Periferia

26 de Octubre de 2022

Cuatro empresas nacionales que están en la vanguardia de la innovación tecnológica

La Universidad Nacional Guillermo Brown recogió los testimonios de compañías que se transformaron invirtiendo en investigación y desarrollo. Ciencia y Tecnología aplicadas a textiles, combustibles nucleares, construcción y nanosatélites.

La Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) presentó el segundo encuentro de un ciclo de charlas sobre empresas que se pusieron a la vanguardia de la innovación invirtiendo en investigación y desarrollo. El evento permitió rescatar el testimonio de los y las protagonistas de las compañías 100% nacionales que, mediante la articulación con el sistema científico y académico, consiguieron transformar su matriz productiva, y revitalizaron su actividad en un marco de pospandemia . 

Los encuentros buscan visibilizar experiencias reales de casos virtuosos en los que la innovación abrió alternativas productivas, cientificas y tecnológicas, que iniciaron, incluso, en contextos tan adversos como la pandemia de Coronavirus.

El secreto de la innovación”, inició con el testimonio de pymes locales y empresas de base científico- tecnológicas de todo el pais. “Innovar en la industria requiere creatividad, pero también conocer nuevas formas de trabajo y crear redes”, reza la organización del evento.

Justamente, en torno a ello giraron algunos de los relatos sobre las estrategias para alcanzar la  innovación que encararon una industria textil, una compañía especializada en combustibles nucleares, una pyme asociada nuevos materiales de construcción y un emprendimiento de nanosatélites.

Las redes, el vínculo con las universidades nacionales, el diagnóstico social, cultural y político previo a innovar, la articulación con los organismos científicos y tecnológicos, el papel del Estado y el riesgo hicieron su cruce transversal en los testimonios de Germán Kuglien, de la empresa CONUAR FAE, fabricante de combustible nuclear; María Candelaria Guerreiro, de la empresa de nanotecnología Kovi S.R.L., desarrolladora de soluciones innovadoras para sanidad e higiene; Hernán Pereyra, de Andariega S. A., empresa productora de nuevos materiales de construcción, y Ayelén Ebene, de FANIoT, que centra su actividad en el novedoso mundo de Internet de las Cosas.

El encuentro contó con la moderación de Oscar Lopez (UNaB-UTD) y la coordinación de Oscar Galante, Coordinador del Centro Universitario PyME de Almirante Brown.

“Nos tenemos que vincular”

El primero en abrir el ciclo fue Hernán Pereyra, de la empresa de materiales de construcción Andariega S.A, ubicada en el Parque Industrial de Burzaco, en Almirante Brown. “Las amenazas que aparecen en el mercado nos obligaron a innovar constantemente, y a veces uno como industrial no lo puede contrarrestar y eso empuja a innovar”, dijo Pereyra, quien focalizó en que, en su caso, fueron las condiciones las que empujaron a rastrear soluciones innovadoras. 

Andariega está ubicada en el Parque Industrial de Burzaco (Almirante Brown).

El presidente de la empresa iniciada en el turismo, dijo que “innovar es tratar de generar un servicio o un producto que va crear un valor en el mercado”. 

Pereyra destacó el trabajo de Andariega en construcción modular: “Acá se trabaja en innovación de procesos para la construcción, nosotros tenemos desarrollos, estamos trabajando con litio, cobre, emprendimientos mineros, el gasoducto Néstor Kirchner, pero el verdadero desafío es la construcción de viviendas en seco, que es un modo superior en resistencia a sismos, eficiencia energética”, sostuvo. 

“Hoy acceder a una vivienda es complejo, la construcción modular va a cambiar la forma de vivir”, concluyó y destacó que, a pesar del éxito de la empresa, “falta un espacio de diálogo entre las universidades y los industriales. Hoy no nos encontramos, pero tenemos que hacerlo porque el industrial no tiene todas las soluciones. Por eso nos tenemos que vincular”.

“Hoy acceder a una vivienda es complejo, la construcción modular va a cambiar la forma de vivir”

Hernán Pereyra, Andariega.

“Desencajonar los papers”

Otra de las experiencias que, como un efecto dominó, recaló en un proceso de innovación continúa es la que vivió Kovi SRL, una pyme textil que, de la mano de la UBA, la Universidad Nacional de San Martín y el Conicet saltó a la popularidad con los barbijos Atom Protect durante la pandemia. 

Fue la gerenta comercial y de Investigación y Desarrollo de la empresa  (un área que se hizo espacio en la compañía a partir del caso exitoso de los barbijos), Candelaria Guerreiro, quién dijo que “la vinculación con el INTI, la UBA, el CONICET y la Universidad Nacional de San Martín fueron parte de las claves del éxito, lo mismo que actuar rápido para tener un producto exitoso”.

“Nosotros no quisimos hacer todo nosotros, sino ver que existe en el mercado, y subirnos”. “Estuvimos trabajando mucho tiempo con la ANMAT. Otra de las urgencias fue que no había techo de producción para los picos de la demanda que generó la pandemia”, dijo Candelaria Guerreiro. 

La encargada de Investigación y Desarrollo contó que “en vinculación tecnológica tenemos un convenio con el CONICET, la UBA y la UNSAM, y tenemos otro convenio para desarrollar colitas de pelo anti piojos, indumentaria para repelencia de mosquitos, todo lo que sea textil funcional tenemos un convenio de investigación y desarrollo con la UNSAM”.

“Nos gustaría poder desencajonar los papers de los investigadores de la Argentina, porque hay profesionales que tienen un nivel muy grande pero muchas veces quedan sus ideas encajonadas en los papers”, dijo Candelaria Guerreiro, quien sostuvo que “la nanotecnología fue uno de los ejes claves de nuestro producto”. 

“Nos gustaría poder desencajonar los papers de los investigadores de la Argentina”

Candelaria Guerreiro, KOVI SRL.
El presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Ministerio de Ciencia), Fernando Peirano, durante una visita a Kovi.

Desarrollo (con acento en el ambiente)

Guerreiro, licenciada en Ingeniería Ambiental, contó que la innovación también hizo un paréntesis en torno a la coyuntura ambiental, puesto que una de las cuestiones adversas del crecimiento productivo durante la pandemia fue qué hacer con los barbijos que dejaban de ser utilizados.

“Estamos trabajando en un proyecto de enzimas que destruyen el textil, con la UBA”, dijo Candelaria Guerreiro, al referirse al trabajo que realizan con la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Buenos Aires y con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para reutilizar los barbijos para biodigestores.

“Nosotros crecimos de 30 empleados a 120”, concluyó 

“Buscamos apalancarnos en otras industrias. Es un modelo de industria industrializante”

Germán Kuglien, CONUAR.

“La industria industrializante”

El tercer caso “de éxito” en cuanto a Innovación que hizo su presentación fue el de CONUAR FAE, una compañía que, entre sus áreas de diversificación incluye la provisión de combustible nuclear a las centrales atómicas de Atucha y Embalse. 

“Buscamos apalancarnos en otras industrias. Es un modelo de industria industrializante” lanzó German Kuglien, al hablar de la relación con el complejo nuclear nacional.

“Queremos reaprovechar todo el parque de máquinas y el know how, y queremos ampliar la oferta de productos y servicios a la industria aeroespacial”, dijo Kuglien sobre la compañia que tiene dominio tecnológico en soldaduras, ingeniería de proyectos, ensayos complejos, metrología, rayos X, macro y microscopías. “Tenemos prácticas de vigilancia tecnológica en el rubro nuclear. La idea es hacer algo análogo a INVAP, a lo que hizo en los 90. Tomando su modelo queremos tener una evolución de los productos y procesos, aumentando la intensidad de conocimiento incorporado”, dijo Kuglien.

CONUAR se especializa en el desarrollo de elementos combustibles nucleares.

Vértices

Kuglien se refirió, además, a la vinculación con el Estado y con el sistema científico y tecnológico.

“Nostros lo que estamos haciendo es centralizar en un área toda la diversificación de conocimiento, y hoy trabajamos en cuatro verticales para empezar a hacer componentes y sistemas para industrias para las que no hemos trabajado, como hidrógeno y gas, metales, aeroespacial y petróleo. El tema es optimizar la vinculación con los otros vértices del triángulo de Sábato, con los programas de organismos y agencias como la Agencia I+D+i, y estamos explorando la incorporación de nuevos recursos.

Hoy CONUAR tiene articulación con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través del FONTAR, con la Secretaría de Economía de Conocimiento (Ministerio de Economía), con el Organismo Internacional de Energía Atómica, con ADIMRA, con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Producción bonaerense, y con las empresas de Pérez Companc.

Kuglien hizo enfasis en las redes de articulación:  “En lo que pueda ser trasladable a Petróleo y gas, con la CONAE, con la Universidad Nacional de Lanús, con Y-TEC, con la Universidad Nacional Guillermo Brown, pero hay mucho por hacer para que se encuentren las universidades y el sector productivo”.

Ayelén Ebene, junto al ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

“Las universidades tienen mucho para aportar a la hora de tener una mirada profunda con la tecnología de punta que puede incorporar una empresa”, dijo Germán Kuglien, y sostuvo que “el componente sindical tiene muy puesta la camiseta de la empresa nacional. Hay una identificación muy grande con producir autónomos y su vínculo con la tecnología, si bien hay tensiones hacia el interior”, al referirse al vínculo con el sector del trabajo. 

“Mirar la necesidad”

De parte de la empresa de base científico- tecnológica, FANIoT, una compañía de Misiones, participó Ayelén Ebene, directora de Innovación de la empresa. FANIoT lanzó, en febrero, FANSat, un programa de desarrollo de nanosatélites que la empresa tiene junto a la provincia y a la Universidad Nacional de Misiones (UNM). Ayelén lo coordina.

FANIoT nació desarrollando nanosensores durante la pandemia de Coronavirus y diversificó su producción hacia la movilidad sustentable (vehículos eléctricos) y tecnologia aeroespacial. La empresa surge como una articulación público-privada con el Estado de Misiones.

“No hemos desarrollado tecnología que parta de papers de universidades”

Ayelén Ebene, FANIOT

“Cada unidad de negocios se asienta sobre necesidades que vemos”, dijo Ayelén Ebene y explicó que “los dos proyectos satelitales son con universidades que no tienen la carrera de ingeniería aeroespcial, pero la idea es generar vocación de los estudiantes para que ingresen en los proyectos de nanosatélites y de Solar-54 (en La Rioja)”. 

En febrero de 2022 se inauguró FANSat, en Misiones.

“El otro camino sería adoptar investigaciones ya hechas por universidades, pero todo surge de una necesidad, con una base de un pedido puntual de una institución o un privado”, puntualizó Ayelén y aclaró que “no hemos desarrollado tecnología que parta de papers de universidades”.

“FANSAT surge como unidad de negocios para dar respuesta al tema de tecnología 4.0. Es que carecemos de infraestructura de telecomunicaciones. Por eso las provincias como Misiones y La Rioja ven en este tipo de desarrollo tecnológico una necesidad”. El seguirá en noviembre con un más testimonios sobre vinculación entre el  sector productivo y el conocimiento.

El ciclo continuará en noviembre, con nuevos casos de empresas que buscan ingresar en el desarrollo invirtiendo en I+D.

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