La Autoridad de Control de la Cuenca Matanza-Riachuelo inició la toma de muestras de plomo en sangre de los habitantes que viven a la vera del río, y envió las muestras a su Red de Laboratorios Toxicológicos, para evaluar las muestras.
“La exposición a plomo ambiental suele ser silenciosa, con una presentación subclínica, la cual se caracteriza por trastornos a nivel neurocognitivo. Las infancias son especialmente vulnerables a los efectos tóxicos del plomo, especialmente en el período intrauterino. Exposiciones prolongadas en el tiempo pueden generar consecuencias graves y permanentes en la salud, afectando en particular al desarrollo del cerebro y del sistema nervioso”, sostuvieron desde el organismo mediante un comunicado.
En este caso, además, implica a una porción grande de nuestra población, teniendo en cuenta que el Matanza-Riachuelo atraviesa 14 distritos de la región del AMBA, concentra unas ocho mil industrias y alcanza a seis millones de personas a lo largo de su cauce.
Los análisis a habitantes forman parte del plan de seguimiento toxicológico que, en esta ocasión, se realizaron jornadas en Almirante Brown, Avellaneda, CABA, Esteban Echeverría, Ezeiza, Lanús, Merlo y Presidente Perón.
“La población convocada se determina a partir de las historias clínicas ambientales que realiza el organismo, donde se registra la evolución clínica toxicológica de las personas y los valores de las evaluaciones de plombemia realizadas. Se prioriza a niñas y niños que presentaron en su última evaluación valores de plombemia superiores a 10µg/dl”, explicaron.
Los equipos de Salud Ambiental de ACUMAR recorren los barrios para citar a las personas, que luego asisten a realizar el análisis. Las muestras son enviadas a la Red de Laboratorios Toxicológicos del organismo, que realiza los análisis para determinar plomo en sangre.
La Red está conformada por laboratorios que funcionan en el Hospital de Pediatría SAMIC “Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan”, el Hospital Interzonal de Agudos Especializado en Pediatría “Sor María Ludovica” y el Hospital Nacional “Profesor Alejandro Posadas”.
En las últimas semanas también se retomaron las Evaluaciones Integrales de Salud Ambiental en Áreas de Riesgo, en las que al detectarse posibles fuentes de contaminación, se evalúa a la población potencialmente expuesta y se la cita para realizar una consulta toxicológica y la determinación de plomo en sangre, a través de una muestra de sangre venosa. Las mismas se iniciaron en los Municipios de Lomas de Zamora y La Matanza.
Ante la sospecha de exposición a plomo y para minimizar el contacto y la absorción de este metal se indican recomendaciones higiénico nutricionales y laborales.
En casos excepcionales se ha requerido iniciar tratamiento específico toxicológico, el cual se ha realizado en un Hospital Pediátrico, y fue supervisado por el equipo de toxicología de ACUMAR. No se ha requerido realizar quelación (tratamiento específico para eliminar el plomo del organismo en internación) por exposición a plomo ambiental a ninguna niña o niño de la Cuenca desde el año 2017.
Al mes de mayo de 2021, 382 personas de la Cuenca se encontraban en seguimiento por el equipo de toxicología de ACUMAR por presentar resultado de plombemia por encima de los valores de referencia
¿Qué es el plomo y para qué se usa?
El plomo es un metal pesado presente de forma natural en la corteza terrestre al cual se le han dado múltiples utilidades productivas a lo largo de los años, tanto por su durabilidad como por su flexibilidad, formando parte, por ejemplo, de las tuberías domésticas, la soldadura de latas de conserva, como aditivo en las naftas, o en pinturas. Con el tiempo, muchos de estos usos se prohibieron o se limitó su concentración aceptada, ya que su uso generalizado ha dado lugar en muchas partes del mundo a una importante contaminación del ambiente, un nivel considerable de exposición humana y graves problemas de salud pública.
Desde ACUMAR, se ha seleccionado al plomo como biomarcador, ya que se trata de un compuesto orgánico persistente que permite inferir contaminación antropogénica.
Las fuentes de contaminación de la cuenca
Desde ACUMAR registraron actividades laborales informales tales como el acarreo y acopio de chatarra, la quema de residuos eléctricos y electrónicos, el reciclado informal de baterías, o formal sin los elementos de protección personal y buenas prácticas de cuidados, como responsables de la contaminación.
En muchos casos, las infancias se encuentran expuestas en estas actividades por realizarse en el mismo hogar, o por acompañar a las y los adultos responsables en la jornada. Otras fuentes son suelos contaminados por acopio de chatarra o de origen fabril, así como pinturas con plomo en los domicilios.