La bioquímica del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la Universidad Nacional de La Plata, Ayelén Milillo, destacó los reportes que indican que sólo el 2,5% de los vacunados con la solución Sputnik V, de Rusia, presentaron efectos adversos.
Las consecuencias colaterales de la vacunación se dieron como enrojecimiento en la zona de la aplicación, cefalea o febrícula, los cuales desaparecieron dentro de las 24 o 48 Hs.
“Se está viendo lo que se esperaba” comentó Milillo, y aseguró que “con otras vacunas esto también ocurre” y que “cualquier fármaco tiene efectos adversos”, en diálogo con Radio En el Medio.
Milillo dijo que las vacunas son seguras porque los ensayos lo indicaron y que “la Argentina tiene una vigilancia activa de la vacunación”.
Además aclaró que por el momento ninguna de las vacunas incluyen embarazadas, lactantes o pacientes inmunodeprimidos, dado que fueron creadas para grupos de emergencia y que en este momento se estudia el caso de los adultos mayores, “no porque no sean seguras” sino porque no se pudo garantizar la inmunidad, ya que el número de personas infectadas en este grupo etario, es menor.
Finalmente reflexionó diciendo que vacunarse “es un acto colectivo y solidario”, ya que “hay personas que no se van a poder vacunar nunca y nosotros vamos a tener que ser su escudo”.