La presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi, repasó los desarrollos que está obteniendo la comunidad científica argentina en relación con el avance de la pandemia, y se mostró conforme con la empatía y la colaboración mostrada desde diferentes disciplinas.
En diálogo con Daniel Tognetti, por AM 530, la actual presidenta del CONICET, aseguró que “hubo una respuesta inmediata de la comunidad científica que se plegó a colaborar, a través de un espacio en el que más de mil investigadores e investigadoras, becarios y becarias, se mostraron dispuestos y diciendo que sabían hacer”.
Franchi destacó a todas las disciplinas del campo científico, al mencionar que “también lo hicieron las personas de las ciencias sociales, están viendo como impacta la cuarentena, las consecuencias socioeconómicas de esta crisis, incluso en situaciones de reclusión, así como los matemáticos y a los estadísticos que están haciendo el modelado de como va evolucionando la pandemia”.
“Cuando decíamos en las oscuras épocas del macrismo que todos los investigadores servían, que todas las disciplinas eran importantes, lamentablemente esto nos dio la razón”, dijo la investigadora.
Respiradores
Ana Franchi repasó las iniciativas desde el sector tecnológico y científico, que se encuentran avanzando en el desarrollo de prototipos para asistir a hospitales y centros de salud, ante la posibilidad del crecimiento de infectados.
La presidenta de CONICET explicó que “hay un grupo importante de CONICET, de La Plata, del IAR que está desarrollando respiradores, que están listos, sólo resta su aprobación por ANMAT, y que su costo sería muy inferior al costo de plaza, lo que contribuye a la necesidad de respiradores, lo mismo que una empresa de Rosario, que era la única que fabricaba respiradores, que se asoció a institutos de CONICET y al INTI para acelerar su producción”.
“A su vez hay un proyecto, que no son respiradores, sino válvulas, que permiten que un respirador sea utilizado por más de una persona, hay un proyecto de un investigador de CONICET y docente de la Facultad de Ingeniería, que está desarrollando este tipo de válvulas y ya las están probando para el uso humano porque duplicaría la cantidad de respiradores”, destacó Franchi, quien fue directora del Centro de Farmacología y Botánica (CeFyBo-CONICET) hasta la asunción al frente del organismo.
“Los respiradores son un insumo crítico a nivel mundial”, destacó Franchi, bioquímica e integrante de la Red Argentina de Género en Ciencia y Tecnología, y puntualizó en que “hace poquito Estados Unidos frenó una venta de respiradores a Paraguay de parte de China, sin ir más lejos, porque tienen una gran necesidad y hasta pelean entre sus propios estados para ver quien se queda con los respiradores, tener respiradores para una persona en terapia intensiva con coronavirus es vivir o no vivir”.
“En algunos países europeos se decide a quien se les da y a quien no, por eso estar preparados con una gran cantidad de respiradores o con opciones para que puedan ser usados por más de una persona es fundamental”, lamentó la investigadora.
Testeos serológicos, PCR y CRISPR
Por otra parte, Franchi se refirió a los distintos tipos de tests que se están realizando actualmente en el país: Los RT-PCR, del Malbrán y los serológicos de anticuerpos, a los que se están sumando los realizados con técnología CRISPR.
“Hay dos tipos de testeos, los serológicos, que miden anticuerpos, que sirven para saber si una persona en este momento está enferma o ha tenido la enfermedad, para diferenciar si está enferma o ha tenido la enfermedad se necesita el segundo estudio que es el que hace el ANLIS y otros centros”, aclaró sobre los tests que hoy son los que se ponen en práctica.
Respecto a los primeros adelantó que “un grupo de investigadores del Instituto Leloir, que coordina Andrea Gamarnik, ha podido sintetizar la proteína. Este testeo es muy importante porque nos permite saber donde está más concentradas las personas que han desarrollado coronavirus”.
“Saber quién ya tuvo la enfermedad es una tranquilidad, sobre todo en cuanto al personal de salud, para poder seguir trabajando con los pacientes”, explicó la presidenta de CONICET.
Pero, además destacó que “esto nos permite detectar a los que han tenido la enfermedad y no lo saben, es decir los asintomáticos, por lo que nos daría un dato muy interesante que es que porcentaje de la población ha tenido coronavirus”.
El tercer test: Los CRISPR
“Se trata de tres tests, uno de anticuerpos que permite saber si una persona tuvo o está con la enfermedad, por lo que cuando ese test da positivo, tengo que hacer el segundo de ellos, el test de RT-PCR, que es el que hace ANLIS-Malbrán y otros 35 centros”, explicó Franchi.
“Lo que se está desarrollando son los tests rápidos. Tenemos un grupo que es el del doctor Diego Comerci, en la Universidad Nacional de San Martín, junto a la Universidad Nacional de Quilmes, presentaron un desarrollo de un test rápido para dengue, y con la misma técnica están desarrollando un test rápido para coronavirus”, repasó Franchi, quien además subrayó sobre “una start up conformada por becarios e investigadoras de CONICET, que están actualmente en San Francisco, California, están haciendo los testeos”.
“El tercer test, que son estos test rápidos con la técnica CRISPR, que todavía no están, que detectan una parte del RNA del virus, tardarían entre unas ocho o diez horas, pero todavía no los tenemos”, amplió Franchi, aunque advirtió que “nos pueden llevar tres o cuatro meses por lo menos, porque primero se prueban pero luego se prueban con los sueros de personas infectadas y no infectadas, pero los tendremos y estamos en camino”.