Luis Pierpauli, el director de Gisens Biotech, una de las empresas de base tecnológica que desarrolló dispositivos de detección de Covid-19 y herramientas para el control del proceso que atraviesan quienes padecen la enfermedad, detalló el estado de los avances en los que trabajó junto a la Universidad Nacional de La Plata y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Gisens trabajó durante el 2019 junto al Instituto de Investigaciones Fiscoquímicas y Teóricas (INIFTA) del CONICET y la Universidad Nacional de La Plata, en un dispositivo para controlar pacientes con enfermedad renal desde sus casas, a través de un biosensor basado en nanotecnología y nanomateriales.
“Nos dimos cuenta que la tecnología que estábamos desarrollando tranquilamente se podía adapatar para detección de Covid, entonces empezamos a trabajar en eso, en la presencia del virus, sobre esta plataforma”, contó Pierpauli, en diálogo con Gobierno de Científicos, por Radio Caput y detalló que “otro de los desarrollos tiene que ver con la tormenta de citoquinas, que impacta en el tema de salud pública y en el crecimiento y expansión de una tecnología muy nueva”.
La “tormenta de citoquinas” es un fenómeno de sobregeneración de anticuerpos hacia el final la enfermedad, y que genera consencuencias que pueden ser letales para el paciente.
“Se empezó a detectar a medida que iba avanzando la pandemia y es una sobrerreacción del sistema inmunológico a la infección por el virus”, explicó Pierpauli, y amplió que “a veces ese sistema inmunológico falla y reaccione por demás a una infección, y esa reacción desmedida del organismo pueden tener efectos muy nocivos para quienes cursan la enfermedad, incluso se presenta entre las que tienen mayor tasa de letalidad para los pacientes con Covid-19 severo”.
“Si lo detectamos a tiempo existen varios tratamientos para la tormenta de citoquinas, el tema es que tienen que ser implementados apenas se manifiesta el fenómeno y nosotros apuntamos a eso, a poder detectarla de forma inmediata para que los médicos puedan instalar el tratamiento y salvar muchas más vidas”, explicó Pierpauli, y detalló que “para ello desarrollamos un pequeño biosensor del tamaño de una tarjeta SIM de celular, ahí se deposita una gotita de sangre, ese biosensor se coloca en un lector que tiene el tamaño de un teléfono celular y se obtiene el resultado en cinco minutos”.
“El lector le va a decir al médico si el fenómeno se está desarrollando y si debe iniciar el tratamiento”, explicó Pierpauli.
La relación con el sistema científico
El desarrollo de Gisens Biotech recibió financiamiento desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a través de la Agencia I+D+i, al quedar seleccionado entre otras 74 iniciativas que ofrecieran soluciones científico-tecnológicas de impacto inmediato contra el avance de la pandemia de coronavirus.
“Algo de lo que más nos enorgullece en Gisens es la relación que hemos podido desarrollar con el sistema científico-tecnológico de este país que es uno de los mejores del planeta”, aseguró Pierpauli, y remarcó que “sin embargo falta trabajar la articulación con el sistema privado”.
“Nosotros empezamos a hablar con el INIFTA en 2018 cuando ellos estaban desarrollando trabajos muy interesantes en nanomateriales, pero faltaba algo vinculado con la electrónica, y eso lo traíamos nosotros desde la parte privada, y ahí se nos ocurrió colaborar para armar un producto que pueda cambiarle la vida a las personas”, explicó Pierpauli, y agregó que “ese fue el momento en que nació este convenio de investigación y desarrollo con la UNLP y el CONICET”.
“Tenemos una relación muy cercana con la Universidad Nacional de La Plata, y eso nos permitió lanzar un programa de becas para que los estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas puedan venir a realizar estadía dentro de Gisens, ver como funciona la industria, entender un poco de nanotecnología, ver lo que hacemos nosotros y de llevarse una tremenda experiencia laboral y profesional”, contó Pierpauli.
“Las empresas basadas en el conocimiento están empezando a nacer en Argentina y estas becas son para que los alumnos y alumnas empiecen a vivir lo que es una empresa de base tecnológica, que vean que con la carrera académica, se puede empezar a emprender y usar los conocimientos que obtienen durante su carrera científica para cambiar el mundo en la producción de bienes y servicios, y eso nos va a permitir posicionarnos como país en la industria de producción del conocimiento y tecnología”, dijo Pierpauli.
La relación público-privada
Pierpauli, desde su lugar de empresario privado asociado al sistema científico-tecnológico dio su mirada sobre la relación con el sector público: “Algo importante que tiene que ocurrir es que el Estado pueda acompañar estas iniciativas de intersección entre el sector público y el privado”, dijo Pierpauli, y explicó que “acá había un grupo de investigadores con ganas de desarrollar un producto innovador, una tecnología nueva, y un grupo de emprendedores privados que querían emprender y nos juntamos con un convenio de I+D, y cuando se da esta intersección entre el mundo científico y el mundo emprendedor, el Estado tiene que tener un rol apoyando eso, sobre todo en un país con una capacidad científica tan grande, y con una capacidad emprendedora tan grande”.
“Hay empresas de base tecnológica que están desarrollando energías maravillosas, desde el lado del privado uno espera capacidad emprendedora, inversión de capital e inversión de trabajo, y desde el Estado lo que uno desea es que haya apoyo, para que estas empresas que son tan frágiles puedan crecer, porque cuando desarrollás tecnológia no estás vendiendo aún ningún producto, entonces el Estado debería poner condiciones adecuadas para que esa empresa florezca y no quede en el camino”, dijo el director de Gisens-Biotech, y ejemplificó con su propio caso: “nosotros hemos recibido aportes de la Agencia I+D+i que han sido determinantes a la hora de planear el crecimiento de la empresa, hemos recibido un aporte del Ministerio de Producción que también nos permitió encaminar el crecimiento y nos dio muchísima estabilidad y previsibilidad”.
“Nuestro sueño más ambicioso es cambiar la forma en que se diagnostican las enfermedades en el planeta”, dijo Pierpauli y agregó que “para arrancar tienen que haber condiciones propicias para comenzar a hacer algo tan grande, y afortunadamente en nuestro caso ocurrió por el apoyo del Estado y una Company Builder privada que nos dio una inyección muy importante”.
El equipo de Gisens Biotech viajará a Estados Unidos en noviembre, a Sillicon Valley, luego de ganar el concurso Startup Olé, impulsado por una aceleradora de España, para que esas compitan por un millón de dólares de un fondo de inversión norteamericano. Es la primera empresa argentina que participará en el certámen.