Sandra Díaz, bióloga e investigadora de CONICET, advirtió que los incendios en la Amazonía tendrán consecuencias “en un futuro cercano” en los países que limitan con la cuenca hidrográfica y el sistema climático de la región afectada.
Los miles de incendios en la Amazonía traerán consecuencias a distancia para los países limítrofes conectados con grandes cuencas hidrográficas y sistemas climáticos, desde la calidad del aire hasta la dinámica de los ríos, los rendimientos agrícolas y el comercio, aseguró la investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba.
Díaz calificó a la situación actual en la Amazonía como “una catástrofe ambiental y social”.
“Y lo es primero y principal para los pueblos de la selva, para todos los ciudadanos de los estados amazónicos, para los latinoamericanos y para la humanidad en general”, afirmó Díaz, quien además es Doctora Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires e Investigadora Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC).
En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, Díaz señaló que ?está claro, tal como la han mostrado los científicos brasileños, que no se deben a condiciones climáticas particularmente adversas, es decir, diferentes de años anteriores, sino que se relacionan directamente con cuestiones socio económicas y en particular la línea política en el poder en ese país?.
Consecuencias directas e indirectas
Acerca de los incendios, señaló que “sin duda los daños más directos e inmediatos son experimentados por aquellos que viven en la selva, pero por su enorme magnitud, la selva amazónica influye en la hidrología de todo el continente y también en el clima a escala más global”.
“Esto puede traer todo tipo de consecuencias a distancia, particularmente para los países limítrofes y conectados con grandes cuencas hidrográficas y sistemas climáticos, desde la calidad del aire hasta la dinámica de las cuencas, hasta los rendimientos agrícolas y el comercio.Creo que todavía no tenemos una idea cabal de la magnitud de las ramificaciones, y la diversidad que se pierde es irrecuperable”, aseveró.
Díaz sostuvo que “en la reunión del G7 se habla de esfuerzos internacionales para reforestar y restaurar el territorio dañado. Eso es, por supuesto, muy positivo si se lo hace bien, pero nunca se va a poder recuperar totalmente lo perdido. Con cada kilómetro cuadrado de selva que se quema, somos todos un poco más pobres”.