Periferia

5 de Septiembre de 2020

Lucas Carbone: “Los incendios fueron provocados para el avance de la frontera agropecuaria”

Dos investigadores del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal del CONICET, de Córdoba, señalaron que los incendios en la provincia fueron "intencionales", para avanzar sobre áreas protegidas por Ley. Escuchá su testimonio.

Tras las versiones del gobierno de Córdoba, a cargo de Juan Schiaretti, atribuyendo el desastre ambiental ocasionado por los incendios en la provincia, a causas naturales como un rayo, desde el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV-CONICET) rechazaron la hipótesis y apuntaron que fueron ocasionados por la actividad extractiva agrícola.  

Así, el instituto de investigación dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) emitió un comunicado en el destacó que “las áreas quemadas en la provincia corresponden a zonas de lata prioridad de conservación”, y apuntaron que la pérdida ambiental “no es consecuencia del clima sino de un proceso de desinversión en políticas de prevención”. 

Tras el comunicado, el programa Gobierno de Científicos, emitido en Radio Caput, entrevistó a dos de los investigadores del centro de investigación del CONICET, quienes destacaron que el desastre ambiental está vinculado “al avance distintas actividades socioproductivas asociadas a un sistema extractivista”. 

Los doctores en Ciencias Biológicas e investigadores del IMBIV, Lucas Carbone y Santiago Benítez-Vieyra, explicaron el fenómeno y lo contextualizaron en el marco de lo que cada año sucede en la provincia con los intentos de desmonte y deforestación causados por sectores del agro provincial que buscan extender las fronteras para la siembra de soja, entre otros cultivos.  

Avance de la frontera agropecuaria 

Carbone, quien es ingeniero agrónomo en sus estudios de base, y especialista en el área de incendios, manifestó que “nuestra preocupación en torno a la versión oficial es por el mal manejo y el desconocimiento de las causas que propician los incendios, que para nosotros son provocados por las actividades humanas y son intencionales”. 

“Mas que a factores ligados al cambio climático o a factores de sequía extrema, que en Córdoba pasa todos los años, los incendios son debido a cambios en el uso de la tierra”, dijo Carbone, que ligó el fenómeno “al avance de la frontera agropecuaria y de la ganadería”. 

Las palabras de Carbone responden a las versiones de funcionarios del gobierno de la provincia de Córdoba, a cargo de Juan Schiaretti, quienes manifestaron que las causas de los incendios están vinculados con factores climáticos regionales.  

Por eso, el biólogo Santiago Benítez-Vieyra, consideró que “lógicamente el clima seco favorece que los incendios se propaguen, no hubo factores naturales como tormentas o rayos que expliquen los incendios, tiene que haber alguien que prenda el fuego para que se inicie”. 

Las prácticas de incendiar zonas 

Los investigadores explicaron que los incendios son el modo que utizan muchos actores agropecuarios para diversas actividades del sector. “Hay quema para rebrote de ganado en varias zonas de la provincia, esto es para que rebrote el pasto”, dijo Santiago Benítez-Vieyra. 

Sin embargo, la práctica es extensiva a otro tipo de prácticas como “la introducción de pasturas exóticas, que eso crecen enormemente y acumulan un monton de material seco, y a diferencia de lo que dicen las grandes asociaciones de productores no es ninguna mejora porque hace mas vulnerable el ecosistema al fuego”. 

Por otro lado, son los emprendimientos inmobiliarios los que amenazan los bosques con el crecimiento y la expansión de las zonas urbanas. 

Avance sobre zonas protegidas por Ley 
 
El investigador del CONICET, Santiago Benítez-Vieyra afirmó que “sospechosamente ocurren en áreas protegidas, asociados a zonas ganaderas, o donde hay buen terreno para emprendimientos inmobiliarios”. 

“En Córdoba tenemos una de las tasas de deforestación más altas del país”, dijo Vieyra, y explicó que “desde el inicio del cultivo de soja a gran escala en los ´90, cuando estaba Felipe Solá de Secretario, la frontera de la soja se extendió por toda la zona noroeste, este y sur de la provincia, desplazando al bosque de esa zona y a la ganadería, que se desplazó hacia zonas marginales, donde no se puede cultivar, y presiona sobre la zona serrana y el noroeste sobre todo”. 

“Ha habido varios intentos de modificar el ordenamiento de los bosques nativos, que están protegidos por ley, para permitir un mayor uso ganadero, precisamente, con la implantación de pasturas exóticas, por ejemplo”, dijo Benítez-Vieyra.  

La provincia de Córdoba está adherida a la Ley de Bosques Nacional y tiene su propia Ley de Bosques provincial, para la protección de los recursos, por lo que aquellas que se consideran zonas rojas, en general las afectadas por los incedios, no pueden destinarse a otras actividades que las de conservación o a aprovechamientos de muy pequeña escala.  

Los investigadores relacionaron el desastre ambiental actual con el intento de modificar la ley provincial de protección de bosques, en 2016, para cambiar el uso de las categorías “rojas” a aquellas zonas de conservación, para permitir el uso ganadero y tratar de borrar el 50% de las zonas rojas de la provincia, que en ese momento no se logró por las manifestaciones populares. 

En este sentido, Carbone aclaró que “las zonas rojas, una vez que se incendian no cambian de categoría, por lo que tampoco cambia el uso que se hace de esa zona”, sin embargo subrayó que “esto es en teoría, pero en la práctica pasa, después, pasa otra cosa”. 

“Es que después que una zona se incendia es más fácil empezar a correr las fronteras de urbanización, por lo que lo que dice la ley es una cosa pero lo que dice la práctica es otra”, explicó el investigador.  

Las consecuencias socio-ambientales 

Carbone explicó que “las consecuencias en el suelo, la dinámica hídrica del suelo y la vegetación de los ecosistemas serranos sufre cambios drásticos, haciendo que se pierdan muchos suelos, que las cenizas corran a los ríos y terminan todos esos sedimentos contaminando las aguas de los embalses, que es la que consumimos en las ciudades”. 

Por eso concluyó que “las consecuencias sociales y ambientales, para la población son importantes” y consideró que “las medidas que se están tomando para paliar esta situación son escasas”.  

Deficientes sistemas de prevención 

Por último, Carbone apuntó contra los sistemas de prevención provincial. “Son bastante pocas las políticas para prevención y alertas tempranas de los incendios, de hecho se le quitó el financiamiento aún cuando las fuentes tecnológicas que tenemos hoy son mucho mejores de las que teníamos”. 

Carbone consideró, por tanto que “la prevención y las alertas tempranas son claves pero esa área en torno al plan de manejo del fuego está bastante desfinanciada”. 

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