Tras conocerse el proyecto de creación de un Observatorio científico-tecnológico y de una Red de Información de Ciencia y Tecnología, el Subsecretario de Estudios y Prospectiva del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eduardo Mallo, contó que “el objetivo del observatorio es profundizar la utilización de la información producida, tender al mejoramiento de la información en el contexto de las instituciones y difundirla”.
El proyecto parte de la Dirección Nacional de Información Científica de la cartera, que anualmente informa a las universidades nacionales, las universidades privadas y las entidades sin fines de lucro sobre los resultados de datos del sistema científico-tecnológico.
Durante una reunión con las entidades sin fines de lucro que realizan actividades de investigación y desarrollo, el funcionario dio a conocer el proyecto de creación de los dos entes.
“La idea es que la información sirva para procesos de planificación en términos institucionales”, dijo Mallo, y aseguró que “nosotros en vez de pensar el sistema científico como un montón de investigadores lo pensamos como una red de instituciones, desde esa perspectiva mirar estos datos permite generar mapas institucionales, y pone en tiempo y espacio las actividades científico-tecnológicas”.
Federalización de los recursos científico-tecnológicos
Mallo explicó que “lo que estamos intentando con el Observatorio es poner el acento en poner en valor los datos de las instituciones, que se utilicen los datos para gestión y procesos de planificación”.
“Nos importa prestar asistencia técnica en términos metodológicos, operativos y de construcción de nuevos indicadores a las instituciones que tienen realidades muy dispares, asimetrías, desigualdades”, explicó el Subsecretario de Estudios y Prospectiva, en Gobierno de Científicos, por Caput Radio.
“Hay asimetrías en términos de recursos humanos, de volumen de recursos humanos que se utilizan para investigación en diferentes instituciones, pero hay instituciones señeras, que nuclean al grueso de los investigadores, como el caso de la CNEA, la CONAE”, dijo Mallo en relación a la distribución de recursos entre las provincias, y en tal sentido aseguró que “una de las variables es empezar a trabajar desde las provincias a la formulación del plan, partiendo de que las propias provincias construyan sus propias agendas de ciencia y tecnología y las integren al plan nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030, con sus propios planes e indicadores”.
Mallo explicó que “una de las cosas importantes es que las provincias formulen sus propios planes e indicadores de producción científica para poder construir un mapa de las capacidades científicas del territorio”, y aseguró que “es una preocupación la federalización para el Gobierno”.
“El aumento relativo de la inversión del sector privado solapa una baja brutal del sector público en ciencia y técnica”, dijo Mallo y aseguró que “la inversión privada se mantuvo estable, mientras que la inversión pública sigue traccionando el desarrollo científico-tecnológico”.