Periferia

2 de Agosto de 2020

Gabriel Absi: “El próximo salto tecnológico es tener un lanzador propio”

El Gerente de Proyectos Espaciales de INVAP, habló de la postergación del lanzamiento del SAOCOM 1B. Además, el tercer satélite de ARSAT y el proyecto para que Argentina tenga acceso autónomo al espacio.

Desde Estados Unidos, el Gerente de Proyectos Espaciales de INVAP, Gabriel Absi, se refirió a la postergación del lanzamiento del satélite observacional, SAOCOM 1B, y los tiempos en que estará funcionando una vez que se encuentre posicionado en su órbita.  

En diálogo con Gobierno de Científicos, por Radio Caput, el Ingeniero Electrónico recibido en la Universidad Tecnológica Nacional, también dio su mirada sobre la reactivación de ARSAT 3 (ARSAT SG1), cuyo lanzamiento está estimado para 2023. 

El proyecto para que Argentina tenga sus propio lanzador espacial, el inicio de las gestiones para fabricar el tercer satélite de ARSAT (ARSAT SG1), el congelamiento de proyectos durante el macrismo, el papel de la CONAE, empresas de base tecnológica en el país, el desarrollo de la industria espacial y la importancia del inversión constante del Estado, en esta nota. 

SAOCOM 1B 

“El satélite está preparado por diseño para tener una cierta cantidad de meses de almacenaje, sin que haya que hacerle mantenimiento, está en perfectas condiciones, está en óptimas condiciones, no hay problema en esperar un mes para su lanzamiento, ahora estamos en el encapsulado que es ponerlo en su cofia, es decir ponerlo en la punta del cohete, y hacer lo que en la jerga se llama baby sitting, en la que chequeamos la carga de la batería, presión en los tanques de combustible, temperaturas, como parte del procedimiento, mientras esperamos que el satélite está en condiciones, con encendidos para testear que está todo bien y llegamos sin problemas al día de lanzamiento”. 

“Una vez que entra en órbita arranca un proceso largo hasta que entra en funcionamiento, lo primero que va a pasar una vez que se separe el satélite, unos doce minutos después del lanzamiento, es desplegar sus paneles solares, a los 14 o 15 minutos ya vamos a estar pasando sobre Perú, y ahí deberíamos tener contacto con la estación terrena para comenzar a ver la telemetría del satélite, la información del satélite, y ahí empieza una operación de entre 30 y 40 días, que empieza con el despliegue de la antena del radar, que es una antenta muy grande de 35 metros cuadrados, es decir 3 metros y medio de ancho por 10 metros de largo y son siete paños de antena que hay que desplegar de forma motorizada, y después empieza un testeo del satélite para verificar que todos sus sistemas funcionan bien, con maniobras de propulsión, para ponerlo en la órbita nominal, y una etapa de calibración, por lo que el satélite estará operativo para fin de año”. 

La industria espacial, en retrospectiva 

“La actividad espacial en Argentina data de los años ´60 pero tomó mayor relevancia en los años ´90 con la creación de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), pueden ser discutibles decisiones tomadas, pero si se mira en retrospectiva, el balance general, por el trabajo que ha hecho la CONAE es muy bueno, y lo ha hecho con un presupuesto muy magro, cuando uno ve los presupuestos que han utilizado otras agencias espaciales de otros países, que hoy no tienen nada aún con una inversión mucho mayor”. 

“CONAE atacó todos los verticales de este negocio, de una forma muy eficiente, generando un derrame tecnológico en su cadena de valor, hay muestra de ello en que en el orden de 80 empresas argentinas de base tecnológica han trabajado en el satélite y varias instituciones y organismos de ciencia y tecnología y eso le dio la posibilidad de salir a exportar productos de valor agregado a INVAP y a estas empresas”. 

“La industria espacial no fue una política de Estado, como afirmaban algunos políticos, lo que pasó es que la política de Estado fue el querido Conrado Varotto, que agarró la CONAE en los ´90 y hasta hace muy poco fue director, y él supo trascender a los gobiernos con un plan espacial y objetivos que llevó adelante, pero no fue deliberadamente una política de Estado llevada adelante por la política, sino tener una persona como Conrado, con su empuje, con la visión que supo, con las idas y vueltas que tiene la Argentina, gestionar presupuesto para cumplir esos objetivos”. 

“Cuando vos mirás los países que se han desarrollado tecnológicamente las políticas de Estado generan éstas cosas, Argentina no tiene políticas de Estado, siempre dependemos de organismos, instituciones o personas, no de una política deliberada”. 

Política de Estado y Empresas de Base Tecnológica 

“Argentina tiene un potencial muy grande, una capacidad tecnológica, de sus profesionales, por la que no tiene que envidiar nada a otros países, estamos igual de formados que cualquier otro profesional en el mundo”. 

“Las necesidades tecnológicas son muchas y Argentina puede encarar cualquiera de ellas, lo que necesita es una política sostenida de inversión por parte de Estado, porque ningún privado va a invertir en desarrollos estratégicos, porque son de alto riesgo para un inversor, entonces es difícil encontrar un inversor que quiera invertir en una tecnología que hay que desarrollar y que tiene un alto riesgo, y en relación a esto basta con mirar lo que pasa en Estados Unidos, Israel o cualquier país desarrollado, si no está el Estado atrás haciendo la inversión del desarrollo, hasta que el desarrollo tecnológico madure, es muy difícil hacer después negocios con eso”. 

Lanzadores propios para acceder al Espacio 

“Argentina hoy es líder en Sudamérica en el área espacial, estamos a una diferencia muy grande respecto del resto de los países, incluso respecto de Brasil, con toda la inversión que han hecho, que invirtieron 10 veces lo que invirtió la Argentina y hoy tienen muy poco”. 

“Lo que hace falta es seguir invirtiendo, que el Estado siga invirtiendo, el próximo salto tecnológico, que quedó inconcluso, es tener un lanzador propio, para poder lanzar nuestros propios satélites y ser autónomos en el acceso al espacio, se han dado pasos y se ha avanzado, la capacidad está en el país, lo que falta es un poco más de inversión durante algunos años para poder concretar eso, pero estamos a un paso de lograrlo”. “Incluso esto Brasil no lo ha podido hacer y son muy pocos los países que tienen la tecnología para hacerlo, y nosotros lo tenemos al alcance de la mano, faltan algunos años de inversión, la capacidad está en el país, estamos a un paso de lograrlo”. 

En Argentina, en el área espacial, el único vertical que nos estaría faltando para estar en toda la cadena de valor, es tener el lanzador propio para acceso al espacio propio”. 

ARSAT 3, desinversión y reactivación 

“ARSAT 3 fue una muy buena noticia a principios de año para INVAP, por eso cuando se suspendió en 2016 fue un golpe para el área espacial, y para INVAP en particular, porque era un contrato que ya teníamos firmado y que ya había empezado su ejecución, con un equipo de 70 personas ya trabajando en el proyecto, y cuando ese contrato se canceló, esa gente la reabsorbimos dentro de la empresa en otros proyectos tecnológicos que teníamos”. 

“Nosotros teníamos una idea muy clara de hacia dónde queríamos ir en INVAP, y lo que hicimos fue tratar de encontrar inversiones para llevar adelante el desarrollo de ese nuevo satélite, no lo encontramos en el país, y lo encontramos en Turquía, con quiénes formamos una empresa G-SAT Com, formada 50% por INVAP y 50% por esta empresa turca y estamos desarrollando un satélite de última generación que está cerca del estado del arte de la tecnología de los satélites de comunicaciones, y esa es la tecnología que vamos a utilizar en el ARSAT Segunda Generación 1 (SG1)”. 

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