Se concretó ayer la primera privatización del gobierno de Javier Milei y se trata de una empresa que es clave para el sector de ciencia y tecnología por el impacto de la transferencia que genera en áreas como Energía y Defensa.
Se trata de IMPSA, la empresa mendocina de infraestructura estratégica que es clave en el desarrollo de turbinas para represas hidroeléctricas, tecnoología crítica para reactores nucleares como el CAREM y el RA-10, o desarrollo de aerogeneradores en energía eólica y fabricación de tanques militares.
La empresa, que es un polo para el sistema científico argentino y para ingenieros, técnicos y tecnólogos del país, es la “INVAP mendocina”, pero ahora le pertenece al grupo empresario estadounidense, ARC Energy.
El primer cambio importante de traspaso de acciones de una compañía con mayoría pública a un inversor privado, y probablemente el primer proceso del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), es la operación por la que Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima (Impsa) fue adquirida por la norteamericana ARC Energy, empresa de capitales norteamericanos dedicada a la producción, provisión y servicios de insumos de petróleo y gas, que canalizará la inversión a través del Fondo de Inversión Americano (IAF). Y probablemente, como la inversión deberá superar los US$ 500 millones (solo por el pago de deudas e inyectar unos US$ 30 millones a la caja urgente de la compañía), reclame los beneficios del RIGI. Debe resolverlo el Gobierno. Casi, Javier Milei de manera personal.
Se inicia así una nueva etapa en la compañía, que fue el símbolo más brilloso de la industria nacional y que luego entró en un torbellino decadente, al ritmo de la desconfianza entre la Nación y los empresarios. Podría empezar también una nueva etapa de esa relación. Se verá.
IMPSA
La compañía fue fundada por Enrique Epaminondas Pescarmona, un turinés que emigró a Mendoza para acompañar a una hermana que se casaba en esa provincia. Los inicios se remontan a 1907 con la apertura, en Godoy Cruz, de los Talleres Metalúrgicos Pescarmona, donde se fabricaban compuertas de metal para la industria vitivinícola. Ya con hijos trabajando en los talleres, abrió en 1936 Pescarmona Hermanos y Compañía. Fallece en 1947 y sus hijos continúan con la compañía; y en 1965 se funda Impsa, proceso imprescindible ante la expansión internacional de la empresa, que comenzaba a avanzar a nivel global ganando licitaciones públicas en todo el mundo.
Luis Menotti Pescarmona asume la conducción e Impsa se expande hacia Sudamérica y América Central, EE.UU., Europa y Asia, y contabiliza una plantilla de más de 3 mil empleados en todo el mundo. Lo sucede su hijo Enrique Menotti Pescarmona, nieto de Epaminondas, con lo que se consolidaba la tercera generación familiar al frente de la empresa, ya convertida en holding de alcance mundial.
En aquellos tiempos de los 70 y los 80, Impsa era el gran orgullo industrial nacional. Surfeó los problemáticos 90 y encaró la posconvertibilidad con expectativas positivas. Era una empresa siderúrgica pesada, el tipo de cambio encarecido siempre la favoreció. Pero, curiosamente, comenzó también el tiempo de su crisis, como compañía industrial argentina privada.
La empresa pasó a ser reestatizada el 4 de junio de 2021, en una alianza entre el gobierno de Alberto Fernández y el de Mendoza de Rodolfo Suárez. La Nación detentaría el 63,7% de las acciones y la provincia, el 21,2%. Tres años después, comenzó el proceso a la inversa.
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