez con más fuerza. Por ejemplo, cuando se investigan nuevas drogas para uso médico, se prueba con animales machos y no se tiene en cuenta la cuestión cíclica de las hembras. Esto que parece tan obvio es algo que aún pasa en la ciencia”.
Por eso, Franchi consideró fundamental repensar los temas de investigación, con análisis con perspectiva de género. “Pensar la ciencia con perspectiva de género no pasa sólo por garantizar la presencia de mujeres en los ámbitos de producción de conocimiento, sino también en el ejercicio desde el arranque de la agenda: qué vamos a investigar, cómo lo vamos a hacer, quién se va a beneficiar con este posible hallazgo y un montón de interrogantes para hacernos y ver qué lugar ocupamos en esa respuesta las mujeres”, manifestó quien preside el Conicet.