Periferia

24 de Septiembre de 2020

Jorge Aliaga: “El Gobierno buscando ganar tiempo aumentó la capacidad del sistema sanitario”

El físico, investigador y asesor del gobierno bonaerense respecto a la pandemia de coronavirus, habló de la evolución de contagios, la ocupación de camas y las estrategias de prevención.

Luego de la presentación de los últimos informes en los que se confirma una ocupación de camas de 60% en la ciudad de Buenos Aires, y del 65% en la provincia, por el avance de la pandemia de coronavirus, el físico e investigador independiente del CONICET, y asesor del gobernador Axel Kicillof, Jorge Aliaga, se refirió al escenario actual que atraviesa la región de AMBA. 

Respecto a la ocupación de las camas Aliaga aseguró que “en el AMBA los números están más o menos estabilizados y hay menos ocupación de camas de terapia que hace dos o tres semanas”. 

En diálogo con el programa Gobierno de Científicos, por Radio Caput, Aliaga rescató la política del gobierno nacional con un dato respecto a la ocupación de las camas: “Lo notable los últimos meses es que el porcentaje de ocupación de camas viene siendo estable, pero ves el número de ocupación de camas y siempre es más grande”, aseguró y consideró que “eso es porque el gobierno, con medidas precoces, buscando ganar tiempo y demorar el aumento de los casos de contagio, aumentó la capacidad del sistema sanitario en cantidad de camas, cantidad de respiradores, y hasta capacitando personal médico que no eran de especialidades de terapia, para asistir a personal de terapia”. 

Sin embargo, Aliaga consideró que el problema más grande hoy es la cantidad de profesionales disponibles que posee el sistema de salud, puesto que “no podemos inventar personal de salud aunque tuviéramos la plata” aludiendo al límite anunciado por el Ministerio de Salud, sobre la capacidad de atención existente en el país.  

“Pareciera ser que hasta ahora en el AMBA alcanzó el personal de salud, pero una cosa son las camas y otra es que tengas el personal para atenderlas”, dijo Aliaga y citó el caso de Perú, en donde el sistema sanitario colapsó con el 85% de camas ocupadas. 

“Algo que aprendimos es que nunca debemos llegar a cerca del 100% de ocupación de camas”, dijo Aliaga, y aseguró, con respecto a las medidas tomadas en el AMBA, que “lo que se hizo es ganar tiempo de la manera tradicional, y eso es limitar el contagio, haciendo que una persona no esté cerca de otra para evitar que se transfiera el virus”. 

La sensación de que no hay enfermedad 

El ex subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia (2008-2015) aseguró que mantener controlada la situación sin colapso del sistema sanitario y sin que suban los casos de golpe también genera un efecto adverso y es “la sensación de acostumbramiento”. “La gente tiende a pensar que no había problema, y se genera una sensación falsa de que no pasa nada porque no se ve una situación catastrófica”, dijo Aliaga. 

Aliaga le apuntó a la estrategia de “sólo medir” porque “si vos sólo medís no combatís el problema” por eso, aseguró que “nosotros planteamos una estrategia que, llevada al extremo, funciona con “cero testeos”, donde, si a la persona que tiene síntomas compatibles con COVID, antes de hacerle testeos lo asumís como contagiado, y le preguntás con quiénes estuvo los días anteriores, los contactás y los aislás durante tres o cuatro días hasta conocer el cuadro, entonces vos cortás la cadena de contagios”. 

“Lo que se ha venido haciendo es hacer decenas de miles de testeos todos los días, esperar a tener el positivo, para aislar a la persona, pero en ese momento contagia a otros”, dijo Aliaga, explicando que, en promedio, cada persona contagia a 2 o 3 personas más, cuando no se hace nada para evitar contagios. 

“Ahora esos contagios están mediadas por las acciones de las personas, y por eso hoy esa cifra baja”, aseguró Aliaga, y explicó que “Santa Fé y Córdoba bajaron los contagios con estas medidas”. 

¿Cómo no favorecer la vuelta a Fase 1? 

Al momento de evaluar que actividades generan mayor probabilidad de contagios, en caso de un relajamiento de la cuarentena, el físico e investigador consideró que “a veces no importa qué actividad en sí, sino cómo se hace la actividad”, y manifestó que “salir a correr sólo o con alguien con quien convivo, de la zona o el barrio donde vivo, probablemente esa actividad es poco riesgosa, pero si juntamos a muchos que no se conocen en un lugar, como en Palermo, ahí es distinto”. 

En este sentido le apuntó a la voluntad del gobierno de la Ciudad de que las escuelas retomen su actividad normal: “Es muy difícil decirle a un chico no cambies útiles con compañeros, no grites, no hables cerca, ahí es la dificultad”, dijo Aliaga.  

“Hay que ponderar que actividades son más riesgosas, cuáles menos, cuáles tienen un impacto económico más grande, y cómo se deberían realizar”, cerró Aliaga. 

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