El médico cirujano, magíster en Salud Pública y en Administración de Servicios de Salud y docente de la Universidad Nacional de Córdoba contó detalles del procedimiento y las variables con las que ya en el mes de enero, junto a otros epidemiólogos, estimó el crecimiento exponencial de casos de contagio en el país, a partir de la apertura de la escuelas, y el reinicio de la presencialidad.
“Nosotros cuando hacemos análisis de procesos epidemiológicos y tenemos un brote, lo primero que tenemos que mirar es la fecha que se produjo la detonación, y con el caso del coronavirus lo tenemos claro porque el período de incubación es de 14 a 21 días, así que si los casos crecieron exponencialmente el 23 de marzo (cuando llegaron a mueve mil), eso nos lleva a la primera semana de marzo”, dijo Atienza, en Gobierno de Científicos, por Radio Caput.
El especialista evaluó que “otra de las variables es que esto se produjo desde Tierra del Fuego hasta Formosa entonces la causa podría ser el frío, pero en la primera semana de marzo no hubo frío”, y descartó la alternativa, pero además consideró la hipótesis de las variantes del coronavirus: “Otra variable es que las cepas más contagiosas, las del Reino Unido y Brasil, no circulaban con predominancia en la primera semana de marzo”.
“Un fin de semana largo en Argentina moviliza tres millones de personas, eso aumenta en 20% la cantidad de casos entre diez y quince días después, para que sextuplique tenés que analizar que se movió más cantidad de personas que las de un fin de semana largo, entonces ahí concluís que se trata del sistema educativo argentino que moviliza 22 millones de personas, sin pandemia, todos los días”, concluyó Atienza.
“Acá, con la implementación de burbujas en el sistema educativo se movilizaron diez millones de personas del sistema educativo, lo que equivale a cinco veces más lo que moviliza un fin de semana largo y ahí están los cinco o seis meses más la cantidad de casos”, amplió el especialista sobre el crecimiento exponencial de casos, que ayer, 16 de marzo, alcanzó los 30 mil en 24 horas.
Atienza consideró que la situación epidemiológica actual se dio porque “el Gobierno y el mundo no le hicieron caso a los científicos, sino a la política y al humor social, porque políticamente conviene tener las escuelas abiertas, epidemiológicamente no”, porque “hay 65 mil instituciones educativas en el país que son 65 mil focos de distribución y dispensación de virus, estadísticamente es un problema”.
“Los países que abrieron las escuelas no aumentaron progresivamente la cantidad de casos, sino verticalmente”, dijo Atienza y consideró que “este virus deja claro que si no tomás medidas de prevención y administrás un poco la pandemia el virus te explota en la cara y te llena las terapias intensivas”.
“Peor que ver un chico sin escolarización es no llegar a las terapias intensivas porque no hay lugar”, sostuvo el especialista y comparó la situación con Chile, donde el 50% de los fallecidos se dio por no poder ser atendidos en los hospitales. “Sesenta y cinco mil escuelas tienen el poder de movilización de medio millón de comercios porque cada escuela tiene 300 o 400 chicos en pandemia, el nivel de difusión y dispersión del virus es poderosísimo”, concluyó.
Atienza explicó que existe medición de cuánto aportan las actividades como las fiestas clandestinas, fines de semana largo, clubes deportivos, las vacaciones, las reuniones familiares, las reuniones sin barbijos, a la cantidad de casos: “aportan entre cuatro mil y seis mil casos y eso está estable desde noviembre, pero cuando abrís las escuelas se suma una variable más, se junta todo y se detona”, concluyó.
El cirujano reforzó su argumento asegurando que “otro dato es que el grupo etario que tuvo mayor crecimiento es el de mayores de 18 años”, pero además aseguró que, a diferencia de la suba de casos del 2020, esta vez se dió de manera abrupta y no aumentó proporcionalmente la cantidad de muertes de personas mayores”.
“En los 300 mil casos que tuvimos los últimos 18 días el crecimiento de casos se dio mayoritariamente en mayores de 18 años, no hay lugar a dudas que hay que cerrar las escuelas”, dijo Atienza.
“Si cierran las escuelas y mandan el personal administrativo municipal, nacional y provincial a sus casas los próximos quince días, tendremos un aumento importante de la cantidad de casos, pero tenemos una oportunidad de estabilizar la línea, y no haría falta tocar los aspectos económicos”, dijo Atienza, “pero el problema es político”.
“Hay un nivel de crueldad de la oposición que pregona por el bolsonarismo que es terrible”, cuestionó el especialista, sobre la actitud de los dirigentes de Juntos por el Cambio, y apuntó que “el delirio de lo que afirman condiciona al Gobierno”.
“O cerrás antes las escuelas, y te queda cintura para manejar números, o cerrás después, con un costo sanitario y en vidas muy alto, y ya no lo vas a poder controlar, pero se va a tener que cerrar de una u otra manera”, dijo Atienza.
Atienza aseguró que cerrando las escuelas “no va a bajar la cantidad de casos”, porque “si bien por el cierre de escuelas los casos van a bajar hacia finales de abril, en ese momento van a ser prevalentes las variantes del Reino Unido y de Manaos, que son más contagiosas, y eso va a hacer una detonación de casos que se va juntar con el frío”, por lo que estimó que “los casos argentinos se estabilizarán entre 25 mil y 30 mil diarios, y si a eso se suma la presencialidad en escuelas podría haber días de 80 mil a 100 mil casos diarios”.
